Capítulo 52

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Rodeé su cintura con mi brazo derecho y le di un beso de aproximadamente unos 15 o 20 segundos. Nos despedimos y ella entró a su salón en el que pude ver que ya estaban sus amigas. Al verlas y ellas a mí levanté la mano en gesto de saludo y ellas hicieron lo mismo emocionadas. Después de eso caminé por los pasillos hasta llegar a la dirección.

Afuera había una chica de unos 30 años sentada en una silla detrás de un pequeño escritorio que al parecer era la asistente del director. Me acerqué y carraspeé la garganta para llamar su atención ya que su mirada estaba puesta en su computadora. Al parecer estaba atareada pero en cuanto me escuchó volteó su mirada hacía mí.

-Buenos días, vengo a ver al director.- dije amablemente.
-Ahm...- la chica se quedó con la boca abierta, me pregunté como le hizo para que su saliva no escurriera. Reí muy dentro de mí. -¿A qui-quién, disculpe?- tartamudeó.
-Al director. Necesito hablar con él.- sonreí.
-Ah...claro...¿tiene cita?- preguntó.
-No, pero dígale que es muy urgente que hable con él.- respondí.
-¿Cu-cuál es su nombre?- puse extremadamente nerviosa a la asistente del director. En realidad estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones cuando le hablaba a alguna mujer.
-Matthew Sanders.- la chica se percató de que su boca permanecía abierta así que la cerró de golpe. Tomó un teléfono base y marcó un número.
-Ahm...señor director, el señor Matthew Sanders quiere hablar con usted pero no trae cita. Dice que es muy importante.- dijo a través del teléfono base. -¿El...el director quiere saber de que alumno o alumna es tutor?...- preguntó con nervios.
-____ ____ estudia aquí y yo soy lo único que tiene.- dije seriamente. La chica parpadeó confundida y puso el teléfono en su oído nuevamente.
-Ahm...una alumna llamada ____ ____ estudia aquí y él está a cargo de ella.- explicó. -Ok, señor, se lo diré.- la mujer colgó con sus notables manos temblorosas el teléfono. -Di-dice que pase..- me dijo.
-Muchas gracias.- sonreí mostrando mis hoyuelos, pude notar como ella quería decirme algo pero de sus labios no salió ni una sola palabra, realmente no esperé a que lo hiciera, me di la vuelta y abrí la puerta de la oficina del director, pude sentir aún la mirada de la asistente a mis espaldas.

-Señor Sanders, por favor pase.- el director se levantó de su asiento de piel color negro que estaba detrás de un enorme escritorio y me hizo pasar.
-Señor director, quiero hablar muy seriamente con usted sobre lo que está pasando con uno de sus alumnos.- dije serio después de darle la mano.
-Seguro...usted cuénteme todo.- me invitó a tomar asiento y comencé a platicarle lo que sucedía y como me sentía yo al respecto, como se sentía ____.
-Señor, entiendo su preocupación y su enojo. Pero a ese chico ya le pusimos una sanción, hablé con su padre y él me prometió que las cosas cambiarían con James.
-¿Usted está acaso tomando a la ligera el acoso sexual hacía una de sus alumnas?- pregunté manteniendo la calma.
-No, no, claro que no lo tomo a la ligera, señor Sanders. Por lo mismo que no lo tomo a la ligera tomé cartas en el asunto y le puse una sanción. Lo suspedí por toda esta semana.- explicó.
-Una suspensión por una semana no se me hace suficiente castigo. Tiene que expulsar a ese maldito acosador.- estaba comenzando a perder el control.
-Señor Sanders, por favor le pido que se tranquilice. No podemos correr a un alumno por eso y más cuando ya se tuvo una previa conversación con el padre..- negué con la cabeza.
-De seguro su padre le pagó a usted para que no lo corriera, ¿verdad?- miré fijamente al sujeto
-Claro que no, señor, simplemente llegamos a un acuerdo.- tenía una excelente habilidad para saber cuando alguien me mentía y éste incompetente lo estaba haciendo.
-No le creó nada...- fruncí el ceño.
-Pues lo siento mucho, señor Sanders, pero no puedo expulsar a un alumno así y ya...- dijo con descaro. Yo apreté los dientes ahogando mis ganas de romperle la cara.
-¿Sabe qué?, si usted no expulsa a ese idiota por las buenas, haré que lo haga por las malas. Llevaré mi queja con la policía y llevaremos este caso con un juez...y no sólo ese acosador de mierda saldrá de esta estúpida universidad sino también me encargaré de que lo corran a usted por incompetente.- me levanté de mi asiento y me dispuse a salir.
-Señor Sanders...- habló antes de que pudiera salir, me detuve y me di la vuelta.
-Está bien, lo haré...- suspiró.
-Gracias.- respondí serio. El director llamó al padre de ese idiota y lo hizo venir a la escuela. Mientras esperábamos el director se removía en su silla intimidado por mi mirada y por mi anterior amenaza. Cuando su teléfono sonó.

