Capítulo 24: La discoteca

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Verónica's POV

No sé si sabréis lo que es perder alguien a quien querías demasiado, no sólo lo digo por amigos o amigas, que también, sino en general. Bueno si no lo sabéis la verdad que mejor, no es para nada bonito, y ya si no tienes a nadie con quien compartirlo es peor aún. Pero bueno, a lo que iba, al principio me iba a acompañar Ally, pero no podía así que al final lo harán Rebeca y unas amigas.

Bueno a ver la cosa, es que al final decidí quedar con él, no me preguntéis porqué, porque no lo sé ni yo, pero bueno quién sabe, a lo mejor las cosas son diferentes a cómo las pensamos y resulta que este chico es majo y simpático, cosa que veo muy complicada.

Me fui con otras amigas, entre ellas Rebeca, y bueno otras que no os mencionado en ningún momento, cuando llegamos a la discoteca mis queridas amigas se fueron directas a bailar, excepto Rebeca, que no le gusta, nos fuimos a una parte que estaba más alejada para así poder hablar y poder ver si encontrábamos al chico, al poco tiempo lo vimos aparecer por la puerta con un grupo de chicos y chicas. Él se quedó ahí en medio de la pista con sus amigos riendo e intentado bailar, porque llamar bailar a eso es un pecado. Estaba todo el tiempo mirando alrededor, supongo que buscándome, pero no tornaba la mirada hacia nosotras, hasta que una de las chicas que estaban con él se acercó a él y le dijo algo mientras nos observaba, entonces él lanzó una mirada y me vio, me sonrió  y cuando la chica terminó de decirle lo que le estuviese diciendo se empezó a acercar a nosotras.

- XXX: Hola, vaya creí que no ibas a venir. - me sonrió con esa típica sonrisita de niño insoportable.

- ¿Y por qué no?, además ya te dije que no fui yo la que quiso venir, sino ella - dije señalando a Rebeca - que le daba curiosidad - y no sé por qué pero en ese momento rodé los ojos y a él pareció hacerle gracia - ¿de qué te ríes?.

- XXX: De nada, de nada, es sólo que me hace gracia que te pongas así y hagas esos gestos, estás muy adorable - ¿adorable?, ¿es enserio?, ay de verdad, este chico me saca de quicio - por cierto, aún no nos hemos presentado - si si, tú cambia de tema, estaba pensando yo - yo...me llamo Jorge, un placer - se acercó y me dio dos besos e hizo lo mismo con Rebeca - ¿y...vosotras?.

- Y...yo me llamo Verónica - nunca me ha gustado tener que presentarme, no me gusta mi nombre y por eso no quería decírselo, pero bueno, no iba a ser maleducada.

- Rebeca: Y yo me llamo Rebeca. Un gusto - me dio un codazo para que reaccionara, ya que yo estaba mirando al suelo. De pronto él me cogió de la barbilla y me obligó a mirarle.

- Jorge: No te pongas, Verónica es un nombre muy bonito, de hecho a mí siempre me gustó - me dijo mirándome fijamente a los ojos - por cierto - se giró hacia Rebeca - el tuyo también es muy bonito.

- Rebeca: Gracias.

- Bueno, ¿nos vamos a bailar? - los dos asintieron - mirad ahí están las chicas jajaja, haciendo el tonto como siempre - me giré para mirar a Rebeca y ella me guiñó un ojo, sabía por qué era.

Nos pasamos toda la noche bailando, riendo y haciendo el tonto a más no poder. La manera de Jorge de bailar es lo más gracioso que te puedes encontrar. Estuvimos hablando de millones de cosas, desde nuestra edad, hasta cual es nuestro color favorito, nuestra película o libro favorito, la verdad que estuvo genial. También nos presentó a sus amigos y amigas, la verdad que todos me cayeron genial, no parece que sean tan pijos y tan idiotas como demuestran, son muy simpáticos, majos y agradables, la verdad que haber estado hablando con ellos ha sido de lo más interesante. Ahora mismo acabamos de salir de la discoteca, y Jorge ha insistido en acompañarme a mi casa, aunque bueno también está acompañando a mis amigas, ya que todas vivimos más o menos cerca.

Ya hemos dejado a todas en sus casas, sólo falto yo, justo cuando estamos llegando él se para en seco y me deja andando sola, entonces me paro y me dio la vuelta para saber que le pasa y en ese momento él se acerca como si fuera cámara rápida y me besa. No me lo imaginé para nada de esa forma, pero fue muy tierno, un beso lento, sin prisas, suave, pero no sé si fui por todo lo que bebimos o qué fue, pero me dio un impulso y lo empujé alejándolo de mí, lo miré fijamente por unos segundos y después seguí mi camino. No creí que el fue a seguirme y a acompañarme después de eso, pero aún así lo hizo, no sé por qué, pero me pareció curioso, en unos pocos minutos llegamos a mi casa.

- Bueno emmm...esta es mi casa - dije mirando a cualquier parte, después de eso no podía ni mirarle - yo...creo que mejor ya me voy, ya nos veremos, adiós.

- Jorge: Sí, claro. Adiós, descansa - y antes de irse me dio un beso en la mejilla y se fue corriendo, no entendí nada de lo que había pasado, parecía como una película, pero no, estaba pasando de verdad, y era muy raro, ni siquiera sé por qué lo aparté porque me encantó el beso. No sabía porqué me sentía así, a mí él no me gusta, pero no puedo negar que el beso me encantó, pero no sé por qué. No quise seguir pensando en eso y me despejé la cabeza y entré corriendo a mi casa yendo directa a mi habitación. Me tiré toda la noche pensando en cuando estaba con Rebeca en aquel rincón viendo a el grupo de amigos y amigas de Jorge bailar, aparte de no poder dejar de mirar a Jorge, por lo mal que baila, y porque me hacía gracia las tonterías y las cosas que me decía, no pude dejar de mirar a alguien más, y creo que fue por eso por lo que tuve ese impulso.







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