Capítulo 5:

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-Aww, es que aparte de ser una gorda está ciega, por eso no se fija por donde va- contestó la tal Alice.

Alice era delgada, rubia, ojos verdes, era hermosa pero toda una cabeza hueca.

Yo solo las miré sin tomar en cuentas sus opiniones, realmente no me interesaba que se burlaran de mi por mi físico, yo estaba cómoda con mi cuerpo y era lo único que debía interesarme.
Ellas se fueron gracias a que Nicky les hizo muy mala cara.

-Ele, ¿cómo que chocaste con el príncipe?- dijo abriendo tanto sus ojos que parecía que se le iban a salir.

-Si choqué con un chico, pero ni siquiera lo miré bien a la cara, ni tampoco sabía que había un príncipe aquí- comencé a alterarme un poco.

-Para, para, está bien, tú no lo conocías y entonces no pasa nada- dijo mi amiga intentando calmarme.

-De acuerdo- dije yo intentando respirar calmadamente.

En ese momento se oyó la chicharra para volver a clases, Nicky tenía química y yo artes.
La clase de artes me gustaba bastante, dibujar me calmaba un poco en cierta forma.

-Nos vemos en la salida- dijo Nicky despidiéndose de mi, con un beso en la mejilla.

Caminé hacía el aula, estaba en el tercer piso y tenía que subir las escaleras.
Al llegar ya estaban muchos alumnos, quedaban tres puestos atrás, me senté en uno al lado de la ventana. La maestra llegó y todos le prestaban atención, cuando ella iba a comenzar hablar tocaron la puerta.

- Lo sentimos maestra, pero el profesor Ismael nos envió para acá- dijo una voz que me parecía muy conocida.

Y oh por Dios,era el chico con quién había chocado esta mañana, que según decían era el príncipe.
Todas comenzaron a suspirar cuando el pasaba por las filas acompañado de su amigo.

-Hola de nuevo, torpe- dijo él sentándose a mi lado, ya que solo quedaba un asiento al lado mío y uno más en otra fila.

Yo estaba completamente nerviosa, no tenía idea de que responder algo pero la maestra lo interrumpió.

-Bien chicos, saquen sus libretas y quiero que dibujen algo que realmente les guste, o algún sueño que tengan.

Cuando terminó de decir eso, saque mi libreta, el lápiz especial que tenía para dibujar y mis colores. Iba a comenzar cuándo alguien me interrumpió.

-Pss, pssss- Era él príncipe que estaba comenzando a frustrarme con sus ruidos.

-¿Qué quieres?- contesté volteando a verlo,gran error porque casi se me cae la baba al ver lo guapo que era, cuando chocamos no lo había visto del todo bien.

-Oye que grosera, solo quería pedirte prestado un lápiz- dijo volteando los ojos.

-Eres un príncipe y no tienes lápiz, es un tanto estúpido.

-Lo siento, se me olvidó traerlo y ya, vamos tu tienes muchos- era divertido verle rogando por un lápiz.

-Aquí tienes- dije entregándole el lápiz.

-Gracias- volví a decir irónica porque él ni siquiera había agradecido por el, para ser un príncipe ni siquiera tiene modales.

La clase transcurrió calmada, ya qué ninguno de los dos habló. La chicharra sonó y la última clase que yo tenía,era ciencias.
Al salir de la última clase, fui hacía la salida y Nicky se encontraba en la puerta de la entrada.

-Hey, Nicky, ¿cómo te fue?- le dije provocando que esta diera un brinquito.

-Joder, me asustaste- dijo riendo al igual que yo.

-Lo siento, oye, ¿qué harás por la tarde?.

-Supongo que nada,¿por qué?.

-Me gustaría ir al centro comercial por algo de ropa- dije encogiendo los hombros .

- De acuerdo, te acompañaré si me regalas un bote de mantequilla de maní.

La chica tenía gustos raros, pero aún así acepté. Nos despedimos y me encamine a casa.

Casada con él príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora