Capítulo 25: La resaca

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Parte narrada

Aquella persona en la que Verónica estuvo atenta toda la noche fue una chica, una chica que va a su misma escuela y a la cual había visto un par de veces, pero nunca se había fijado en ella. Y respecto a lo que la pasó con Jorge...no pude dejar de darle vueltas a la cabeza durante toda la noche.

Son las 9:30 a.m y algunos rayos del sol van entrando por la ventana de Verónica, lo cual la hace removerse en la cama, sin quererlo empieza a abrir perezosamente los ojos y se da cuenta del dolor de cabeza que tiene debido a la fiesta de ayer. Se despierta, pero no se levanta de la cama, no tiene fuerzas para eso así que decide quedarse sentada en la cama. Mientras se frota los ojos un mensaje le llega al móvil, Verónica hace el amago de ir a cogerlo, pero se da cuenta de que no ve nada, lo ve todo borroso, entonces cae en la cuenta de ponerse las gafas, se las pone y agarra el móvil que está encima de la mesilla. Cuando lo enciende ve que es un mensaje de un grupo que tiene con dos de sus amigas, las que la acompañaron la noche anterior, Alba y Dafne.

- Alba: Hey!!! chicas ¿qué talllll?, ¿mucha resaca? - Alba es la única de ellas que no bebe mucho, entonces casi nunca tiene resaca, y es como la madre del grupo, es la que se encarga de despertarlas el día siguiente de que se vayan de fiesta, o la que cuida de ellas para que no beban demás.

- Dafne: ¡Joder Alba!, es muy pronto, ¿qué haces despierta, y cómo puedes tener tanta energía por las mañanas? - Dafne es la típica perezosa que puede dormir hasta las tantas, y siempre se queja cuando Alba las despierta.

- Verónica: Hola, pues aquí, en la cama, con dolor de cabeza ya ves. Y Dafne deja ya de quejarte.

- Dafne: Anda, mirad quién está por aquí, jajaja, yo no me quejo, bueeeeno y...¿qué tal ayer con Jorge? - Verónica no sabe qué contestar, está parada delante de la pantalla mirando una y otra vez el mensaje intentando pensar en algo que la pueda sacar de esa situación, pero Dafne se lo pone difícil, Verónica sabe que ella no se va a olvidar tan fácil y que cada vez que la vea la va a estar preguntando así que es mejor contestarla cuanto antes - ¿no hicisteis nada verdad?.

- Alba: ¡Dafne!

- Dafne: ¿Qué?, solo he preguntado. - aunque esta situación la provocara risa, Verónica no estaba en situación de reírse.

- Verónica: No, no hicimos nada Dafne, sólo...me besó - en cuanto dijo eso soltó el móvil y lo dejó caer en la cama, se levantó y se dirigió al baño. Se lavó la cara y se quedo varios segundos mirándose en el espejo mientras escuchaba como le llegaban mensajes y más mensajes al móvil.

Nada más salir del baño Verónica se dirigió a la cocina, sin siquiera ver los mensajes, sabía que sus amigas la iban a preguntar que qué tal, que si le gusta...y todo ese tipo de preguntas que suelen hacer las amigas y ella no quería contestarlas, le dolía mucho la cabeza y no tenía ganas de hablar de eso ya que ni ella sabe por qué le correspondió. 

A pesar de que fuese domingo Verónica sentía como si fuera lunes o cualquier otro día de la semana, la verdad que no la importaba el día que fuese, sólo le importaba que por lo menos no tenía que ir a clase, eso era lo único bueno. Bajó a la cocina y cogió una pastilla para el dolor de cabeza, se la tomó y se tumbó en el sofá esperando a que se le pasara aunque solo fuera un poco, pero no estuvo tranquila mucho tiempo, debido a que no había nadie en su casa y podía oír perfectamente los mensajes que le llegaban, así que sin ganas se levantó y se dirigió a su habitación, abrió la conversación y vio como 20 mensajes o más de sus amigas diciéndole que le contasen todo lo que pasó, aunque no tuviese ganas les contó todo, y como a sus amigas eso no les valió de mucho la dijeron de quedar esa tarde y así les contaba y explicaba todo mejor.

Verónica tenía miles de cosas en la cabeza como para pensar en Jorge o en lo que pasó, ella no es mucho de mostrar sus emociones, y a veces esas cosas, o el no decir lo que la pasa, la llevan a situaciones que no quería, y darse cuenta tarde de todas las cosas que no debería haber dicho o hecho, o las que si debería haber dicho o hecho. Pero esa tarde cambiaría, no sólo con esas amigas, sino con más gente, a partir de ahora Verónica quiere empezar a cambiar y dejar de cometer tantos errores.





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