"El amor es un loco tan leal, que en todo cuanto hagáis, sea lo que fuere, no halla mal alguno."
William Shakespeare
Miden permanecía recargado contra la pared, a la espera de clientes.
Usaba una camiseta sin mangas y austada que dejaba ver su pecho delgado y sus brazos largos y elegantes.
Algo de carne cubrió sus huesos en los últimos meses. Comía mejor, eso era definitivo. Y trabajaba menos horas, aunque en comparación con lavar autos, ese trabajo no era más sencillo.
Después de su primera vez, misma que vendió a un hombre viejo llamado Hubert por casi la mitad de lo que tenía que pagar, esa noche fue requerido por otros tres viejos. Al amanecer tenía el cuerpo dolorido pero la cantidad que debía pagar en el bolsillo y más para comprar comida para algunos días.
Sax lo vio partir a casa después de pagar la cuota de Jaak. Iba cabizbajo y temblando; de sueño o de frío, ¿quién podía saberlo? Tal vez por el malestar que le dejaron el cuerpo los eventos de la noche. Sax entendía mejor que nadie cuán difícil era la primera noche.
Carissa se tragó el cuento que Miden le contó: que consiguió trabajo en el restaurante de Las Rosas lavando platos en el turno de la noche.
Si lo creyó o no, Miden no lo supo; Carissa no puso objeciones. Solo lloró y agradeció a su hijo con muchos besos.En lo económico funcionó. Al menos por unas cuantas semanas.
En lo personal no; a Miden le costó adaptarse a la rutina, al cambio de horario, a ser usado para placer de desconocidos y cobrar por ello. Trataba de no sentir, no pensar, no arrepentirse cada vez que la noche se terminaba y el recuerdo de los intercambios permanecía fresco y le provocaba asco y vergüenza.
Sax lo vio triste algún tiempo. Pero ya no desesperado. Al menos era un avance. Poco a poco se fue recuperando y un día sonrió otra vez.
Pero como lo bueno no dura, todo se arruinó por su maldito padrastro.
Como ya no pudo quitarle nada a Carissa, ya que Miden pagaba al casero y no le daba dinero a su madre, sino que compraba latas o bolsas de harina, arroz o leche en polvo, cosas que a Ofyyd no le interesaban, el inútil decidió seguirlo.Tal vez su plan era quitarle el dinero, amenazarlo o golpearlo antes de llegar a casa.
Y así descubrió que Miden, como Sax, eran prostitutos en Las Rosas.
No era un sitio que Ofyyd frecuentara; lo suyo era más en el estilo de Las Margaritas. Por eso fue que Miden se creía seguro, hasta que el tipo lo descubrió todo.
Cuando Miden regresó a casa al amanecer, encontró a su madre golpeada y a los niños llorando. No pudo averiguar más; su padrastro lo sacó de la casa y amenazó con matar a su madre y llevarse a sus hermanos, si acaso volvía a poner un pie en "su casa".
—¿Qué dijo tu madre?
Sax estaba despeinado, tenía los ojos enrojecidos de sueño y la luz le molestaba. Pero escuchó a su amigo que, sin escalas, fue a su pequeño departamento de azotea.
Hizo lo posible por consolarlo. Pero Miden tocó fondo esa mañana.
—Solo lloraba. La golpeó el imbécil. Tenía sangre en la cara, pero no pude revisar que tan mal estaba.—¿Te golpeó a ti?
Miden negó.
—¿Quiéres algo de comer?
Miden negó de nuevo. El gesto de asco lo dijo todo, estaba más afectado de lo que parecía.
—Ven —. Sax lo abrazó para consolarlo. Tiempo después lo llevó a la cama.
Con solo camiseta y ropa interior, se quedaron dormidos.
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Lobo Perdido Libro I
WerewolfHadrien Stengel fue, alguna vez, el candidato más prometedor para tomar el puesto del Alfa Mayor de la próspera Manada Lennox. En cambio ahora es solo un hombre sin esperanzas. Su vida transcurre, sometido a una soledad cruel, ajena a su naturaleza...