The babysitter. [Matt Shadows Y Tú]

Capítulo 39: ¿Quién es James Parker?

En ese momento mi celular sonó, era un mensaje de James. Maldición.

James Parker: Hola lindura, ¿vendrás hoy a clases? 😏

-¿Quién es James y por qué te dice lindura?- preguntó Matt enfadado. Mierda, que buena vista tenía.
-Ignoralo, es el tipo que ayer me tocó, no le voy a contestar.- detuve su mano para que no agarrara mi celular, pero aún así lo agarró. Se quedó mirándolo unos segundos, se paró de la cama y salió de la habitación. -¡Cariño, no, no es necesario que hagas eso, ven acá!- le grité pero él no hizo caso.

Narra Matt*

-Elizabeth, cuida a ____, no tardaré.- le dije a Elizabeth sin detenerme.
-Pero señor...¿a dónde va?- preguntó. Ella ya conocía con exactitud mi mirada de odio, en cuanto la vio supo que algo estaba mal.
-A arreglar cuentas con un imbécil.- tomé las llaves de mi coche y salí, Elizabeth me siguió.
-No está pensando con la cabeza fría señor, por favor, piense bien lo que va a hacer.- hice caso omiso a lo que Elizabeth me dijo. Estaba muy enfadado. Subí a mi auto y fui directo a la Universidad de ____. Ya casi era la hora de entrada y yo quería agarrar a ese pedazo de mierda en cuanto llegara. Me estacioné cerca de la entrada y ahí vi a Cady y a otras chicas juntas conversando. Salí de mi coche y me quité los lentes oscuros. Llevaba puesta mi camiseta gris sin mangas de Motörhead, un pantalón de mezclilla negro, unos tenis deportivos y mi gorra de siempre. Caminé hacía Cady.

-Cady...- la llamé. Ella volteó a verme.
-¡Oh por dios, es M. Shadows!- dijo una de las chicas que la acompañaba.
-¡Eres tan guapo!- dijo otra chica con cabello rubio dando saltitos.
-¿Podemos tomarnos una foto contigo?- preguntó una chica pelirroja con estilo darks.
-Ahm...sí, seguro, chicas.- les sonreí y ellas casi casi se derritieron enfrente de mí. No era el mejor momento dado a que mi nivel de rabia era demasiado alto en ese instante, pero nunca me ha gustado negarle fotos a mis fans. Sonreí lo más que pude y me tomé una selfie con cada una de las chicas. -Siento no quedarme más tiempo con ustedes, chicas, pero necesito arreglar un asunto.- les dije.
-¿Cómo está mi ____?- preguntó Cady.
-Ella está mejor, no se preocupen.- las calmé un poco. -Chicas, necesito que me digan quién es James Parker.- mi seriedad se hizo más notoria.
-Es ese chico de allá.- la chica pelirroja señaló a un tipo de mi estatura con un estilo de rockero mediocre. Sin mediar palabra me dirigí hacía él.

Empujé a uno de los que parecían ser sus amigos para que saliera de mi camino. Al estar enfrente de aquel cretino él me miró burlón.

-¿Se te ofrece algo?- me preguntó.
-¿Qué intenciones tienes tú con mi novia?- pregunté yendo al grano.
-Disculpa, no sé de qué me hablas, yo no te conozco.- río.
-Es el vocalista de Avenged Sevenfold, novio de la sexy chica nueva.- dijo uno de sus amigos al lado de él.
-Cierra la boca, carajo.- le susurró.
-Ten las suficientes bolas de aceptar que sí me conoces y sabes porqué estoy aquí.- di un paso acercándome más a él amenazante. Su amigo dio varios pasos retrocediendo, al igual que los demás.
-Tal vez sí sepa, ¿pero cuál es el problema? Yo no hice nada malo.- se encogió de hombros.
-¿Sí sabías que eso que le hiciste a mi novia se le llama acoso sexual, verdad?-
-Hahaha...sólo fue un pequeño toque en la pierna, y si eso es acosar pues entonces todas las chicas quieren que las acosen.- respondió altanero. La gente nos comenzaba a rodear viendo lo que ocurría.
-Ah...¿o sea que mi novia quería que la tocaras?- levanté las cejas.
-Tal vez...¿qué no me has visto?- preguntó burlón. -Además no tienes nada de qué preocuparte...no te voy a robar a tu noviecita, es una mojigata, yo sólo me la quiero follar.- después de haber dicho eso no pude más con el enojo y solté un puñetazo en su nariz haciendo que cayera al suelo.

Se levantó y dio un golpe con el puño cerrado en mi labio.

-Ay...niño..- dije burlón limpiandome el labio del cual brotaba una gota de sangre. -¿Por qué hiciste eso?- sin esperar a que respondiera la pregunta di un fuerte codazo en su abdomen haciendo que se doblara del dolor, para después dar una patada en su barbilla aprovechando que estaba doblado a la mitad. De nuevo estaba en el piso. Me inqué encima de su cuerpo, y lo tomé de la camiseta. Todos alrededor gritaban cosas como "uuuhhh", "ooohhhh".

-Te voy a enseñar a respetar a las mujeres...- acto seguido; comencé a dar puñetazos una y otra vez en su cara.
-¡Matt, basta!- escuché la voz de Cady pero yo no me iba a detener. Sentí como un par de chicos me tomaban por la espalda y me quitaban de encima de ese imbécil. Me movía como loco los chicos ya no sabían ni como retenerme. Cady se puso enfrente de mí.

-Matt, calmate, él no vale la pena...- dijo Cady calmandome. Paré de forcejear con los chicos y me solté de ellos de un tirón. Mi respiración estaba agitada. El tipo aún seguía en el suelo.

-No vuelvas a acercarte a mi novia.- escupí hacía donde él estaba. Él sólo cerró los ojos dado a que el escupitajo cayó justo en su cabello. -Estás advertido, pendejo.- dije señalando con mi dedo índice hacía él. Me di la vuelta, subí a mi carro y comencé a conducir muy rápido de vuelta a la casa. Estaba extremadamente enojado y con la adrenalina al cien, quería regresar y matar a ese hijo de puta. Tenía que calmarme o tendría un accidente. Al llegar a la casa aparqué mi coche en el estacionamiento, di un par de respiros y entré a la casa más relajado. Elizabeth y ____ estaban esperándome en la sala, al verme ____ puso cara de enojada.

-Hola..- saludé como si nada hubiera pasado y colgué mi gorra en el perchero que estaba cerca de la puerta.
-¿Pero qué fue lo que hiciste?- preguntó preocupada acercándose a mi.
-Sólo le enseñé que a ti nadie te toca más que yo.- contesté de la manera más relajada, había sacado toda mi rabia y ahora estaba en un punto de relajación.
-Estás loco...eso no era necesario. Mira como te dejó el labio.- acarició suavemente mi herida con su dedo pulgar.
-Haha...créeme, linda, él sí que no se quedó limpio. Esto no es nada..- dije limpiandome de nuevo la sangre con los dedos.
-Sabía que se iría a meter en problemas...conozco muy bien esa mirada.- dijo Elizabeth cruzando los brazos.
-En realidad me importa poco que sus papis me demanden.- dije serio. -¿Tú qué haces fuera de la cama?- le pregunté a ____.
-Eso no importa, me preocupas ahora tú.- acarició mis mejillas.
-No, yo sólo tengo una herida en el labio. A ti casi te matan. Ahora ven acá...- la cargué con delicadeza y subí las escaleras hasta llegar a mi habitación.
-¡Matt, puedo caminar perfecto!- río en mis brazos.
-Lo sé, pero me gusta tenerte así.- me detuve enfrente de la puerta de mi habitación y di un beso en sus labios, ella me siguió el beso. -Auch, auch..- me quejé debido a que sus labios habían rozado mi herida.
-Lo siento, cariño.- se disculpó.
-No importa, tú bésame, preciosa.- ella río cerca de mis labios y siguió basándome. Entré a la habitación, la recosté y me puse delicadamente encima de ella sin parar de besarla.

-Tengo que curarte el labio.- puso sus manos en mi pecho.
-Después...- susurré en su cuello.
-No, amor, estás sangrando, anda, ve por el botiquín.- se sentó en la cama.
-Ok...tú ganas.- puse los ojos en blanco y fui al baño por el botiquín de primeros auxilios. Se lo di y enseguida comenzó a ponerme un poco de alcohol en la herida. Ardía hasta el demonio pero el ver su carita tan linda de preocupación mirándome el dolor se me olvidaba. Puso un pequeño curita en la herida y terminó.

-Listo.- besó mi mejilla tiernamente. Rápidamente regresé el botiquín a su lugar, me quité la camiseta y volví a la cama con ella. Acaricié su pierna al mismo tiempo que metía mi lengua entre sus labios. Bajé a su cuello y a su pecho sin parar de dar pequeños besos húmedos en su piel. En eso se escucharon unos golpes al otro lado de la puerta.

-Carajo...- dije en voz alta y luego abrí la puerta, era Elizabeth.
-Señor, lamento la interrupción, pero la señora Di Benedetto llegó.- dijo apenada.