Capítulo 16

3.2K 452 77
                                    

"El amor aborrece todo lo que no es amor."

Honoré de Balzac

—Toma asiento, por favor.

La voz grave y el aspecto intimidante de Evan Lennox podrían haber puesto nervioso a otro.

Pero Sax sabía leer a las personas.

Evan era el tipo de hombre educado, acostumbrado a mandar, al que todos siempre respetaron.
Uno que se sabe admirado pero que no se envanece tanto de ello porque paga un precio por sus privilegios.

No es que en el pasado Sax tuviera tratos muy frecuentes con hombres así.
La mayoría de sus clientes solo eran idiotas.

Esa noche, Evan se veía extravagante y atractivo, con su traje fino color blanco  en conjunto con sus rastas largas,  atadas en una coleta suelta.

De haber sido un cliente, Sax hubiera saltado sobre su yugular, utilizado todas sus armas para seducirlo.

En cambio, paseaba la mirada por la habitación; la más impresionante de cuánto vió en la casa Lennox.

Había arte en las paredes, jarrones  caros sobre mesitas costosas, pisos brillantes cubiertos de alfombras mullidas, una cama como para un rey, iluminación que lo hacía ver todo más elegante.
El lujo gritaba: ¡Aquí vive el  Amo!

Sax giró en redondo para contemplar cada pequeño objeto en la habitación. "El tipo sabe vivir", susurró para si pero Evan, que ya estaba sentado esperando, lo escuchó.

Como el líder tenía prerrogativas y ventajas. Una de ellas era no esperar a nadie sino ser esperado.

Le irritaba que el Omega se paseara por su habitación, juzgandola, tomándose su tiempo. Pero si algo tenía Evan era un buen corazón y genuina gentileza.

Así que, aunque sus ancestros se retorcieran en la tumba por su actitud pasiva, suspiró, resignado a esperar.

Podía contemplarlo mientras tanto, ya que antes no pudo hacerlo por la confusa relación que tenía con Hadrien.

Era bello. hijo de Ranshaw Lennox, hermano menor del Alfa anterior, que  recordaba por su fuerza y belleza y por ese desdén por las reglas que Sax debió heredar de él. Lo mismo que Hadrien, Ranshaw abandonó la manada arrastrando a su mejor amigo, Mike y a sus respectivos Omegas en la loca  búsqueda de aventuras.

Desde su fundación, la manada Lennox fue gobernada por una reducida casta de Alfas, pero no era el apellido o la clase social, sino la fuerza lo que determinaba quien gobernaría. 

Los hijos de unas cuantas familias solían disputarse el poder cada cierta cantidad de años. Las pruebas se hacían cada diez años, más o menos.
Al ostentar el liderazgo, el Alfa adoptaba el apellido Lennox.

Pero Ranshaw y por supuesto, Paúl eran descendientes ditectos de Lenna Nox, la primera Alfa y fundadora de la manada
Lenna construyó la casa, la llamó "Lennox" y estableció reglas para su funcionamiento aún vigentes doscientos años después.

El chico sería la opción perfecta para él. Sus hijos serían aportaciones superiores para la manada. Tendría tres camadas con él o más, si él Omega lo resistía; era joven y fuerte, podría con ello. Nada más por eso, Hadrien era un lobo muy afortunado.

Lobo Perdido Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora