[ dieciséis ]

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Mary se acercó a nosotros con la libretita para anotar lo que íbamos a tomar. Cuando lo hizo miró fijo a Emilia.

-Hola mucho gusto, soy Mary-le dijo y estiró su mano para que ella la tomara.

Emilia sonriéndole amablemente tomó su mano.
-Soy Emilia-dijo ella.

-Eres nueva -habló Mary asintiendo.

-No Mary -le hablé al reaccionar sobre aquello. Pero fue demasiado tarde. Ella giró y se dirigió a todos en el lugar.

- ¡Muchachos, tenemos una integrante nueva en la taberna! -gritó contenta. Todos comenzaron a aplaudir y silbar - ¡Hay que darle la bienvenida!

- ¡No, no, no claro que no! -dije poniéndome de pie.

-Ven Emilia-dijo Mary y le tendió la mano para que ella la tomara. Con un poco de duda Emilia la tomó y caminó detrás de ella hasta la barra. Ulises, Silverioy yo fuimos detrás de ellas, con todo el mundo detrás de nosotros también.

-Mary, por favor no lo hagas -le rogué.

- ¿Por qué? Solo quiero darle la bienvenida al lugar -me dijo ella. Mientras iba llenando un gran vaso con cerveza. Miré a Emilia.

-Vamos cariño, no tienes que hacer esto -le dije. Emilia me miró bien, y luego miró a Mary que estaba frente a ella.

-Claudio, no seas aguafiestas -me regañó Mary. Mary colocó el gran vaso frente a Emilia. Ella lo miró bien -Tienes que hacer fondo de este vaso, y luego te giraremos sobre la silla, para que estés más feliz.

-No lo hagas, Emilia. Así no eres tú -dije casi desesperado.
Emilia miró a Mary y volvió a mirarme a mí.

- ¿Acaso crees que no puedo hacerlo Meyer? -me preguntó.

-No, no es eso. Sino que puede hacerte mal...

-Emilia, mejor escucha a Claudio. Tiene razón -le dijo Ulises.

-No hace falta que lo hagas Emilia-dijo Silverio. Ella nos miró a los tres consecutivamente, y miró de nuevo a Mary.
¡Maldita seas, Mary! ¡No debiste hacer eso!

- ¡Vamos linda, hazlo! -algún imbécil gritó por ahí. Todos comenzaron a gritar que lo hiciera, y todos esos incentivos maliciosos.

- ¿Vas a hacerlo Emilia? -preguntó Oscar.

- ¡No! -dije.

- ¡Sí! -dijo ella firme. Todos festejaron alegres.
Varios de ellos se pusieron alrededor de Emilia para girarla cuando terminara de tomar, haciendo que los chicos y yo nos alejáramos un poco.

- ¿Por qué la única vez que tengo razón no me escucha? -les pregunté a mis amigos.
Escuchamos como todos empezaron a decir: 'Fondo' 'Fondo' 'Fondo'
Les hice un gesto a los chicos para que nos sentáramos en la mesa. Ella no iba a hacerme caso. Pues ni modo, nada podía hacer. Todos se alejaron de la barra, y pude verla riendo con Mary. La cerveza ya había hecho efecto en ella.

-Será mejor que la cuides -me dijo Ulises.

-Normalmente, eso me molestaría -dije mirando hacia Emilia.

-Pero en este caso te encanta la idea -me habló Silverio -Lo sabemos suripanta, ahora ve a cuidarla.
Me empujó para que fuera hacia allí. Me acerqué a ellas me senté en la silla de al lado de Emilia. Ambas se giraron a verme.

-Muy simpática tu amiga Claudio, nunca habías traído chicas aquí -me dijo Mary. Emilia me miró con ojos tiernos.

-Aaaaw, soy la primera chica a la que traes -dijo con tono tierno -Me siento como cuando mi primer novio me llevó a conocer a sus padres.
Mary rió divertida.

peligrosa obsesión; claumilia [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora