Capítulo 40: La Luna y El Sol

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Kimberly's POV

No podía creerlo, Verónica me estaba pidiendo matrimonio. En cuanto la vi de rodillas las lágrimas no podían dejar de salir, había esperado tanto este momento que hasta me parece mentira que haya pasado, es una locura. Pero aquel momento de felicidad duró muy poco. 

- ¡Sí!, ¡sí quiero!, ¡claro que quiero!. Te amo, te amo, te amo - las dos nos reímos - eres lo mejor que me ha pasado, así que sería un honor para mí casarme contigo amor - nos besamos como si fuera el fin del mundo, no había nada más ahí, hasta que alguien nos interrumpió.

- León: ¡¿Qué creéis que estáis haciendo?! - no sé qué está haciendo aquí mi padre, pero esta bastante cabreado.

- ¡Papá!, ¿qué haces aquí? - la cara de Verónica cambió completamente cuando me escuchó llamarle papá, ella no lo conoce, nunca les presenté, más que nada porque nunca quise que conociera a "mi familia", si les puedo llamar así.

- León: Pues por el momento impedir que cometas un error. ¡Tú nos vas a casarte con una mujer, me oyes!, no pienso admitir semejante cosa - dijo a la vez que ponía cara de repulsión.

- No, escúchame tú papá, ya no puedes impedirme ni decirme lo que hacer o no, no vivo bajo tu techo, no puedes darme órdenes y además ya soy lo bastante adulta como decidir por mí misma, así que te pido amablemente que te vayas de aquí y que no vuelvas ni a buscarme ni aparecerte por mi vida, ni tú ni mamá, porque no quiero volver a veros - dije lo más tranquila que pude, no quería formar un espectáculo justo ahora, no merecía la pena.

- León: Pero que estupidez estás diciendo, tú te vienes ahora mismo a casa, no voy a dejar que este fenómeno te meta esas cosas en la cabeza, tu debes casarte con un hombre y con dinero, ¡vámonos! - me gritaba mientras me cogía del brazo para llevarme con él.

- No pienso irme de aquí, no puedes impedir que me case con ella, es que no lo entiendes, yo la amo y ella me ama a mí, y no pienso dejarla para tener que casarme con un tipo al que no quiero sólo por complaceros a vosotros, ¡suéltame! 

- León: No me importa lo que quieras, tú te vas a venir ahora mismo conmigo y harás lo que tu madre y yo te digamos, no pienso permitir que te convierta en un fenómeno como ella - mi padre ya estaba pasando del límite, no pienso tolerar que llame fenómeno a Verónica, pero justo cuando fui a hablar ella se adelantó.

- Verónica: Disculpe señor, pero con todo el respeto del mundo le voy a pedir que suelte el brazo de mi prometida - ella siempre tan educada y amable, incluso en estas situaciones, me encanta.

- León: No te atrevas a hablarme, y olvídate de mi hija, ella no es tu prometida - cada vez me estaba haciendo más daño y no podía zafarme de sus asquerosas manos.

- Verónica: Mire, estoy intentando ser amable, pero no me queda de otra. Yo seré un fenómeno y todo lo que usted quiera, pero amo a su hija y estoy segura de que le daré todo lo que necesita y la haré feliz. Otra cosa, piense, reflexione y arrepiéntase, porque perder a una hija como Kimberly es un pecado que nunca debió cometer, si usted fue alguien decente, si tuviera dos dedos de frente estaría más preocupado en hacer que la perdone y ser el padre que merece que querer apartarla de alguien que de verdad la ama. - sus palabras me matan - Así que si es tan amable, ¿puede soltarla el brazo e irse?, por favor. - no pude evitar que una pequeñas lágrimas salieran de mis ojos, nunca nadie me había defendido ni querido tanto como ella lo hace, es tan hermoso todo lo que hace por mí que a veces creo que no la merezco. Mi padre no dijo ni una palabra más y se fue.

- Gracias, te amo. - la besé suavemente mostrándola todo mi amor y después la abracé fuertemente, necesitaba su apoyo, su calor...y sobre todo su amor.    

Después de estar durante un buen rato abrazadas decidimos que lo mejor sería recoger e irnos a la cama, ya que ha sido un día de muchas emociones. Mientras Vero se cambia yo decido quedarme en el balcón, me encanta mirar al cielo por las noches, ver las estrellas, la luna...es una belleza inexplicable. De un momento a otro siento los brazos de Verónica enlazarse alrededor de mi cintura mientras ella apoya su cabeza en mi hombro y me susurra

- Verónica: ¿Qué haces mi amor? - sonrío instintivamente.

- Miraba el cielo, ya sabes que me encanta, es como una belleza misteriosa.

- Verónica: La única belleza que hay esta noche aquí eres tú.

- Te amo - la dije mientras me daba la vuelta para mirarla a los ojos.

- Verónica:  ¿A sí? - dijo mientras empezaba a acercarse peligrosamente a mí con una sonrisa en su rostro.

- Sí - me di otra vez la vuelta y ahora la que sonreía era yo. Nos quedamos en silencio durante unos minutos mientras ella seguía abrazándome por detrás. Ambas estábamos mirando al cielo y fue ahí cuando yo decidí romper el silencio para hacerla una pregunta - oye Vero, ¿tú crees que el amor puede ser igual de eterno e infinito que el universo?

- Verónica: Jajaja, me encanta esa referencia, y sí, yo creo que sí porque cuando el amor es verdadero no importan los obstáculos, es como la luna y el sol que todos los días luchan por su amor y pase lo que pase su amor es tan eterno, verdadero y especial que incluso crearon el eclipse, un momento intenso donde ambos se muestran todos sus sentimientos, y esperan con ansias a que llegue el siguiente. Por eso creo que cuando un amor es de verdad, es eterno y especial, y no hay nada ni nadie que pueda destruirlo porque a pesar de todo el destino siempre vuelve a juntar a los amantes. - cuando terminó no supe qué decirla, me quedé sin palabras, todo lo que dijo fue tan hermoso que me recuerda a nuestra historia, una historia que aún continúa.

- Vaya, eso...ha sido precioso, diría que incluso más que el cielo esta noche - ambas nos reímos - bueno, creo que deberíamos irnos ya a dormir cariño, es algo tarde - ella sólo asintió, nos fuimos a la cama y cuando ambas estábamos ya tumbadas yo me giré hacia ella y la abracé.

- Verónica: Buenas noches prometida, te amo - dijo eso y me dio un beso en la frente. "Prometida", que bien suena esa palabra cuando la dice ella, después de toda esta noche tan increíble creo que voy a dormir bastante bien, aunque un poco ansiosa por contarle a mis amigas todo.



















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