The babysitter. [Matt Shadows Y Tú]

Capítulo 35: Última noche en Tailandia.

Era nuestra última noche en Tailandia así que decidimos ir a cenar a un lugar especial en donde nos prepararon una pequeña fiesta de despedida. La gente de ahí era muy agradable y nos habían tratado súper bien por lo que nos prepararon todo un espectáculo con bailes regionales de ahí, música en vivo y malabares con fuego.

Mientras cenábamos veíamos como los músicos tocaban para nosotros. Al terminar comenzamos a ver como al ritmo de la música unas chicas comenzaban a hacer una especie de danza la cuál constaba de saltar barras de bambú al ritmo de la música. Me levanté de mi silla y enseguida me acerqué para que me enseñaran como lo hacían. Un chico muy delgado y de piel morena me tomó de ambas manos y me hizo practicar un par de veces, una vez más o menos sabiendo como se hacía, la música comenzó a sonar y yo empecé a bailar con el chico.

Matt se levantó de su silla y comenzó a grabarme con su celular. Poco después Matt se animó a bailar conmigo al igual que los niños a los cuales no les costó trabajo hacerla danza.

Yo no paraba de beber todo tipo de bebidas exóticas con alcohol, que habían hecho sólo para nosotros, no era una alcohólica, pero tenía mucho calor y las bebidas estaban deliciosas.

Narra Matt*

Decidí que era el momento de regresar a la casa a dormir, después de todo mañana en la mañana tendríamos que tomar nuestro vuelo de regreso a California.

-Cariño, tenemos que irnos ya.- le quité la copa de la mano a ____ con delicadeza y la puse en la mesa.
-Ay...déjame terminarme esta y ya, amor.- volvió a tomar la copa.
-No preciosa, eso me dijiste hace 7 copas.- volví a quitarle la copa. Yo también había tomando pero no en exceso pensando en que tenía que cuidar a ____ y a mis hijos. -Niños, ya nos vamos.- llamé a los niños que seguían bailando con las personas que nos habían acompañado. Se despidieron y se acercaron a nuestra mesa.

-Anda, vámonos, linda.- me paré de la mesa y tomé su bolso.
-Cargame.- dijo con los ojos a medio cerrar con los brazos extendidos. Sonreí, colgué su bolso en mi hombro y la cargué entre mis brazos. Ella rodeó mi cuello con su brazo y se acurrucó en mi pecho. Me di cuenta de que no traía zapatos. Con la mirada busqué en el suelo y los vi al otro lado de la mesa.

-River, trae los zapatos de ____.- dije haciéndole una señal con la cabeza a River hacía donde estaban sus zapatos. Él obedeció y nos fuimos de regreso a la casa.

Entré a nuestra habitación y dejé a ____ en la cama, fui a acostar a los niños y regresé con ella.

-Hey...linda, tienes que ponerte la pijama.- le susurré. Pero ella sólo se acurrucó más en la cama. Suspiré y comencé a quitarle los mini shorts de mezclilla que traía junto con sus bragas, pensé que la despertaría pero estaba realmente perdida en sus sueños. Retiré la camiseta que llevaba y su sujetador, busqué entre sus cosas algo qué ponerle. Encontré con camisón rosa con un poco de encaje, muy sexy. Sonreí de la manera más pervertida que se imaginan y procedí a ponérselo.

La senté un poco levantando sus brazos y lo deslizé por su cuerpo. Cuando terminé me quité la ropa quedando sólo en bóxers y me acosté a su lado rodeándola con mi brazo. Tenía muchas ganas de follarmela en ese momento, pero decidí dejar que descansara para mañana.

En la mañana pude sentir como ____ se paró de golpe de la cama y corrió al baño.

Yo me levanté de la cama y la seguí. Entré al baño y la encontré incada en el suelo vomitando en el inodoro.

-¿Linda?- ella levantó su cabeza y me vio.
-No entres...- dijo apenada jalando la cadena.
-¿Por qué?- hice caso omiso y entré.
-Que pena...- se levantó del suelo.
-Jamás te avergüences conmigo, amor.- acaricié su mejilla.
-Fueron las consecuencias de pasarme de copas anoche.- dijo tocando su frente.
-Te dije...- reí.
-Es extraño, ya he tomado más antes y no me había pasado esto.- dijo mientras yo sacaba de mi mochila un par de aspirinas.
-Esas bebidas eran demasiado exóticas, preciosa, ten tomalas, te sentirás mejor.- le di una botella de agua y ella se las tomó.
-¿Podemos dormir un poco más?- preguntó.
-Dormirás en el avión, linda, tenemos que irnos ya.- besé su frente y comencé a empacar mis cosas y las de los niños.

Terminamos, dejamos el lugar donde nos hospedábamos y nos dirigimos al aeropuerto. Al subir al avión lo primero que hizo ____ fue acurrucarse conmigo y dormirse, no la veía muy bien, supuse que era aún por la resaca.

Después de un largo vuelo regresamos a California al anochecer.

