Capítulo 15

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"Los dogmas del quieto pasado no concuerdan con el tumultuoso presente".

Abraham Lincoln

Miden estaba tan nervioso que se retorcía las manos detrás de la espalda. Para ayudarse a recuperar la cama, buscó en sus recuerdos situaciones estresantes.

Pero en el último año, solo la experiencia con Hadrien llegó a su memoria y sí, los nervios que sentía eran parecidos a los que sintió esa noche.

Sax lo golpeó con el hombro para que dejara de moverse. Miden compuso una sonrisa de disculpa. Y siguió temblando.

Sax en cambio estaba cansado. Para él, toda esa farsa duraba ya demasiado; casi mes y medio de pasear, comer y ser atendidos como si fueran príncipes.

Para él, aquello estaba condenado a arruinarse como todas las situaciones en las que se sentía cómodo y seguro.

Cuando vivió con su abuelo fue feliz. Un niño pequeño que adoraba al viejo, consentido de su tía, mientras que Marjorie estaba quién sabe en dónde.

Y después ella fue por él y sin escuchar las súplicas de su padre y hermana de dejar al niño con ellos, lo sacó de ahí.

También se sintió seguro con Carissa. Pero solo duraron En su casa pocas semanas.

Después tuvo un largo período de rodar de cuartucho en cuartucho. Aprendió a no tratar de hacerlos agradables; más pronto que tarde los echaban o ellos se iban sin previo aviso.

El tiempo más estable de su vida fueron los años con Miden como pareja y ahí estaba, también había terminado.

En la vida todo está condenado a terminar. Eso lo sabía. Solo un idiota se acomoda demasiado para luego sorprenderse cuando todo cambia.

Esa noche la rueda giraría otra vez. No sabía cómo, pero estaba seguro de algo: a Sax Lennox nadie le pondría la mano encima, sin su consentimiento. Su vida la decidía él.

Evan puso todo de su parte para preservar la integridad del grupo de Omegas que llegó a Lennander para las festividades.

Cada Omega que fue "invitado", eufemismo a ser enviado por el Alfa Mayor de su manada y/o sus padres; gracias a las relaciones comerciales hechas durante la última década.

La seguridad era importante. Según rumores, a veces se formaban nuevos grupos a partir de lobos renegados. Robaban niños; Alfas de Élite y Omegas.

Los últimos eran secuestrados con más frecuencia. Desaparecían. En general nadie creía que un Omega secuestrado fuera asesinado, pero era difícil pensar que lo que hicieran con él, fuera disfrutable.

Había historias de venta, de prostitución. Incluso de esclavitud.

Para Sax, todas las opciones eran un poco de lo mismo; no había libertad, aunque dependiendo de la perra suerte, eso podía ser peor en algunos casos.

"De todos modos", pensaba Sax, "estamos jodidos con los humanos o con los lobos. Siempre nos verán solo como sus putas".

Pero aquello no amargaba al Omega. Le resultaba entretenido, como si flotara por encima de todo y se diera cuenta de lo patético que era el mundo.

No se sentía como si fuera asunto suyo. Sax tenía en mente que saldría de esa situación con Miden y con el dinero que resultó de la venta de la casa de su padre.

Eso fue lo mejor del mundo.

Sin mostrar un ápice de remordimiento o melancolía, finiquitó la propiedad sin verla y obtuvo dinero suficiente para comprar una casa donde quisiera y tener ahorros.

Lobo Perdido Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora