La Verdad

Capítulo 31: El beso

Verónica's POV

Después de aquello todas las tardes y todas las noches las pasaba en compañía de Kimberly, ella era con la única persona con la me sentía bien y era la única persona a la que quería ver, pero aquella situación también fue el desencadenante de todas mis noches tirada en un banco o simplemente en la calle drogada a más no poder. No podía evitarlo, él era el único que me entendía, el único que me quería, el único que me apoyaba y me ayudaba, a su manera, pero lo hacía, y ahora ya no está, ya no está aquí conmigo y yo sigo sin saber porqué hizo lo que hizo, sabía que tenía problemas en casa y es por eso que siempre estaba en bares o discotecas, pero nunca pensé que aquello fuera tan fuerte como para que él acabase consumiendo. Yo no quería acabar como y lo sabía, lo tenía claro, pero después de todo lo que me ha estado pasando y su muerte, necesitaba algo y ese algo son las drogas, sé que no debo usarlas como vía de escape, pero no me queda de otra, no tengo otra opción, no tengo otra vía de escape. Mientras yo estaba sumida en mis pensamientos mis amigas hablaban sobre cómo les había salido el examen que acabamos de hacer, ya que estamos aquí, en selectividad, y a mis amigas siempre les da por comparar respuestas y todo eso, a mi la verdad no me interesa y tampoco es que tenga la cabeza como para eso.

- Julia: ¡Hey!, ¿te pasa algo?, estás muy rara últimamente, estás como ida y... - sabía que iba a sacar este tema, y...ahí viene - después de lo del otro día creo que merecemos saber qué es lo que te pasa, ¿no crees? - yo ni siquiera las miraba, no podía hacerlo, prefería mirar al suelo - Verónica...nosotras somos tus amigas y pase lo que pase no te vamos a dejar sola, vamos a estar ahí contigo, apoyándote y ayudándote.

- Anne: ¡Claro que no te vamos a dejar!, somos tus amigas y estamos aquí en las buenas, en las malas y en las peores.

- Ya, y...¿dónde estábais cuando os necesitaba?, ¿dónde estábais cuando lo estaba pasando jodidamente mal?, porque os recuerdo que os estuve llamando a todas  qué casualidad que ninguna contestó ¿no? - ellas se callaron al instante - os recuerdo que no soy idiota y que ya sé que esto lo habéis hecho más veces - alguien me interrumpió.

- Jessica: ¿Qué se supone que hemos hecho según tú? - me preguntó mientras el resto me miraban confundidas y como si tuvieran miedo.

- Quedar todas juntas, para no sé qué y mientras estáis ahí todas juntas, en casa de alguna supongo, no cogerme el teléfono o colgar, a lo mejor porque soy muy pesada y no queríais que os fastidiase vuestro querido plan, pero si os llamé no fue por una tontería, os llamé porque se supone que erais mis amigas y os necesitaba, pero bueno como veo que molesto, mejor me voy - me iba a ir pero recordé algo - ah, y otra cosa, si estoy así y el otro día me visteis así es porque...no estoy pasando por unos buenos momentos y desde hace un tiempo consumo drogas y bebo, y esa vez lo necesitaba aunque me pasé un poco, y a lo mejor creeréis que es una tontería por lo que lo hago, pero si creéis que la muerte de un amigo es una tontería entonces sí. Bueno y ya me voy para no molestaros más.

Me fui de allí ya que por hoy no tenemos más exámenes y en el camino llamé a Kimberly que sabía que también había terminado los suyos, ahora si que la necesitaba, pero ella no me cogía el teléfono, la llamé como 13 veces y nada, la envié mensajes y tampoco, me estaba empezando a poner muy nerviosa, no sabía qué hacer o con quién ir así que fui al parque al que iban los amigos de Spencer y les pedí algo de droga, no me juzguéis no sé qué hacer y tampoco tengo a nadie que quien hablar y que pueda ayudarme. Después de eso me fui al parque en donde conocí a Kim y me senté en aquel banco, no sé cuanto tiempo llevaba allí pero imaginaba que bastante, de un momento a otro vi como alguien se acercaba, pero estaba tan colocada que ni siquiera pude reconocerla hasta que no estuve delante de mí.

- Kimberly: ¿Qué haces aquí y así? - me preguntó, notaba preocupación en su voz - joder Verónica, te dije que dejaras esto, sabes que no te hace bien y si es por la muerte de Spencer ya e he dicho que puedes hablar conmigo en vez de hacerte esto.

- Yo...yo... - intenté articular una palabra pero no podía - te...llamé...y no...no me cogiste - terminé y suspiré.

- Kimberly: ¡Joder Verónica!, ¿y por eso lo has hecho?, ¿por eso has vuelto a todo esto? - sabía que estaba enfadada, pero yo no pude evitar hacerlo. Asentí como pude, ella suspiró y me habló de nuevo - a ver Verónica si no te cogí la llamada fue porque no podía vale, he estado con mis padres hablando sobre lo que haré a partir de ahora y sobre que me iré de casa y ya sabes cómo son y cómo se ponen, no pude cogerte, lo siento - dijo esto último mirándome cómo si ella hubiese tenido la culpa.

- No...no...no te...preocupes - la miré a los ojos y supe que no debí haberlo hecho, que no era su culpa sino la mía y que si la quería y quería seguir con ella y quería estar bien, tenía que terminar con ello ya, tenía que dejarlo ya, aunque no sabía como, pero lo haría - te...te...te quiero - y sin más la besé.

Creía que no me correspondería o que me apartaría, pero no, y a pesar de estar en el estado en el que estaba pude sentir sus labios suaves y delicados sobre los míos, era lo mejor que me había pasado en mucho tiempo. Al principio el beso era lento y calmado, pero poco a poco el ritmo fue aumentando y sólo nos separamos cuando el aire comenzó a faltar.

- Kimberly: Yo... - suspiró - yo también te quiero Verónica - hizo una pequeña pausa - pero...no quiero que sigas así, no quiero que sigas haciéndote esto vale, así que te ayudaré a salir de este mundo - no sé cómo, pero después de ese increíble beso me sentí mucho mejor, y no parecía que hubiera tomado nada.

- Ya lo sé, ya sé que no puedo seguir, pero no sabía qué hacer - suspiré - sólo ha sido una vez y te prometo que no se va a volver a repetir, yo no quiero que mi vida se base en esto y tú lo sabes.

- Kimberly: Está bien, te creo, pero tienes que dejarme que te ayude ¿vale?

- Sí, claro - estuvimos unos minutos en silencio, no era un silencio incómodo, pero se podía notar que algo no estaba bien, y en ese momento se me pasó por la cabeza algo que ella dijo antes y se me ocurrió preguntar - oye Kim y...¿dónde piensas vivir ahora? - ella se quedó pensativa y tardó unos segundos en contestar.

- Kimberly: Pues no lo había pensado la verdad, sólo quería salir de ahí, pero no sé, hablaré con algún amigo o amiga - y entonces se me ocurrió que tal vez esta era mi oportunidad, mi oportunidad de estar con ella, y también de que ella misma vea mis cambios.

- Yo... - no estaba muy segura de si debía preguntárselo - si quieres...puedes quedarte en mi casa, por mí no hay problema.

- Kimberly: No Verónica, es mejor que no, ¿y si tus padres se enfadan o algo?, no no, yo no quiero que tengas más problemas y menos por mi culpa. De verdad que te lo agradezco muchísimo, pero no quiero broncas ni nada en serio.

- Vale, vale, para ya. No va a haber ningún  problema vale, si a mis padres no les gusta o no les hace gracia que te quedes, cosa que dudo mucho, tendrán que aguantarse y ya... - me interrumpió.

- Kimberly: Espera, espera, ¿cómo que lo dudas?, ¿les has dicho algo sobre mí o algo? - preguntó algo confundida.

- Puede ser - la sonreí y ella a mi - bueno venga vamos, si nos paran cuando entremos tú diles que eres Kimberly y ya, porque como tenga que hablar yo si que la hemos cagado - asintió y nos fuimos a mi casa. Sé que puede parecer algo absurdo pero el simple hecho de estar con ella fue lo que me curó de todo aquello, de todo ese dolor, sufrimiento, y sobre todo de esos momentos en los que no era yo misma. Siempre la agradeceré el haberse cruzado en mi vida, el haber cambiado y el haberme hecho ver las cosas de otra forma, aunque nunca me perdonaré el haberla abandonada, pero eso no fue decisión mía y es lo que me fastidia.