The babysitter. [Matt Shadows Y Tú]

Capítulo 24: Matt y los vestidos de abuela.

Entramos a una tienda de ropa y yo comencé a ver y a probarme vestidos mientras Matt esperaba pacientemente.

Salí del probador con un hermoso y largo vestido negro con un poco de transparencia en el escote y el abdomen.

-¿Qué te parece este?- pregunté acercándome a Matt y dando una vuelta.
-Hmm...no sé se te transparenta todo.- Matt me observaba.
-¿Y qué?, se ve bonito. ¿No te gusta?- hice puchero.
-Sí, preciosa, te ves hermosa, pero se te transparenta todo lo de arriba.
-Ay no es mucho, sólo es un leve toque sexy.- guiñé un ojo. -Ademas...¿no te gusta que los demás vean todo lo que es tuyo.- me acerqué y rodeé su cuello con mis brazos.
-Precisamente porque es sólo mío no me gusta que nadie más lo vea.- sonrió.
-No seas tan inseguro, Sanders.- reí.
-Está bien, está bien...lleva ese, sólo porque te ves hermosa.- dijo rendido.
-¡Yaaay!- dije cuál niña pequeña y regresé al probador.

Matt me llevó a otra tienda en dónde vendían puras prendas de lencería, escogió varias y me las dio.

-¿Y qué?...¿no me dejarás escoger una a mí?- crucé los brazos.
-No, ya te dejé escoger el vestido, ahora dame gusto y pruebate los que escogí, ¿sí linda?- dio una palmada en mi trasero.
-Ok, ok...- puse los ojos en blanco y entré al probador.

En realidad no tenía ni idea de como ponerme la gran mayoría de prendas que Matt eligió, nunca en mi vida había usado lencería. Había una chica afuera del probador quién nos estaba atendiendo y decidí pedirle ayuda a ella. Ella accedió amablemente y entró conmigo al probador y me ayudó a ponerme el corset del primer conjunto. En realidad me quedaba bastante bien. Salí del probador para que Matt me viera.

-¿Y...qué opinas?- me acomodé mi melena. Pude ver como la mirada de Matt se transformaba en una con bastante lujuria.
-Me encanta...lo llevaremos.- dijo casi sin aliento.
-Ok...- me di la vuelta y regresé al probador ignorando un poco la mirada de Matt.

Terminé de probarme todos los conjuntos y Matt  decidió llevar todos. Pagamos y salimos de la tienda.

-¿A dónde iremos ahora?- le pregunté.
-No sé, ¿a dónde quieres ir, linda?- Matt me tomó de la cintura mientras caminábamos.
-Quisiera comer algo, ¿tú aún no?- pregunté mirándolo.
-Sí, sí yo también quisiera comer algo...a ti para ser más exactos...- me pegó más a su cuerpo.
-Matt...- reí. -Comportate, estamos en un centro comercial.- susurré.
-Me la pusiste bien dura desde que te empezaste a probar la lencería, culpate a ti por ser tan sexy.- sentí como su mano bajaba.
-Tú querías comprarme lencería.- reí nerviosa.
-Sí y ya muero porque la uses.- metió su mano debajo de mi blusa y acarició mi espalda desnuda.
-Matt no hagas eso...no aquí.- me puse nerviosa, Matt quería calentarme y lo estaba consiguiendo.

Tomó mi mano y me llevó hasta un pasillo que daba hacía los baños del centro comercial. Y ahí comenzó a besarme sin parar.

-Matt, nos pueden ver aquí y nos vamos a meter en problemas.- reí mientras Matt besaba mi cuello.
-Cierto...- dijo Matt deteniendose. Volteó a su alrededor y vio una puerta al lado de los baños, la abrió, era sólo un pequeño cuarto en dónde había material de limpieza. Tomó mi mano y me metió adentro de este.
-Amor, estás loco.- dije adentro del cuarto mientras Matt se asomaba para afuera asegurándose de que nadie nos viera. Cerró la puerta y se volvió hacía mí.
-Tú me vuelves loco.- comenzó a besarme de nuevo.
-Amor, puede venir alguien.- reí.
-Vamos...será rápido.- sonrió coqueto y siguió besándome. No pude más con la calentura y comencé a masajear el miembro de Matt por encima de su ropa, le quité la camiseta y continué besandolo mientras él apretaba mi trasero.

Levantó mi camiseta, bajó mi sostén y comenzó a besar uno de mis pechos. Yo gemía lo más bajo que podía.

Llevaba puesta una camiseta de Guns N' Roses y una falda corta roja tipo escocés. Matt metió sus manos debajo de mi falda y bajó mis bragas de un tirón. Sacó su miembro y me dio la vuelta pegándome a la pared.

