Tom Marvolo Riddle no tenía ni la más mínima idea de cómo había terminado en esa situación.
No, sí que lo sabía.
Todo era culpa de ese precioso ángel endemoniado que tenía sentado en el regazo, mirándolo con ojos de cachorro mientras le suplicaba que le dejara ir a ver a su padrino en vacaciones de verano.
El ex-Lord Oscuro solo pudo suspirar mientras se acariciaba el puente de la nariz, pidiendo paciencia a Salazar para no empezar a gritarle a su más preciado tesoro.
-Hortensia, amor, ¿te das cuenta de lo que me estás pidiendo?-preguntó el mayor, acariciando los cabellos sueltos de su ángel.
-Sí.-le contestó en seguida Harry, sonando muy seguro.-Sé que puede ser arriesgado y que hay muchas cosas que podrían salir mal. Pero Sirius podría ser nuestro mejor aliado, también.
-¿Qué quieres decir?-Tom dejó de acariciarse el puente de la nariz y miró más atentamente a su pequeña esmeralda, que también se había puesto serio.
-El día de Yule recibí un regalo de los Potter.-la habitación empezó a temblar en cuanto Harry terminó nombrar el apellido.
Tom estaba hecho una furia.
¡¿CÓMO SE ATREVÍAN ESOS DESGRACIADOS A ENVIARLE UN REGALO A SU TESORO, DESPUÉS DE TODO ESE TIEMPO Y DE LO QUE LE HABÍAN HECHO?!
Tom sintió como alguien acariciaba su mejilla y, al instante siguiente, sintió unos labios suaves y dulces posarse sobre los suyos y quedarse allí. El heredero de Slytherin abrazó la cadera de la pequeña serpiente y lo atrajo hacia sí mismo mientras cerraba los ojos y correspondía al beso de su preciosa hortensia.
Se separaron después de unos segundos, y con un Tom más calmado, Harry continuó hablando:
-La cosa es que mi estúpido hermanito les ha hablado a mis inútiles padres sobre mí y, estarás de acuerdo conmigo, podrían ser capaces de reconocerme si me ven. Y si lo hacen querrán "recuperarme"-Harry hizo el gesto de comillas con los dedos-, por lo que tenemos que estar preparados si eso llegase a ocurrir. Ahí es donde entra Sirius. Si conseguimos ponerlo de nuestro lado, algo no muy difícil ya habiendo convencido a Severus y teniendo en cuenta que Sirius ya está en contra de los Potter, entonces podremos hacer que, como es mi padrino, se quede con mi custodia legal y los Potter no podrán hacer nada ya que Sirius puede ofrecerme un hogar, unos buenos recursos y bla, bla, bla.
Tom se quedó mirando al niño en su regazo pensativo.
Tenía toda la razón, hacer algo así era muy beneficioso, pero también podía ser un problema muy grande si Sirius decidía que Tom no era una buena influencia para Harry y decidía separarlos y llevarse a Harry a vivir con él y Snape.
Harry adivinó lo que su Tommy estaba pensando, decidió intervenir antes de que se fuera por las ramas perdiendo la oportunidad de convencerlo.
-Sirius no nos va a separar.
-¿Cómo estás tan seguro?-preguntó Tom, levantando una ceja.
-Porque tenemos a Cygnus y a Corvus con nosotros.-contestó Harry, muy seguro de sus palabras.
Tom suspiró.
Harry tenía razón.
Con Cygnus y Corvus en su casa lo último que intentaría Sirius sería alejar a Harry de él. Por no mencionar también a los Malfoy, pero algo le decía a Tom que Sirius no se fiaba mucho de ellos.
Cygnus Travers y Corvus Rowle eran los profesores particulares de Harry.
Tom los había contratado cuando Harry dijo que quería estudiar todo lo que pudiese y que no quería robarle tanto tiempo a Tom con eso. Al principio no le gustó nada la idea pero al final los acabó contratando cuando Harry cumplió 6 años.
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Gemelos
FanfictionCuando dos niños, prácticamente idénticos, nacieron el 31 de julio de 1980 y una profecía fue revelada, el destino del Mundo Mágico quedó sellado por la errónea decisión de dos padres y un director. ...