Capítulo 37: Recuperando mi vida

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Verónica's POV 

Me despierto por culpa del sol que entra por la ventana, me remuevo un poco y en seguida noto que hay alguien abrazado a mí y sin siquiera tener que mirarla sé que es ella, de pronto todos los recuerdos de anoche se me vienen a la cabeza y sin darme cuenta estoy sonriendo como una idiota. Desde que besé anoche a Kimberly todos los recuerdos con ella, todo lo que vivimos juntas, todo, absolutamente todo volvió a mi memoria y ahí supe que había vuelto a ser yo, después de lo que hicimos ella se acurrucó en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello y a miraba, segundos más tarde ella se durmió, pero yo no, me quedé pensando. Puede que después de aquello volvamos a ser las mismas de antes, pero a mí eso no me importa, tengo que conquistarla de nuevo, por mi culpa ella ha sufrido mucho y ahora debe ser recompensada, así que he estado la mayor parte de la noche pensando en qué podría hacer, y ya tengo algo pensado que sé que la encantará, o bueno, eso espero claro.

La miro mientras duerme y se ve tan adorable e indefensa que no puedo evitar acariciar su rostro y besar su frente. Ella sigue dormida y como yo no quiero levantarme todavía acarició su cabello de nuevo mientras la miro con cara de enamorada, ella poco a poco se va revolviendo y abriendo los ojos y yo no puedo evitar sonreír ante sus actos, parece una niña pequeña.

- Bu...enos días pr...prin...cesa - la dije en un tierno susurro.

- Kimberly: Buenos días amor - dijo con esa voz ronca que tanto la caracteriza - ¿llevas mucho tiempo despierta? - niego con la cabeza - ¿tengo algo? - dice medio riéndose.

- No, es...solo qu...que me gus...ta mi...rarte, te ves mu...y her...mosa - la digo sonriendo a pesar de que sueno algo idiota.

- Kimberly: No seas boba. ¿qué hora es? - dice revolviéndose para poder sentarse y coger su móvil - ¡mierda!, son las doce Vero - dice entre risas - no dormía tanto desde la última vez que... - se paró en seco y su semblante cambió totalmente, ahora estaba seria.

- ¿Qué...pasa? - dije algo preocupada intentando mirarla a los ojos. Levantó la cabeza pero no me miró.

- Kimberly: Nada, solo son recuerdos, pero bueno da igual. Venga vamos levanta de ahí, que hoy tengo ganas de hacer algo - dijo la última frase riendo lo cual me hizo a mi también reír, me encanta verla así, así que haré lo que sea para que esa hermosa sonrisa nunca se borre de su rostro.

Nos fuimos a desayunar y entre risas y tonterías llegamos a "nuestro" parque, hacía mucho que no venía por aquí y en cuanto llegamos me puse a saltar y correr como si fuera un niña pequeña, no me juzguéis, era el único sitio donde me sentía salvo, libre y feliz, es normal que me ponga así después de tanto tiempo sin visitarlo. Al parecer a Kim le hizo gracia que yo hiciese todo aquello ya que se puso a reír a carcajadas mientras me seguía gritándome que parase. Después de media hora haciendo el tonto finalmente me senté en el banco, el único que hay en todo el parque y en el que conocí a la chica más increíble que existe.

- Aún me acu...erdo de cu...ando nos co...no...cimos, fue e...el mejor di...a de mi vi...da - al decir la última palabra no pude evitar sonreír, esta mujer me hizo tan feliz y tan afortunada...suspiré de la felicidad.

- Kimberly: Yo también me acuerdo, fue de lo más raro que me pasó - se rió - pero también de lo más hermoso. Te amo Vero - me besó dulcemente pero poco a poco pude notar un sabor salado en sus labios y supe que lloraba de felicidad porque pudiéramos estar juntas como antes.

- Yo tam...bién te a...mo - y la besé. Estuvimos así horas sin darnos cuenta de nada, sólo queriendo sentir el afecto y la calidez de nuestros labios, la había echado tanto de menos que un sólo beso ya me sabía a poco, necesitaba mucho más de ella.

Horas más tarde llegamos a casa y Kimberly se fue directa a la ducha, yo preferí no acompañarla porque sino ninguna de las dos se ducharía, así que me quedé en el salón. De pronto mi teléfono sonó, era un mensaje, un mensaje de Ally.

- "Hey, ¿qué tal estás?, tus padres ya me contaron todo lo que te pasó, lo siento mucho de verdad y sobre todo por no haber podido ir en todo este tiempo, he estado algo ocupada, pero sé que ya estás mejor y quería hablar contigo, como antes, como buenas amigas, así que espero que no estés enfadada. Te quiero." - decidí contestar, a pesar de haber estado tanto tiempo sin hablarnos sigue siendo mi amiga, y además ahora mismo me vendría muy bien hablar con ella, es una de las pocas personas que me conoce bien.

- "Holaaaa, cuanto tiempo, te echaba de menos. No te preocupes por nada, estoy bien y me alegro de que me escribas, la verdad que necesito una amiga, necesito que me ayudes, que me aconsejes, y por supuesto que no estoy enfadada, cada una tenemos nuestra vida ahora y entiendo que hayas estado ocupada, no hay problema con eso. Yo también te quiero." - me pone muy contenta saber que aún puedo contar con ella, siempre fue una gran amiga, y ahora más que nunca necesito su ayuda, voy a prepararle una sorpresa a Kim, pero sin su ayuda no podré.

- "Me alegra oír eso, de verdad. Pues claro, cuenta conmigo. He oído que has recuperado por fin la memoria y has recuperado tu vida y tu relación con Kim, ¿cómo te sientes con eso?" - no pude evitar sonreír, ella siempre quiere hablar de cosas que a mí me dan vergüenza, desde luego que en eso no ha cambiado.

- "Sí, he recuperado mi vida, excepto por el habla, aún sigo trabajando para recuperarlo del todo. Desde que la besé todos los sentimientos que antes creía perdidos volvieron a mí y me sentí viva otra vez, fue como si me estuviera enamorando por segunda vez."

- "Qué bonito, se nota que estabas y estás muy enamorada, me alegro mucho. Por cierto...¿planeó o planeaste algo para vuestra noche especial?, ya sabes a lo que me refiero" - ay dios esto no puede ser verdad, la voy a matar.

- "No, la verdad que no, pasó así sin más, ni siquiera lo planeamos, pero fue increíble. Es justo por eso que quería tu ayuda, bueno para eso y para otra cosa, pero la segunda mejor dentro de una semana o así que sino es muy rápido."

- "Vaya por dios - supe que en ese momento se estaba riendo al máximo - bueno, está bien, te ayudaré, ¿tienes alguna idea de qué quieres hacerle?, aparte de lo que ya me imagino claro" - no pude evitar reírme, esta chica me mata con sus tonterías.

- "Qué graciosa. Sí, tengo algo pensado, uy, espera" - me di cuenta de que Kimberly ya había salido de la ducha cuando me acarició los hombros y empezó a besarme por el cuello.

- Kim, ahora no - me mordí el labio inferior - luego hace...mos lo que qui...eras, vale - le sonreí intentado huir de ella para no caer.

- Kimberly: Vale - dijo con resignación - pero me la debes, así que después tendrás que compensarme.

- Sí mi...amor - la besé levemente y me fui al jardín.
























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