Capítulo 48.

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Matt:

-Así me gustaría que anduvieras todo el tiempo...- tomé su abdomen desde atrás y comencé a besarle el hombro
-Sí, pero no puedo porque Elizabeth está aquí.- río y tomó unas bragas.
-Hahaha bueno, ella ya te vio desnuda, no hay problema.- reí.
-No es gracioso, Matt. Me dio muchísima pena con Elizabeth. Estaba desnuda y llena de tus fluidos.- dijo poniéndose roja mientras se vestía.
-¿Y qué?...es muy hermoso verte desnuda.- sonreí de lado.
-Sí, claro...- respondió sarcástica.
-¿No me crees?- pregunté.
-No...digo...no es para tanto..- tomó su blusa y se la puso de nuevo.
-Te apuesto a que sí lo eres... mira ven..- me levanté de la cama y tomé a ____ y la puse frente al espejo.- Eres tan perfecta. Eres alta, tienes unas piernas tan sexys, una melena rizada tan sensual, unos enormes ojos azul intenso, un abdomen perfecto, unas tetas y un culazo que mejor me calmo porque te follo otra vez...- ella soltó una carcajada y sus mejillas se pusieron rosadas. -Tu piel es tan suave, tan blanca, tu cara es tan preciosa que pareces un ángel, tu sonrisa es la más adorable que he visto...- besé con ternura su mejilla mientras ella se miraba en el espejo.
-Pronto dejaré de tener ese abdomen...- dijo tocando su abdomen.
-Te vas a ver aún más preciosa cuando se te empiece a notar el embarazo. Ya lo verás.- acaricié las puntas de su cabello que caían sobre su espalda. Ella sonrió y volteó su cabeza para besar mis labios. - Había olvidado tus perfectos labios...- susurré en su oído. Ella río tímida.
-Bueno, debo admitir que tú me haces sentir más segura de lo que a veces me siento.- rodeó mi cuello con sus brazos y me dio un tierno abrazo.
-No tienes por qué dudar de tu belleza. Eres perfecta.- acaricié su espalda.
-¡Tú sí que eres perfecto!- río.
-Tal vez...por eso hacemos una pareja perfecta. Porque ambos somos perfectos.- ambos sonreímos y nos besamos cortamente.
-Iré a a comprar unas cosas a la papelería. Tendremos una exposición la próxima semana.- dijo ella poniéndose sus botas.
-Ahm...linda...sobre eso...ya no quiero que vayas a esa escuela.- revolví mi cabello.
-Cariño, no empieces. Ya habíamos quedado en algo...- puso los ojos en blanco.
-Agh...pero ya no quiero que estés ahí en esa escuela con ese imbécil.- crucé los brazos.
-Estoy segura de que ya se va a relajar.- dijo en tono tranquilo.
-¿Y si no?, ¿y si te hace algo?, mejor ya no vayas, no es necesario, estás mejor aquí conmigo, linda.- tomé su mano.
-Pero, cielo, quedamos en que me dejarías terminar el semestre.- ladeó la cabeza y puso cara de cachorrito.
-Agh...está bien, pero hablaré con el director acerca de ese bastardo y de que no lo quiero cerca de ti. Y no te estoy pidiendo permiso lo haré y punto.- me volví a cruzar de brazos.
-Está bien, cariño...¿puedo irme ya?- preguntó sarcástica.
-No sin mí, yo iré contigo.- tomé las llaves de mi coche.
-Amor, voy aquí cerca, no te preocupes. Además tú tienes que ir por los niños.- tomó un pequeño bolso de mano y se lo colgó en el hombro.
-Bueno, está bien, pero ve con cuidado. Y cuando regreses quiero que te pongas algo lindo porque hoy organicé una cena con mi familia para darles la noticia de que nos vamos a casar. Y por supuesto de que estamos esperando un bebé.- cogí la barbilla de ____ con mi dedo pulgar e índice y la presioné suavemente.
-¿Es enserio?, ¿por qué no me avisaste antes?- preguntó feliz pero con algo de nervios.
-Está bien, linda, a penas en la mañana la organicé. Elizabeth ya está preparando la cena.- la calmé.
-Ok... entonces en cuanto regreses estaré lista.- sonrió nerviosa.
-Vale.- besé sus labios y salí camino a recoger a mis hijos.-

___:

Decidí irme caminando ya que la papelería quedaba demasiado cerca al llegar escogí las cosas que llevaría y fui a la caja a pagarlas. Al salir de la papelería sin querer dejé caer un paquete de plumones de colores. Pude ver como alguien los tomó antes que yo y los levantó.