-Trata de no hacer mucho ruido, preciosa.- susurró en mi oído para después penetrarme con fuerza. Yo ahogué un grito golpeando la pared con mi mano. Matt comenzó a embestirme de manera rápida y salvajemente. Podía escuachar su respiración acelerada y de vez en cuando pequeños gruñidos de placer. Matt dio una palmada en mi trasero, tapé mi boca para evitar gritar. Pero en cuanto Matt se corrió adentro de mí al mismo tiempo que yo, no pude evitar soltar un pequeño grito.

Matt salió de mí y se subió los pantalones y se puso de nuevo su camiseta. Yo me subí mis bragas y acomodé mi ropa. Salimos del cuarto y al salir vimos a unos cuantos metros a un señor con una escoba que al parecer trabajaba en el centro comercial y se dirigía al cuarto del que estábamos saliendo. Matt y yo aún con las respiraciones agitadas fingimos demencia.

-¡Hey!...ustedes no pueden entrar ahí, es sólo para personal autorizado.- dijo el hombre siguiéndonos. Pero nosotros no hicimos caso. -¡Tendré que poner una queja con la seguridad!- nos gritó aún siguiéndonos.

Como si Matt y yo nos hubiéramos puesto de acuerdo nos volteamos al mismo tiempo hacía el sujeto sin dejar de caminar.

-¡CÁLLATE!- le gritamos al pobre tipo al unísono, el cuál se detuvo en seco y ya no nos dijo otra palabra más.

Matt y yo nos alejamos lo más que pudimos de esos baños, subimos al piso en donde había puros restaurantes y ahí comencé a reír nerviosa.

-¡Matt estás loco!- reí dando un pequeño golpe en su hombro.
-Eso estuvo increíble.- Matt soltó una carcajada.
-Estuvieron a punto de encontrarnos follando ahí adentro.- puse mi mano en mi frente.
-Pero no nos vieron, linda.- río.
-Ash...ese tipo no tenía que ser muy listo para imaginarse qué estábamos haciendo ahí. Y después de como le gritamos, dudo que se quede con los brazos cruzados.- dije preocupada.
-¡Hahaha! A tomar por culo, no me da miedo su seguridad, no hicimos nada malo.- dijo Matt despreocupado.

Yo reí y rodeé los ojos. Nos acercamos a un restaurante de comida mexicana, pedimos unos tacos y nos sentamos a comer ahí mismo.

-Aún tengo la entrepierna llena de tus fluidos y ahora no puedo regresar a los baños a limpiarme porque seguramente ese tipo ha de estar allí.- le dije a Matt en voz baja.
-Te dejé como pavo relleno, preciosa.- soltó una fuerte carcajada.
-¡Cállate!- reí. -De verdad es incómodo. Y voy a tener que tomarme otra pastilla porque tú nunca usas condón.- dije casi susurrando.
-Eres mi novia, no necesitamos usar condón.- dió una mordida a su taco.
-Pero amor, puedo quedar embarazada...-
-Yo sería el hombre más feliz del mundo si eso sucediera.- acomodó un mechón de cabello detrás de mi oreja.
-¿Lo dices enserio?- lo miré.
-Claro que sí, preciosa, te amo y eso sólo sería un producto de todo el amor que nos tenemos.- acarició mi mejilla. Y yo me sentí extremadamente feliz.
-Amor, me vas a hacer llorar.- mis ojos se humedecieron.
-Si es de felicidad estoy orgulloso de hacerte llorar.- dio un beso en mis labios. -¿O qué?, ¿a ti no te gustaría tener un hijo conmigo?- preguntó.
-Sí, sí, claro, es sólo que...-
-¿Qué pasa?-
-¿Tú crees que sería una buena madre?- le pregunté.
-Pero claro que sí, mis hijos te adoran y ni siquiera son hijos tuyos.- Matt sonrió tiernamente.
-Mi mamá siempre soñaba con verme casada y con hijos...- sonreí mirando hacía abajo.
-Pues le daremos gusto, amor. Por cierto, quisiera conocer a tus padres, ¿dónde están ellos?- Matt parecía emocionado por conocer a mis padres.
-Ahm...ellos...ya no están aquí...- un nudo se hizo en mi garganta.
-¿Cómo?..¿no viven aquí?, podemos ir a verlos a donde sea, linda.- Matt sonreía mostrando sus tiernos hoyuelos.
-Es que ellos...fallecieron...hace aproximadamente un año.- la sonrisa de Matt se desvaneció.
-¿Qué?...pero, ¿por qué no me lo habías dicho?- sus ojos me miraron con tristeza.
-No es algo de lo que me guste hablar.- solté un par de lágrimas que al instante Matt limpió con sus dedos.
-Cariño, lo lamento tanto...- dijo Matt. -¿De qué murieron si puedo saber?- preguntó.