Al llegar a la casa todos caímos exhaustos en nuestras camas. Hasta que desperté después de unas cuantas horas. Vi mi reloj, eran casi las 4:00 am. Me senté en la cama y pude notar que ____ no estaba a mi lado. Me levanté y salí de la habitación para ir a buscarla. Al bajar las escaleras pude escuchar como una hermosa melodía sonaba desde mi estudio de música. Caminé hasta allá, entré y vi a ____ sentada enfrente de mi gran piano color blanco tocando. Ni siquiera sabía que tocaba, pero lo hacía asombroso.

Caminé despacio para no distraerla. Rodeé el piano y ella se percató de mi presencia, sólo me sonrió y siguió tocando. Yo recargué mis codos en el piano admirando como tocaba. Al terminar subió su mirada para encontrarse con la mía de nuevo.

-No sabía que tocabas, linda.- le dije impresionado.
-Sí, algo...tomaba clases cuando era niña. Hace mucho que no tocaba, creó que estoy algo oxidada.- río.
-¿Bromeas?, eres excelente.- me senté a su lado.
-¿Tú crees?- sonrió tiernamente.
-Sí...- la tomé de la nuca y besé sus labios. -¿Cómo te sientes?- pregunté.
-Mejor.- respondió sonriendo.
-¿Por qué no estás en la cama?- acaricié su cabello.
-No sé, se me fue el sueño.- se encogió de hombros.
-Hahaha pues si dormiste todo el camino de regreso, ¿cómo no, preciosa?- reí y ella río conmigo.
-Oye, amor, quería decirte que mañana regreso a la Universidad.. y estoy un poco...nerviosa.- dijo mirando hacía el suelo.
-¿Por qué linda? No debes de tener miedo de nada, tú eres brillante y muy inteligente. Te irá muy bien, ya verás.- pude ver como mis palabras la hicieron tener más confianza, sonrió y me dio un abrazo.

Al día siguiente llevé a ____ a su primer día de clases. Su clase empezaba a las 10 de la mañana. Llegamos justo a tiempo y me estacioné enfrente de la universidad.

-¿A qué hora sales, linda?- le pregunté.
-A las 3:00 pm, amor.- respondió.
-Oh...rayos...bueno, no importa, le cancelaré a estos tipos y vendré por ti...-
-¿Tienes cita con Avenged Sevenfold?- preguntó.
-Sí, linda, pero no importa. Yo les cancelo para venir por ti y...- me interrumpió.
-No, amor, déjalo, yo me iré sola, no te preocupes.- dijo retirando su cinturón de seguridad.
-No puedo dejar que te vayas sola, no traes tu auto.- le dije.
-No lo necesito, tomaré un uber, amor.- tomó su mochila que estaba en el asiento trasero.
-Pero linda...- volvió a interrumpirme.
-Pero nada...tú ve a tu cita y te veré en la casa para comer, ¿ok?- tomó mi rostro con ambas manos.
-Está bien, linda, pero si algo pasa no dudes en llamarme, vendré por ti de inmediato.-
-De acuerdo.- besó mis labios y salió del auto. Puso su mochila en su hombro y cerró la puerta.
-¡Oye, preciosa!- la llamé. Ella asomó su cabeza por la ventana mirándome. -De una vez dile a los cabrones de tus compañeros que tú eres sólo mía, ¿de acuerdo?- advertí. Ella río y negó con la cabeza. -¡Te amo!- le grité.
-¡Yo más!- dijo dándose la vuelta para entrar a la Universidad. Al percatarme de que entró, encendí el auto y me fui directo a la cita con Avenged.

Narra Val*

*Suenan un par de tonos.*

-¿Si?-
-¿Los seguiste, John?- pregunté ansiosa.
-Así es... la chica se bajó del auto y se metió en lo que parece ser un colegio.-
-¿Y Matt?-
-Sanders se marchó no tengo idea de a donde.-
-Yo sí se a donde, él no importa. Necesito que te quedes ahí hasta que esa perra salga.-
-¿Para qué?-
-Jodela.-
-¿A qué te refieres?-
-Ash...a que le hagas algo.-
-¿Cómo qué?-
-Yo qué sé...atropéyala, violala, golpeala o lo que quieras.-
-¿Quieres que la mate?-
-Pues si se puede sí.-
-Eso no era parte del trato, Valary. Me meterás en problemas.-
-¿Acaso no quieres que te pague bien, idiota?-
-Claro que quiero...y no me digas idiota.-
-Bueno, pues entonces haz lo que te pido. Quita a esa perra de mi camino.-
-Está bien...sólo de verdad espero que me des una buena cantidad por esto. Porque si no lo haces te juro que diré todo ante las autoridades y me importa poco irme a la cárcel con tal de llevarte a ti también.-
-Sí, sí, sí, lo haré, ya lo verás.-
-Bien, te llamaré en unas horas para mantenerte informada.-
-Excelente.-
-Eres una loca enferma, ¿lo sabías?, una loca enferma.-
-Ay...me alagas, guapo.- reí y colgué.