Capítulo 15: Lectora adicta

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Verónica's POV

"La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos. El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros". Esta frase es uno mis libros favoritos y desde que lo leí, esta se me quedó grabada en la mente. No todos nos damos cuenta de esto, pero una vez que lo leí me dije a mí misma que tenía toda la razón del mundo.

Llamé a Olivia para saber cuando podríamos quedar y seguir hablando, pero no sé qué la pasaba, me contestó muy cortante y me dijo que de momento esta semana no iba a poder. Esa conversación me dejó pensando en que a lo mejor ella se ha dado cuenta de que no es una buena idea que hablemos o que nos vean juntas o algo de eso, porque como se enteren sus padres está muerta y a mi me mandan fuera de la ciudad, obviamente esto no es literal, pero lo que si podrían hacer sus padres es expulsarme del instituto, ya que tienen muchos contactos y se llevan bien con demasiada gente, entre ellos el director. 

A veces cuando no sé qué hacer y necesito y quiero despejar mi mente me pongo a leer uno de los tantos libros que tengo en la estantería, ya me los he leído todos, pero como todos me gustan no me importa volver a hacerlo. Me he leído todos tantas veces que hasta he memorizado varias frases, como la de antes. Algunas son tan interesantes que te dejan como en otro planeta, y algunas preguntas son tan difíciles de responder que puedes tirarte todo el día, toda la semana o todo un mes intentando encontrar la respuesta que no lo vas a conseguir. Por eso me gustan esos libros, te hacen pensar, cambiar de opinión, reflexionar y sobre todo cambiar nuestra forma de ver las cosas, lo cual últimamente es muy necesario.

No sé cuanto tiempo llevaré perdida en este libro, pero de repente escucho como alguien en el piso de abajo grita y de pronto mi hermano aparece por la puerta de mi habitación, ya que no la había cerrado.

- Chris: Deja ya ese libro, mamá te está llamando - le miro y asiento para darle a entender que ahora iré - ¡venga!, no se por qué te lees siempre los mismos libros, ¿no te aburres?.

- ¿Y tú no te aburres de ver todos los días partidos de fútbol?, porque para mi son todos iguales. - me levanto y me dirijo hacia donde está él.

- Chris: Pues la verdad no, además no todos los partidos son iguales. En cambio, los libros que tu te lees sí.

- Una cosa es que los libros siempre sean los mismos y otra es que cada vez que los leas, leas, sientas y piensas una cosa diferente, porque cada lectura de ese libro te enseña algo nuevo, algo distinto y que nunca antes se te había ni siquiera pasado por la mente. Y yo a eso lo llamo aprender, ¿y tú cómo le llamas a estar todo el día tirado en el sofá viendo partidos de fútbol?.

- Chris: Pues yo a eso lo llamo aburrirse, y respecto al fútbol, yo lo llamo vida. - me miro con una sonrisa creyendo que me había vencido, pero cuando le contesté su sonrisa desapareció.

- ¿A sí?, osea que para ti aprender algo nuevo cada día es aburrido, pero ver estupideces por las que la gente se pelea y algunos mueren es vida. Interesante reflexión, pero igual deberías hacértelo mirar. - me dio una última mirada y se fue escaleras abajo.

Mientras estábamos cenando mis padres nos preguntaron varias cosas sobre el instituto, las notas...bueno lo normal, pero luego mi madre dijo algo que nos dejó a mi hermano y a mi helados.

- Amalia: Verónica cariño, ¿te ha dicho hoy algo Olivia?

- No, ¿por qué?, ¿pasa algo?. - mi hermano y yo nos mirábamos sin entender nada.

- Amalia: Bueno es que hoy me he encontrado a su padre y hemos estado hablando, y al parecer ellos saben que Olivia te invitó a la fiesta el otro día y que últimamente son como más amigas, y bueno pues ya sabes lo que piensan de ti los Brown, entonces creí que hoy en el instituto ella había hablado contigo o algo, ya sabes lo que puede pasar si sus padres os ven juntas.

- Ah, vaya. No te preocupes mamá, tendré cuidado. Y respecto a Olivia, no, no me ha dicho nada, pero desde el otro día está muy rara y no sé porqué, porque la verdad que no pasó nada. - y sin nada más que decir me fui a mi cuarto.

Tenía que pensar en muchas cosas. Mi madre tenía razón, los Brown tienen unos pensamientos muy diferentes a los nuestros, lo que no entiendo es porqué Olivia se comporta así conmigo últimamente. Yo sé que su familia es así y tiene unos pensamientos muy homofóbicos, pero ella no es así, ella no piensa de esa forma aunque a veces les de la razón porque debe hacerlo, entonces no sé porqué ni siquiera me habla. Lo que pensé fue que a lo mejor es porque tiene miedo de que sus padres se enteren de que nos llevamos bien y la digan algo, pero luego lo pienso y a ella en realidad nunca le ha importado eso.
Y así estuvo toda la tarde hasta que caí en los brazos de Morfeo.

Me empecé a mover en la cama y a desperezarme cuando escucho unos golpecitos en la puerta.

- Entra - digo con voz ronca y casi sin abrir los ojos.

- Amalia: Hija levántate y vístete, tenemos visita y no creo que justo a ellos les quieras dar una impresión como esta. - no me quedó otro remedio por lo que tuve que levantarme y ducharme y vestirme lo más rápido que pude. Mi madre me dejó muy intrigada con lo que me dijo, no sé de quién se trataría, pero si me dijo que tenía que darles buena impresión creo que ya de quién hablamos, y la verdad no entiendo que hacen aquí, y tampoco me gusta la idea de tener que cenar con ellos, pero tengo que ser amable, respetuosa y educada y como no me quedaba de otra tuve que bajar a saludarles.















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