-____...hola...- Billie me extendió el paquete de plumones y yo seriamente los tomé.
-Hola.- metí los pulmones a la bolsa de plástico que me habían dado y seguí mi camino, pero él me siguió.
-Ahm...¿cómo has estado? No he sabido nada de ti desde hace más de un mes.- preguntó a mis espaldas.
-Estoy bien, Billie, gracias.- mantuve mi seriedad.
-____...- se puso enfrente mío, me tomó de los hombros e hizo que parara de caminar. -Tengo que hablar contigo...- puse los ojos en blanco.
-¿De qué?...¿de que aún me amas y de que soy una egoísta por rehacer mi vida cuando tú fuiste el que arruinó nuestra relación? Si es de eso no quiero hablar.- traté de seguir mi camino.
-No, no, no...bueno, sí es sobre eso que te dije, pero quiero pedirte que me perdones, fui un imbécil. Siempre lo he sido, nunca te he valorado, y sí...aún te amo. Pero tienes razón...tú tienes todo el derecho de rehacer tu vida con alguien que de verdad te valore.- soltó Billie con la cabeza agachada.
-Ay Billie...ahórrate tus comentarios de "aún te amo".- hice comillas con mis dedos. -Cuando era una niñita ilusa te lo creía pero ya no ahora.- fruncí el ceño y lo miré decepcionada.
-Sí, sé que no me crees. Y me lo merezco, yo me he ganado a pulso que ya no confíes más en lo que te digo. Pero bueno...sólo quería pedirte que me perdones por haber dicho lo que te dije. Sólo estaba enojado de saber que alguien más te tendría a su lado y yo no...- entrecerré los ojos y lo miré.
-Bien, te perdono.- traté de volver a irme pero él nuevamente me detuvo.
-Espera...¿puedo invitarte a tomar algo?- se rascó la cabeza y puso cara de frustración, sabía cuál sería mi respuesta.
-No, tengo cosas que hacer, y después de lo que me dijiste dudo que a Matt le guste que salga contigo.- pude ver como Billie fijó la mirada en mi anillo de compromiso.
-Matt es tu novio, no tu padre.- rodó los ojos.
-Tienes razón, no es mi padre, pero honestamente no tengo ganas de salir contigo. Pero gracias por tu invitación, igual puedes invitar a alguna de tus putas que nunca te han faltado..- sonreí sarcástica.
-____, por favor...sólo quiero que volvamos a ser amigos...como antes. Antes de que yo arruinara todo otra vez.- tomó mi mano impidiendo que me fuera. Di un suspiro y lo miré a los ojos.
-Está bien, te veré el domingo en la cafetería de aquí cerca.- dije rendida.
-Claro.- sonrió esperanzado. -Ahm...¿me puedes desbloquear?- preguntó apenado.
-Agh...- dejé mi bolsa en el piso y saqué mi celular. Entré a mis redes sociales y a mi whatsapp para desbloquearlo.

Billie pudo ver que de verdad lo había hecho entrando a mis redes desde su celular.

-Gracias.- sonrió.
-Si vuelves a cometer otra estupidez te juro que esta vez sí te vas a la mierda de mi vida.- dije seria.
-No lo haré. Ya lo verás.- trató de acariciar mi mejilla pero yo volteé el rostro para impedirlo.
-Adiós.- me despedí y me di la vuelta para regresar a casa.