-Sí, dile que pase.- dijo a través de su teléfono e inmediatamente colgó. Me puse de pie y él también. La puerta se abrió y entró...era ese imbécil con el que Valary me puso el cuerno. Era él...ese imbécil era el padre de James. Ahora comprendía de donde había heredado lo hijo de puta. Los dos nos miramos con odio. Tenía ganas de irmele encima y dejarlo sin piernas por arruinar mi matrimonio, pero también pensé en que la mayor parte de la culpa había sido de Valary y también pensé que ella realmente ya me daba igual. Contuve mi rabia y volteé a ver al director.

-Señor Parker, por favor pase.- le dijo el director.
-¿Qué sucede ahora, señor director?- preguntó confundido. El director sacó una llave maestra de su cajón y se la extendió a él.
-Necesito que vaya al casillero de su hijo y recoja todas sus cosas de ahí. James está oficialmente expulsado de la universidad.- explicó el director con un notable nudo en la garganta.
-¿Qué?...¿Pero por qué?- él no tomó la llave.
-Por ser un maldito acosador.- respondí antes de que el director procesara palabra.
-Esto debe de ser una confusión, usted y yo ya habíamos hablado de esto, señor director.- Jonh se acercó al escritorio del director y puso una mirada amenazante hacía él.
-Lo siento, señor Parker, ya está decidido.- el director desvió la mirada al piso.
-Necesito hablar a solas con usted.- golpeó con las palmas de sus manos en el escritorio. Yo sonreí burlón y salí de la oficina, no sin antes mirar amenazante al director. Él me miró con miedo, pude ver en su graganta como pasaba un gran trago de saliva. Cerré la puerta y volví al escritorio de la asistente ella me seguía con la mirada.

-¿Me puedo sentar?- señalé un par de sillas de espera que estaban como a dos metros de su escritorio.
-S-sí- sonrió nerviosa. Asentí con la cabeza y me senté en una de las sillas a esperar. Saqué mi celular y decidí mandarle un mensaje a ____.

Matt: No fue por las buenas. Será por las malas.

____: ¿El director se negó a expulsarlo?

Matt: Sí, así es. Pero no te preocupes, linda, ese imbécil estará lejos de ti, eso te lo prometo.

____: Trata de no perder la compostura, amor.

Matt: Estaré bien, cariño, te amo.

____: Te amo. ♥

Guardé mi celular y vi como la asistente no paraba de mirarme. No le di importancia hasta que ella armándose de valor se puso de pie y se sentó a mi lado.

-Ahm...disculpa el atrevimiento pero...quería decirte que eres muy guapo.- dijo con los labios temblorosos y tocando su liso cabello ansiosa.
-Oh...muchas gracias.- alcé las cejas y sonreí.
-¿Como cuanto mides?- preguntó aún tocando su cabello.
-Mido 1.85.- respondí.
-Sí eres muy alto...- río.
-Hahaha sí, algo.- reí.
-¿Podrías darme tu número?- preguntó mordiendose el labio coqueta. La chica no era fea, pero en realidad no era para nada mi tipo además de que yo ya estaba con el amor de mi vida.
-Ehm...eres muy amable pero disculpa, tengo novia y estoy comprometido con ella.- reí. Ella se puso roja de la vergüenza.
-Ah... entiendo, lo lamento...- volvió a ponerse aún más nerviosa que al principio.
-Sí, lo siento.- junté mis labios.
-No, no, no...está bien.- se paró y regresó a su escritorio. Pude jurar que vi como se decía a sí misma "que estúpida" en voz baja. Alcé mis cejas y encogí los hombros para posteriormente volver a mirar mi celular.

The babysitter. [Matt Shadows Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora