[ veintiuno ]

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Emilia me miraba asesinamente, mientras que yo me la comía con la mirada. Anna estaba concentrada en decirme algo, pero aún no lo hacía.

-Muchachos, muchachos ¿Por qué no nos calmamos un poco? -dijo Romina. Los tres nos giramos a verla. Asentí con la cabeza y volví mi mirada a Emilia.

-De verdad estoy dolido -le dije y volví a tocar mi pecho -Jamás me lo imaginé de ti, de ti que te veías tan correcta.

-Y ahora la ves incorrectamente deseable, ¿verdad? -Dijo Anna -Hagamos un trato primo, te consigo una noche con ella y me cedes tu cuarto.

-Echo -le dije sin siquiera vacilar.

-Óyeme, ¿Acaso mi dignidad vale menos que una buena cama? -le preguntó Emilia sin poder creerlo.

-Por mi pobre espalda si -le dijo Anna.

-Esa no es manera de convencerme Anna -dijo Emilia.

-Y tampoco creo que sea la adecuada -acotó Anna.

- ¿Lo ves? Eso se llama ser amiga -dijo Ruiz y se acercó para abrazar la chica de ante ojitos.

-Está bien, está bien -dijo mi prima -Mmm, ¿Qué tal un beso?
Emilia la miró fijo por unos cuantos segundos. Soltó un leve suspiro y me miró.

-Está bien -le dijo y se puso de pie. Se acercó a mí. Y cuando estuvo lo suficientemente cerca se puso en puntas de pie. Sus labios rozaron los míos - ¿Puedes agacharte un poco? No llego.
Bobamente obedecí a su petitorio. Me incliné y choqué despacio contra sus labios. Y cuando intenté mover mi boca, para obtener un poco más de ello, se alejó -Listo, su cama ya es tuya Anna.

-Pero, ¿Acaso yo no tengo poder de palabra? -pregunté.

-Ese es el máximo grado de intimidad que lograras conmigo, Meyer -me dijo Emilia.

-Claudio, lleva mis valijas al cuarto ¿sí? -dijo mi prima.

-Yo creo que es justo -habló Romina.

- ¿Acaso tú solo hablas para hundirme? -Le pregunté - ¿Por qué me odias? No, no es justo. Ese no fue el trato Anna. ¿O me das una noche con ella o no hay cama?

-Emilia, ¡por dios! Dale lo que pide -le rogó.

-No, ya te lo dije. Mi dignidad vale más que una cama.

-Por favor, amiga. Por favor -le suplicó poniendo su mejor cara de sufrimiento.
Quizás lo consiga, y al fin obtenga mi noche con Emilia. De solo pensarlo ya me emociono más de lo que debería.
Todos observamos como Emilia miraba fijamente a Anna, de seguro estaba pensando en cómo decirle que no, que ni loca lo haría. Hasta que se giró a verme.

- ¿Sabes Claudio? Pensé que eras un caballero... no se creo que fue una mala impresión. Después de todo siempre te has mostrado generoso y respetuoso para con los que quieres, y como Anns es tu prima... tu única prima por lo que he oído, y por como ella habla bien de ti y lo mucho que te ama, pensé que el sentimiento era mutuo. Pero no... Si la amaras y fueras un caballero le cederías tu cama. Creo que me equivoqué contigo -dijo y apoyó su mano sobre su pecho.
Entrecerré mis ojos y la miré fijo por unos cuantos segundos.

- ¿Sabes que ese es un chantaje muy barato, verdad? -le dije. Ella sonrió.

- ¿Funcionó? -me preguntó. Suspiré levemente.

-Si, funcionó -tomé las valijas de mi prima - ¿Estas son todas?

-Si primito lindo. Muchas gracias, te adoro, eres un encanto -me dijo ella. Miré a Emiliano.

-Me debes una -le dije mientras caminaba.

-Cuando quieras -dijo ella y las tres rieron divertidas.
Yo creo que de verdad está intentando volverme loco. Ella de seguro quiere jugar conmigo. Acabo de conocer a la verdadera Emilia Ruiz. Del mismo material que mi prima, fue hecha solo para volverme loco. Aunque si debo admitir que Emilia tiene algo que Anna no.
Sabe cuando decir que no, y dejarlo muy en claro. Sabe como enredarte y hacerte desear. Sabe cómo dar en el blanco y sabe cómo hacerte sentir un imbécil.
Dios mío, creo que me saqué un boleto directo al infierno. Un boleto a la locura y a mi perdición. Pero ella no va a poder conmigo, ella va a terminar rendida a mis pies. Eso se los puedo asegurar.

peligrosa obsesión; claumilia [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora