Aquella cínica sonrisa no salía de su rostro. Sentí que la sangre me hervía ¿Qué diablos hacia él aquí?
-¿Qué quieres? -le pregunté de mala manera. Él volvió a mirar a Emilia.
-¿No me vas a invitar a pasar? -me preguntó.
Me quedé quieto en el lugar... no iba a dejarlo pasar. Sentí unas pequeñas manos apoyarse en mi espalda. Giré mi cabeza y la miré. Ella asintió levemente.-Pasa -le dije a mi padre y me corrí de la puerta. Él entró y miró a su alrededor.
-Buenos días, Emilia -le dijo a ella.
-Buenos días, Señor Meyer -le respondió.
-Espero no haber llegado en un mal momento.
-No, para nada -dijo Emilia y sonrió de manera falsa. Reí por lo bajo -Estábamos por desayunar ¿Quiere desayunar con nosotros?
-No gracias -dijo él y se sentó en una de las sillas. Emilia me miró y sonrió de manera dulce.
-¿Qué lo trae por aquí, señor Meyer? -le preguntó.
-Necesito hablar unos asuntos con Claudio -le dijo de manera tajante.
-Bueno... yo ya me estaba por ir, y...
-No, tú no te vas a ningún lado -la detuve. Ella me miró -Cualquier cosa de la que me quieras hablar puedes hacerlo delante de Emilia, padre.
Él me miró fijo, y luego miró a Emilia. Ella se veía algo sorprendida.-Es un asunto delicado -prosiguió él.
-No interesa... yo no tengo secretos con mi novia. Si no se entera ahora, se va a enterar después.
-¿Novia? -preguntó confundido.
-Oh, como fui tan tonto de no decirte papi -dije irónico y me acerqué a Emilia para abrazarla de costado -Te presento a tu nuera... ¿no es encantadora?
Bernie nos miró algo atónitos. Giré mi cabeza para mirar a Emilia y sus mejillas estaban totalmente enrojecidas. Levantó la cabeza y me miró. Le guiñé un ojo y negó divertida con la cabeza.-Así que son... novios.
-Si -dijo ella asintiendo -Espero que le agrade la idea de tenerme en su familia. A mi me encanta que usted sea mi suegro -noté aquel particular tono de sarcasmo.
-Claro que estoy contento... no te imaginas cuanto pequeña -le dijo él.
Noté algo muy extraño en aquella afirmación. La miré fijo, tratando de saber que pretendía.-¿Y bien? ¿Qué has venido? -le pregunté de manera cortante.
-Cariño, no seas tan grosero. ¿Por qué no le ofreces una taza de café a tu padre? -me preguntó Emilia. La miré y ella alzó ambas cejas.
-Oh si, tienes razón amor -le dije y me acerqué a donde estaba ella -Papi, ¿quieres café?
-Un poco estaría bien -me dijo él. Agarré una taza y serví el café. Me acerqué al oído de Emilia.
-¿Puedo escupir un poco en él? -le pregunté.
Ella soltó una leve risita y ambos miramos a mi padre.-Un poco no estaría mal... creo que ha arruinado algo -susurró ella.
-Ha arruinado todo -le aseguré. Tomé la taza y se la alcancé a mi padre -Aquí tienes...
-Gracias -susurró él.
-Bueno, ¿A qué has venido exactamente? -le pregunté mientras me sentaba frente a él.
Emilia tomó un vaso de jugo y se sentó a mi lado, mirando fijamente a mi padre. Él la miró y luego volvió su vista a mí.
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peligrosa obsesión; claumilia [EN EDICIÓN]
FanfictionElla simplemente quiere volverme loco, ella simplemente llegó para acabar conmigo o tal vez para salvarme. adaptación