Al regresar Matt ya se había ido por los niños y al parecer aún no regresaba. Me di un baño y me preparé para cuando él llegara. Me puse un vestido un poco corto negro de abajo y blanco con encaje arriba y con un encantador moño negro en el pecho. Elegí este vestido para que mis cortadas no se notaran ya que tenía mangas largas. Me puse unas zapatillas negras, me maquillé y bajé a la cocina a ayudarle a Elizabeth.

-Elizabeth, ¿necesitas que te ayude?- pregunté entrando a la cocina.
-____...que linda te ves, mi niña.- dijo mirándome con ternura.
-Haha muchas gracias. ¿No quieres que te ayude?- volví a preguntar.
-Te lo agradezco mucho, pero no es necesario.- dijo mientras lavaba unos cuantos trastes.
-Vamos, déjeme ayudarle. Yo pondré la mesa, ¿ok?- preparé una torre de platos para llevarlos a la mesa.
-Mil gracias, mi niña.- agradeció Elizabeth.
-Y por cierto, perdona lo de hace rato. Matt y yo debimos haber subido a la habitación para hacer...eso...- dije apenada. La señora Elizabeth soltó una risita.
-No te disculpes, mi niña, no es la primera vez que veo al señor Sanders en paños menores o haciendo cosas...- reí. -Y es porque he trabajado muchos años con él. No pienses mal.- levantó su dedo índice aclarando.
-Hahaha con razón Matt se lo tomó tan despreocupado.- solté una carcajada.
-Sí, realmente ya le da igual que lo vea.- río.

Preparé la mesa con platos, cubiertos y copas y regresé con Elizabeth.

-¿Y qué tal la trataba Valary?- tomé una manzana de un frutero y le di una mordida.
-Ahm...no muy bien...siempre me trató con mucho desprecio, aunque antes no lo demostraba tanto precisamente porque el señor Sanders siempre me ha tratado como si fuera de la familia.- asentí con la cabeza escuchandola atentamente. -Recuerdo que cuando tenía poco tiempo de trabajar aquí tenía muy poca experiencia, y sin querer derramé la copa de vino de la señora Di Benedetto en su vestido.- reí y me cubrí los labios. -No se imagina el drama que me hizo. Casi me deja calva de no ser por el joven Sanders que le dijo que se calmara. Él siempre me defendía.- mezcló un poco con un cucharón en la olla de la sopa.
-Cuando llegué aquí creí que Valary era una persona más...humilde y tranquila.- dije masticando mi manzana.
-Sí, yo también lo pensé, mi niña, pero no cabe duda de que nunca terminas de conocer a las personas.- miré al piso pensativa.

Matt:

-Bien niños, tenemos una cena con la familia hoy así que quiero que se pongan algo decente.- dije entrando con los niños a la casa con sus mochilas cargando en mi espalda.
-¿Cena?...¿por qué?- preguntó River.
-Ya verán hijos, sólo vayan a su habitación y estén listos.- ellos obedecieron y subieron a su habitación. Fui a la cocina y ahí vi a Elizabeth cocinando y a ____ ayudándole a lavar trastes.
-Hola, cariño.- me saludó ____.
-Hola, linda.- la tomé de la cintura por atrás y di un beso en su mejilla. -Que hermosa te ves.- susurré en su oído.
-Gracias.- sonrió coqueta y siguió lavando.
-¿Qué haces? No quiero que tus suaves manos se maltraten.- levanté ambas cejas.
-Yo le dije que yo podía, señor Sanders, pero ella insistió.- me dijo Elizabeth.
-Lo que tienes de hermosa lo tienes de necia.- di una palmada en su trasero.
-¡Matt!- dijo divertida.
-Iré a prepararme. Ya deja eso, preciosa.- sabía que no iba a hacer caso pero aún así se lo dije, salí de la cocina y subí a mi habitación para bañarme, rasurarme, peinarme y ponerme la ropa que Elizabeth anteriormente ya me había planchado que era una camisa blanca y un pantalón de vestir negro.

Llegó la hora de la cena y mi familia y mis amigos comenzaron a llegar.

The babysitter. [Matt Shadows Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora