Capítulo 34: "Nosotras" se convirtió en "tú" y "yo"

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Kimberly's POV

Era difícil ver como ella no sabía nada sobre mí después de tanto tiempo, pero a pesar de ello yo no iba a darme por vencida, ella iba a recordar lo que éramos y lo que seguimos siendo, no me importa cuanto tiempo vaya a costar, la necesito, necesito que vuelva a ser la misma, necesito sus caricias, sus palabras, que me llame "mi amor", sus besos...todo, la necesito de vuelta.

Otra vez comencé a llorar sin darme cuenta, mientras pensaba en ella las lágrimas simplemente salían sin permiso rodando por mis mejillas, y cada vez más y más inundaban mi rostro en un mar que no paraba de crecer, y en ese momento es cuando noto la mano de alguien limpiándome o intentando limpiarme las lágrimas. Yo aún estoy con los ojos cerrados ya que todas esas lágrimas hacen que no pueda ver, pero ese tacto, esa suavidad en sus caricias, esa ternura y delicadeza hacen que sepa quién es en tan solo unos segundos.

- Verónica: ¿E...estás bi...bien?, ¿qu...qué te ha pa...sado? - dios no puede ser, no me hagas esto, ruego en mis adentros. ¿porqué tiene que hacer estás cosas que sólo hacen que me enamore más y más de ella?

- S...sí, estoy bien, no ha sido nada sólo recuerdos. - la dije mirándola a los ojos e intentando sonreír para que viese que esta bien, mientras ella seguía quitando todo rastro de lágrimas que quedase en mi rostro. Después en un acto impulsivo me abrazó, no sé porqué pero se siente como antes, como si tuviera a mí Verónica aquí y yo no quiero soltarla.

- Verónica: ¿E...es...tás me...me...jor? - sin saber porqué sonrío ante ello.

- Sí Verónica, estoy mejor, gracias. - ella se aparta y me mira con una sonrisa a la cual correspondo, quizá no me sea tan difícil recuperarla.

Estuve toda la mañana con ella incluso cuando su hermano vino a verla, no porque yo quisiese, que también, sino porque fue ella la que me pidió que no me fuera y pues así lo hice. Después de la visita de su hermano vinieron sus padres y algunos amigos de ella, y ahí si preferí dejarles a ellos solos, yo no pintaba nada ahí. Ahora estoy sentada en la silla de siempre, al lado de la camilla mirando a Verónica dormir, me encanta mirarla mientras duerme, se ve hermosa, incluso con el pelo algo alborotado, y sin darme cuenta la sonrisa de boba vuelve a aparecer en mi rostro, y también estoy esperando a que venga el doctor, ya que cuando dejé a Verónica con sus padres y sus amigos el doctor me vio por los pasillos y me dijo que estaban terminando de ver unos resultados de las pruebas de Vero y que cuando supiese algo se pasaría por la habitación para decirnos cualquier cosa, y yo estoy muy ansiosa por saber lo que quiera que sea que tiene que decirnos. Después de estar así como unos veinte minutos el doctor apareció por la puerta, aunque Verónica aún sigue durmiendo.

- Doctor: Buenas tardes señorita Miller - dijo cuando entró sin saber que Verónica estaba dormida.

- Buenas tardes doctor, ¿está todo bien?, ¿cuando se puede ir a casa?, ¿pasa algo? - empecé a delirar, el doctor puso sus manos en mis hombros intentando relajarme para poder decirme lo que pasaba, respiré hondo y le pedí que dijese algo.

- Doctor: Verónica está bien, todas las heridas leves están curadas menos la fisura de la muñeca claro, pero ya sabes con la escayola en poco tiempo se recupera, y respecto a la perdida de memoria y el habla ya les dijimos que lo que debían hacer para ayudarla así que mañana mismo puede volver a casa. En cuanto se despierte la enfermera le cambiará la venda y os dará pautas para que sepáis que hacer si la pasa algo, como ataques, ¿vale?

- Sí, claro, muchas gracias doctor, iré a avisar a sus padres - en cuanto el doctor salió de la habitación llamé a sus padres y les conté absolutamente todo, su madre me dijo que vendría más tarde para quedarse aquí a dormir y así luego por la mañana llevarla a casa, me dio algo de pena porque yo quería quedarme, pero su madre tiene razón, llevo más de cinco sin dormir y necesito descansar algo.

A los pocos minutos Verónica se despertó y la conté que a la mañana siguiente podría regresar a casa y también la dije que esta noche no iba a quedarme yo allí sino que su madre vendría, lo cual no la hizo mucha gracia y no me extraña. Dos horas más tardes su madre me llamó para decirme que ya estaba de camino al hospital así que decidí irme antes de que ella llegase, me levanto de la silla y cojo mi bolso, pero Verónica me agarra del brazo.

- Verónica: N...no t...te...va...yas - no sé qué hacer, me quedo unos segundos mirando al suelo y cerrando los ojos para no pensar en lo que me acaba de decir, pero no puedo, iba a decirla que me quedaba, pero no podía hacerlo, aunque ella no quiera quedarse con su madre ese no era motivo suficiente para que me quedase, y además yo necesito dormir y si me quedo aquí no dormiré nada.

- Lo siento mi a... Vero - cierro los ojos fuertemente, siempre la acabo cagando - no puedo quedarme, además es mejor que se quede tu madre, a ella la recuerdas y es tu madre, podéis hablar de cualquier cosa o lo que sea. Yo debo irme, tengo que terminar una cosa de mi trabajo que he ido retrasando así que... - ella asintió comprendiendo - adiós - la di un beso en la frente y me fui, nada más salir por la puerta corrí, empecé a correr hasta llegar a mi casa, necesitaba liberarme, pero nada funciona, lo peor va a ser mañana cuando vuelva a casa, no sé que haré, no sé si podré, a no ser que sus padres decidan que se quede en su casa en lugar de en la nuestra, no sé, ahora todo me da vueltas y no puedo dejar de pensar en lo que pasará mañana, no puedo dejar de pensar en sí acabará recordándome a mí y todos nuestros momentos juntas, "nuestro" parque, nuestra casa...nuestros recuerdos...nuestro primer beso, o nuestra primera vez. Ahora es como si todo aquello ya no existiese, porque sólo yo lo recuerdo.








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