Ambos echaban chispas por los ojos... y juro por dios que podía ver con perfecta claridad como cada uno comenzaba a preparar sus armas para en cualquier momento lanzar el primer tiro. Ambos miraron a Emilia. Ella se tensó.
—Yo... —intentó hablar ella.
—¿Qué hace él aquí? —le preguntó Laura.
—Nonono, la pregunta es ¿Qué hace ella aquí? —le habló Mauricio.
—Mi hija me invitó a almorzar —le respondió Laura con un notorio tono de orgullo.
—Pues te cuento que a mí también —le aseguró él.
—Ella me llamó primero a mí —le dijo. Mauricio soltó una leve carcajada.
—Que infantil eres, por dios. ¿Cuándo será el día en que dejes de comportarte como una niña?
—El día en que tú dejes de ser un idiota...
—Loca, siempre estuviste loca. No sé como diablos tuve cabeza para casarme contigo.
—Simplemente porque fui la única estúpida que te dio la hora en tu vida.
—No pienso almorzar con esta mujer —sentenció Laura.
—Y tampoco con este tipejo —dijo.
—Bien que todavía usas mi apellido...
—Solo lo hago para saber lo ridícula que me veo con él...
—Eso no es cierto, mentirosa.
—Si que es cierto, embustero, mal marido, mal padre, mal...
—¡Ya basta! —Emilia elevó su voz, haciendo que todos en el restaurante se giraran a verla. Mauricio y Laura la miraron bien —¡Los dos se sientan y almuerzan conmigo y con Claudio como personas civilizadas!
Sin decir nada se sentaron en sus respectivas sillas. Nadie dijo nada...
El mozo llegó con el champaña, sirvió un poco para cada uno. Y se fue.—Y ahora cada uno va a agarrar la carta y va a pedir lo que le gusta —dijo mi novia.
Como dos robots tomaron la carta y comenzaron a leer. Miré a Emilia y ella sonrió con orgullo de si misma.—Te amo —le dije sin voz. Su mirada tierna me cautivó aun más.
—Yo también —leí sus labios —Bueno —le habló a sus padres. Laura y Mauricio la miraron —Los reuní aquí con el fin de tener un almuerzo con mis padres y presentarles oficialmente a Claudio como mi pareja.
—Y me alegro mucho de ello —dijo mi suegra sin dejar de sonreír.
Su sonrisa se esfumó cuando miró a Mauricio. ¿Por qué se odian tanto por dios? Háganme acordar que debo preguntarle eso a Emilia luego.—Yo también estoy contento por ustedes —dijo el y sacó su mirada de Laura —En especial porque estoy haciendo negocios con tu padre, Claudio.
Me tensé al escuchar aquello. Miré a Emilia y ella negó levemente con la cabeza.—Que bueno —dije por lo bajo.
—¿Y... hace cuanto tiempo que están saliendo? —preguntó Laura mientras tomaba un sorbo de champaña. Mauricio también comenzó a tomar.
—Ayer formalizamos. Pero venimos dando vueltas hace bastante —le dije.
—Siempre supe que ustedes tendrían algo —dijo Laura contenta —Desde el día en que llegaron juntos a mi oficina.
—¿Recuerdas ese día? —le pregunté divertido a Emilia.
—Como si pudiera olvidarlo —dijo ella.
Todos reímos. Y sentí como aquella tensión de hace unos momentos comenzaba a disminuir. Mauricio miró a Laura y esta le sostuvo la mirada.
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peligrosa obsesión; claumilia [EN EDICIÓN]
FanfictionElla simplemente quiere volverme loco, ella simplemente llegó para acabar conmigo o tal vez para salvarme. adaptación