La Verdad

Capítulo 41: La boda

Verónica's POV

A pesar de que la noche no fue exactamente como yo me esperé tengo que reconocer que todo salió bastante bien y estoy muy contenta. Nunca me imaginé pidiendo matrimonio a la mujer más hermosa del mundo o casarme con ella, pero después de todo lo que hemos pasado juntas y el amor que nos tenemos no vi que fuera una idea tan loca y ahora que lo pienso me encanta.

Hace dos meses que Kimberly y yo nos comprometimos y desde entonces no hemos parado con los preparativos de la boda. Kimberly eligió un sitio hermoso en donde la celebraremos, se trata de una especie de casa/palacio la cual tiene una increíble terraza que es donde se celebrará la ceremonia.

El lugar es hermoso al igual que la decoración. No es muy grande y no cabe mucha gente, pero tampoco queremos invitar a mucha gente así que es como más familiar y acogedor, así que es perfecto, y las vistas son muy bonitas también. Después el banquete y la fiesta será en la playa ya que justo en frente del palacete está esta, y a Kimberly le pareció un sitio muy bonito para pasar la velada y pues claro, yo no me negué.

Me parece que el atardecer va a ser precioso ese día, solo por el hecho de que nos casaremos y me hará la mujer más feliz del mundo, aunque ya lo soy porque la tengo a mi lado, pero este será el paso definitivo para vivir una vida completa junto a ella, sino porque el lugar y el día no puede ser más especial y solo hace falta eso y ella para que el día sea preciso. La amo como nunca imaginé que podría llegar a amar a alguien, ella me salvó de todo lo que me dañaba, de todo el mal que había a mí alrededor y me trajo paz, amor y mucha felicidad, ella me rescató de la oscuridad y me enseñó la luz y es por eso que la amo, nunca se rindió conmigo y se lo agradezco muchísimo.

Hoy nada más levantarme me he dado cuenta de que Kim no estaba en la cama conmigo como todas las mañanas y he supuesto que estaría repasando los preparativos ya que está un poco histérica, tiene que estar todo perfecto aunque ya lo está, pero para ella nunca es suficiente. Me levanto con flojera ya que es muy temprano y la llamo para saber dónde está

- ¡Kim, amor!, ¿¡dónde estás!?

- Kimberly: ¡Estoy abajo en el salón!, ¡Revisando las cosas! - la escuché decir desde abajo. Me levanté de la cama y fui a ver qué es lo que estaba revisando.

- ¿Qué es eso mi amor? - la pregunté una vez estaba abajo y me acerqué a ella.

- Kimberly: Estaba mirando que nos falta y al parecer sólo hay una cosa que nos falta... - me mira sonriendo y con un brillo especial en los ojos, yo la miro algo confundida.

- ¿Y qué es lo que nos falta?, porque yo creo que tenemos todo - la dije mientras le quito los papeles de la mano y los reviso.

- Kimberly: Mi amor, para - dice ella quitándomelos - lo único que nos falta son los vestidos, bueno en tu caso traje, nada más - me dice riéndose y burlándose por mi repentina preocupación.

- Espera...¿cómo que traje?, yo quiero llevar un vestido mi amor - digo haciendo un puchero.

- Kimberly: Pues lo siento mucho mi amor, pero no - seguí haciendo el puchero y ella se comenzó a reír, después se lanzó sobre mí para besarme y me dijo al oído - cariño tú estás hermosa con lo que te pongas, pero creo que un traje blanco te va a quedar de muerte - se empezó a apartar y me miró a los ojos - ve con Gala y .... pruébate alguno, sino te gusta elige un vestido, pero aunque sea pruébate un traje, por mí - me dio esa sonrisa hermosa suya y yo no pude resistirme, además después de todo igual el traje me queda mejor que un vestido ¿no?

Después de esta mañana tan emocionante he tenido que llamar a mis amigas para decirlas que me tienen que acompañar a comprarme el traje o el vestido, depende de qué me quede mejor, ellas gustosamente han aceptado, cosa que no era de extrañar porque me parece que van a acabar siendo ella las que escojan que llevaré, pero bueno, la tarde que me va a esperar mañana con ellas va a ser muy larga me parece. Por otra parte, Kim, se irá con sus amigas por la mañana, por lo que pueda pasar, por si acaso nos encontramos o algo.

Mientras yo hablaba con mis amigas por teléfono Kim se fue a hacer no sé qué, supongo que a seguir revisando todo, así que cuando terminé la conversación me tiré en la cama y me quedé mirando al techo. Me puse a pensar en mi vida, en cómo era, en cómo es y en cómo será. Antes de conocer a Kimberly podemos decir que mi vida era un poco...una mierda, tenía amigos y amigas que se preocupaban por mí y salía con ellos y todo pero...igualmente a veces me seguía sintiendo sola y vacía. Después cuando la conocí todo cambió, ella consiguió cambiar mis lágrimas en sonrisas, los "no me apetece salir" por "me encantaría"...y así fue como poco a poco ambas conseguimos crecer juntas, madurar juntas, ser felices juntas y sobretodo amarnos. Y luego llegué al futuro, y ahí fue donde me quedé, nunca pensé un futuro con alguien, ni en casarme con alguien ni mucho menos tener una familia con alguien, pero con ella lo quiero todo, cualquier cosa que a ella le haga feliz porque entonces a mí también me hará feliz y por eso pensar en compartir toda una vida junto a ella no me pareció tan loco sino todo lo contrario, después de todo lo que hemos vivido, de todo por lo que hemos tenido que pasar, creo que ambas nos merecemos ser felices y por eso vivir toda la vida junto a ella es el mejor regalo, un regalo tan valioso que nunca descuidaré, porque la amo, la amo como jamás amé a nadie y desde el momento en que la conocí no pude imaginarme una vida sin ella, porque sino...volvería a estar vacía.