Capítulo 43 (Editado)

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Una vez devuelto el cuadro de Salazar a la Mansión de Port Isaac, todos se pusieron a buscar el libro que Dumbledore había robado. Tardaron dos días en encontrarlo, gracias, sobre todo, a la pasión de Severus y Corvus por los libros y la biblioteca de la Mansión. Lo intentaron leer, pero nadie entendía el libro, estuvieron tres días intentando descifrarlo, hasta que Salazar les recomendó dárselo a Tom. Por lo que Tamsin fue quien le llevó el libro.

Harry estaba con Tom, con el cual ya se había disculpado, al igual que con el resto de sus amigos, cuando Tamsin le trajo el libro. Lo leyeron juntos, puesto que el libro estaba en griego antiguo, idioma que Tom le había estado enseñado a Harry desde que este era muy pequeño. Dado que Tom sabía que muchos libros importantes sobre la magia estaban en latín, griego o macedonio antiguo le había enseñado aquellos idiomas a su pequeño para que no tuviera problemas a la hora de leer libros escritos en esos idiomas. A pesar de que la gran mayoría de magos tan solo sabían latín.

Pero aun así, había cosas que no conocían, por lo que estuvieron descifrando todo lo que no sabían durante dos semanas. Cuando finalmente terminaron de descifrarlo, Tom lo leyó, en una sola noche. No entendía para qué necesitaba Dumbledore ese libro, Tom no podía imaginarse qué estaría planeando el viejo director ni qué hechizo de ese libro necesitaba. Tendría que analizar mejor el libro.

Pasó una semana desde que Tom terminó de leer el libro, Harry también lo había leído y entre los dos habían estado analizando todos los hechizos y las posibilidades de cada uno de ellos, había momentos en los que sentían que lo sobre analizaban. Además de eso, Dumbledore le había encargado a Chavda encontrar y matar al basilisco, por lo que Tom tenía una doble presión encima. No había dormido prácticamente nada en los últimos días.

En ese instante Harry y Tom estaban en el despacho del último, analizando el siguiente hechizo del libro. Harry miró a Tom detenidamente cuando este último bostezó por tercera vez, durante el último minuto.

-Deberías irte a descansar.-susurró el chico, cerrando el libro y llamando la atención de Tom, que le miró, tardando unos segundos de más en entender qué le había dicho Harry.-Estás muy cansado, no puedes hacer nada bien así.

-¿Qué?-Tom parpadeó confundido, hasta que finalmente entendió qué le había dicho su pareja destinada.-No, no. Estoy bien, de verdad, Hortensia. Podemos seguir, abre el libro, por favor.-pero Harry no lo abrió, por lo que Tom suspiró y lo miró. Verde contra azul. El verde se supo ganador cuando el azul se apartó de él.-Bien, iré a dormir, pero mañana seguiremos.

Harry negó con la cabeza, cogió el libro y todos los apuntes que tenían.

-No, tú te centrarás en encontrar al basilisco.-Harry se levantó del suelo, que es donde solían hacer sus investigaciones.-Mientras, yo seguiré descifrando y analizando el libro para descubrir qué trama Dumbledore.

-¡Si lo haces solo tardarás una eternidad!-exclamó Tom, también levantándose.

-Lo sé.-Harry sonrió, tranquilizando a Tom.-Pediré ayuda a alguien que también conoce el idioma.

Tom frunció el ceño.

-¿A quién?

-A Cormarc.-Harry vio como el ceño de Tom se frunció más y suspiró.-El chico sangre pura que ha entrado nuevo en segundo este año.

-¡Oh!-Tom se puso serio de nuevo.-Espera, ¿estás seguro de poder confiar en él?

Harry se encogió de hombros.

-Supongo que lo descubriremos ahora.-contestó Harry, dándose la vuelta.-Además, prometí que lo ayudaría con mi hermano, ¿y adivina quién más sabe griego antiguo?

Tom suspiró.

-Abraham.

-¡Exacto!-Harry sonrió con malicia.-Es la excusa perfecta para juntarlos, además, tres mentes son más rápidas que una y media.-le guiñó el ojo a Tom y acto seguido salió por la puerta del despacho en dirección a la Sala Común de Slytherin, dejando a su pareja parada en medio de su despacho.

Tom suspiró con reprobación antes de sonreír y negar con la cabeza por las ocurrencias de su pequeña esmeralda. Luego se fue a dormir, haría caso a su serpiente y se centraría en el basilisco, dejándole a él el tema del libro. Ya lo ayudaría cuando encontrara al guardián de Salazar.

Cinco días y una víctima después, Tom al fin había encontrado al basilisco, quien lo había reconocido de la última vez que abrió la Cámara hacía cincuenta años, por lo que le dejó hacerlo pequeño con magia y llevárselo consigo a la Mansión Slytherin, donde lo devolvió a su tamaño natural y lo dejó suelto por el bosque de los alrededores. Después volvió a Hogwarts y le dijo a Dumbledore que ya había acabado con el monstruo, enseñándole un poco de piel muerta, la cual había dejado el basilisco al mudar la piel, y el viejo director le creyó.

Por lo que al finalizar el año e irse en el Expreso de Hogwarts de vuelta a sus casas durante el verano, todos los de la "secta" se sintieron triunfadores, a pesar de no haber descubierto aún cual era exactamente el hechizo que Dumbledore necesitaba, iban dos pasos por delante, porque él no sabía que tenían una copia del libro y que tenían acceso a lo que el viejo había robado.

Sin embargo, no sabían que el libro que Dumbledore verdaderamente había robado de la biblioteca privada de Salzar en la Cámara, era un libro muy antiguo, escrito en una mezcla de latín clásico y griego antiguo. Un libro único que Salazar no pudo copiar por la magia que dicho objeto tenía. Por lo que, en verdad, Dumbledore iba cinco pasos por delante de la secta, aunque ellos no lo supiesen.

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