La Verdad

Capítulo 29: La primera vez en mucho tiempo

Verónica's POV

Algunos dicen que las drogas no son la solución a nuestros problemas, no es una opción de escape contra lo que nos pasa, pero...¿acaso ellos lo saben?, ¿acaso ellos saben lo que es sentirse de esa forma y necesitar de ese remedio para olvidar?, no, no lo creo, entonces...¿porqué a veces hablamos de lo que no sabemos?, sencillo, porque creemos que lo sabemos todo y que podemos ayudar a todos, pero eso no es así, no siempre podemos ayudar a todo el mundo, a mí me han intentado ayudar ya muchas veces, pero es que no pueden, uno: por que no saben cómo hacerlo, y dos: porque yo tampoco quiero salir de este agujero. No quiero volver al mundo real porque ¿para qué?, ¿de qué me serviría?, de nada, sólo para volver a la realidad y volver a darme cuenta de la mierda de vida que tengo y de todos los problemas que llevo encima, y la verdad para volver a un mundo como ese, prefiero quedarme en el mío que por lo menos a veces parece que cambia algo y que todo puede llegar a cambiar y a ser bonito.

Pero como no todos piensan lo mismo pues a veces no puedo estar en ese mundo, mí mundo, a veces tengo que estar en este, a veces tengo que enfrentarme a mis padres o a situaciones no muy agradables, como ahora por ejemplo. Ahora aunque esté aquí metida en mis pensamientos estoy en el salón de mi casa con mis padres dándome otras de sus charlas de padres preocupados intentando averiguar qué hacer conmigo para que deje esta actitud de niña rebelde según ellos, porque al parecer para mi padre el que yo me drogue es porque quiero llamar la atención y por eso he adoptado esa actitud rebelde, de verdad ¿algún día se pararán a pensar en lo que siento de verdad en vez de lo que ellos creen que siento?. Bueno volvamos al mundo real.

- Alejandro: ¿Me estás escuchando? - ahí reaccioné y asentí con la cabeza aunque no sabía de lo que me estaba hablando - muy bien, como parece que esto no te interesa te advertiré y sólo lo haré una vez, ¿queda claro? - asentí para que continuara - no quiero que vuelvas a salir por ahí de fiesta y mucho menos con ese desecho que según tú es tu amigo, ¿entendido?, como lo vuelvas a hacer entonces ahí si que tomaré medidas - su semblante cambió, entonces me di cuenta de que iba en serio y de que si lo hacía era probable que algo malo ocurriese, y como me daba curiosidad saber qué era le pregunté.

- ¿Y...si lo hago, si salgo por ahí de fiesta y me vuelvo a emborrachar y a drogar, qué pasará, que harás? - pregunté curiosa y con una sonrisa que casi no se notaba, ya que en realidad me daba igual lo que mi padre quisiese hacer, yo no dejaría este mundo a no ser que tengo una buena razón para hacerlo, y como veis aún no tengo esa razón.

- Alejandro: Si lo haces lo primero que haré será meterte en una clínica de desintoxicación, y luego ya veremos, eso sí, no pienso dejar que arruines el nombre y la reputación de esta familia, ¿queda claro? - asentí y me fui a mi cuarto

Bueno, como ya veis a mi padre sólo le importa lo que puedan decir los demás, ellos no se preocupan por mí, por lo que me pasa o por lo que hago o dejo de hacer, sino que lo que les preocupa es que los demás lo sepan y que yo pueda manchar el nombre ya la maldita reputación de la familia, para ellos eso es lo más importante, nunca se han preocupado por mí. En cambio, con mi hermano todo siempre era diferente, él era el bueno, el que hacía todo lo que ellos querían, la buena imagen, el hijo que todos querrían mostrar. Él...él era y es el hijo perfecto, y yo...yo soy solo la hija que no quieren que nadie sepa que existe, siempre fui según ellos rebelde, tenía mal comportamiento, contestaba...pero si lo hacía no era por eso, era porque ellos nunca me prestaban atención y aún siguen sin hacerlo, sólo se preocupan por mi hermano, lo que él quiere, lo que él necesita...y sinceramente eso no sienta bien, ser la hija de la que tus padres se avergüenzan no es nada agradable, pero ellos nunca lo entendieron, ni antes ni ahora ni nunca, y eso para mí es lo más triste.

Después de tirarme toda la tarde en mi habitación encerrada y dándole vueltas a todo decidí que necesitaba tomar un poco de aire así me levanté de la silla, ya que me encontraba en mi escritorio escribiendo en mi cuaderno o diario como queráis llamarlo, bajé las escaleras hasta la entrada, cogí mis llaves, una chaqueta y salí sin decirles nada a mis padres, sabía que no me dejarían salir y menos después de su charla ya que seguro que pensarían que es para emborracharme o drogarme o cualquier cosa, pero no, esta vez no es así, sólo quiero dar una vuelta y tomar algo de aire.