Capítulo 32:

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Bien, ahora me encontraba recostada al lado de Matías. Podía apreciar que tenía unas cuantas pecas en su nariz y al rededor de las mejillas. Parecía un ángel durmiendo.

Hoy era uno de esos días en que me ponía a pensar sobre todo lo que a pasado en mi vida. Primero mudarme para casarme con él príncipe, después me mudé para alejarme de él, la vida si que daba muchísimas vueltas. Y ahora estoy aquí, al lado de un gran chico.

Matías podía ser un gran chico, un amor de persona pero algo me decía que tenía un secreto, dudaba que fuese algo malo pero aún así lo sentía. Sólo esperaba que no me dañara, nunca me habían tratado como una reina, siempre me trataban como basura. Me hacían burla por mi complexión, entré en depresión por un tiempo, mamá iba y hablaba con los maestros, con el director pero nadie hacía algo.

-Buenos días, señorita, ¿usted cree que me pueda regalar un beso mañanero?- esa voz parecía melodía para mis oídos.

-Buenos días, mrs. Pecas, me encantaría un beso mañanero de usted- sonreí.

No, no fue sólo un pico. Fue el beso más lindo hasta ahora. Sin importar que ambos tuviésemos ese aroma bucal por la mañana, simplemente fue un beso tierno, algo que me llenaba de emoción.

-De verdad quisiera quedarme aquí contigo todo el día-joder, no esperaba que dijera eso.

-También lo quisiera, pero lastimosamente tenemos escuela así que arriba, flojito- me levanté de la cama.

Sí, estábamos en la cama, decidimos que era más cómoda que sofá.
Primero me duche yo y después Matías, obviamente el chico venía listo y ya traía ropa para no tener que ir a su casa.

Ambos bajamos a la cocina, se nos había hecho tarde así que Matías propuso llegar por un café. Y así fue, llegamos a la escuela y justo cuando entramos, la chicharra sonó.

Matías se despidió de mí, me iba a dar un beso en la mejilla, pero claro soy yo, así que giré mi rostro y me lo dió en la boca. Ni siquiera tuve tiempo de disculparme porque se fué sonriendo antes de que dijera algo.
Me tocaba la clase de artes, a él algo de empresas.

-Ven aquí, Eleonor- alzó la mano Jonathan.

-Buenos días- le dije al momento en que me senté.

La profesora no estaba en el aula.

-Buenos días, preciosa, ¿me darás clases hoy?- me guiñó.

Vaya que es coqueto.

-Supongo que sí, te espero en mi casa a las 4:30, ¿está bien?- sonreí.

Él sólo asintió y la profesora entró. Jonathan era un chico divertido, de vez en cuando hacía bromas estúpidas. Le ayudé a dibujar un paisaje, que es lo que la profesora pidió.

Sólo hicimos el boceto y debíamos utilizar pinturas para rellenarlo. Esto era de tarea así que por la tarde que fuera a mi casa lo haríamos.
Pasaron las horas y por fin había llegado la hora de receso.

-Hey, ¿por qué no llegaste temprano hoy?- llegó una Nat con mirada coqueta a mi lado.

-Porque desperté un poco tarde, ni siquiera alcancé a desayunar, pasaría por un café pero en serio era tarde- le respondí mientras caminabamos a la cafetería.

-Hola, chicas- llegó él hermano de Nat.

Cierto, no se los había dicho, Naty tenía dos hermanos, los cuales eran gemelos, eran un año más grandes que nosotras. Omar y Eliot, los gemelos eran bastante guapos.

-Hola, Omar- Omar tenía el cabello rubio y Eliot un poco más oscuro, por esa razón lo diferenciaba.

-Adivinen quien tiene fiesta hoy- hizo un baile de victoria.

-¿Tú?, ¿pediste permiso a mis padres?- Habló Naty algo molesta.

-Obvio no y tú tampoco se los dirás- tocó su nariz.

-Joder, pero ¿Puede venir Eleonor?- le hizo un puchero a su hermano.

Él asintió y yo negué.

-Claro que no, sabes que no me gusta estar con muchas personas- llegamos a la mesa en que siempre nos sentamos y Omar se fué con sus amigos.

-Sí irás, anda, di que sí- seguía con sus pucheros.

-Está bien, pero sólo un rato- contesté y ella chilló emocionada.

-Hola, chicas, ¿Por qué tan feliz Natalia?- llegó preguntando Matías.

Me dió un beso en la frente.

-Hola, porque Eleonor aceptó ir a la fiesta de Omar- sonrió feliz.

-¿De verdad? También iré, pasaré por ti a las 8- guiñó.

Iba a contestar cuando Jonathan nos interrumpió.

-Eleonor, olvidé darte las gracias por ayudarme con el boceto, te veo en la tarde, ¿Irás a la fiesta de hoy?- Sabía que lo estaba haciendo por molestar a Matías.

-No hay de qué, sí, si iré a la fiesta...- Matías no me dió tiempo de preguntarle si también él iría.

-E irá conmigo, Colleen- alzó una ceja.

-Oh, está bien, nos vemos luego- se fué.

Vaya, yo esperaba que se pelearán o algo. El tiempo se nos pasó hablando de cualquier cosa, luego sus amigos vinieron por Matías. Le conté a Naty todo lo que había pasado ayer pero obvio omitiendo la parte de Chace.

Después de eso, pasaron horas y horas pero por fin estaba en casa. Matías me había traído y pidió que le avisara cuando Jonathan llegara.

Entré a casa, me hice comida y subí a mi cuarto. En lo que Jonathan llegaba me puse acomodar mis cosas de artes. Me puse ropa más cómoda y cuando menos pensé el timbre sonó. Fui abrir la puerta.

-Hola, ¿puedo pasar?- un sonriente Jonathan me esperaba del otro lado.

-Hola, claro, pasa- me hice a un lado.

-Bien, antes de empezar, Chace me dijo que te gustaban mucho las gomitas así que te traje unas- sacó de su mochila una bolsa grande de gomitas.

-¡Oh, que rico!, No te hubieses molestado- las tomé.
Eran de diferentes sabores y formas, no esperaba que Jonathan me trajera algo.

-No es nada, sólo quería verte feliz- sonrió.

Lo guíe a la sala donde puse las cosas, sacó sus cosas y comencé a explicarle lo que haría.

-Mira, primero debes imaginarte cómo quieres que quede tú paisaje, puede ser el océano, el atardecer o lo que desees, también puedes hacer combinación de colores o un degradado al momento de rellenarlo, en éste caso es más fácil porque el boceto ya lo tienes- Él sólo se me quedaba viendo.

Me daba demasiada pena que me miraran.

-Okey, lo intentaré.

Nos encontrábamos lado a lado, los pinceles y pinturas estaban al centro.
Quise tomar el pincel más delgado pero Jonathan también, así que parecía que queríamos tomarnos de las manos.

-Oh, lo siento- habló nervioso.

-No te preocupes- nos miramos a los ojos.

Pude apreciar sus ojos, transmitían algo pero no sabía decir que era. Sin querer nos fuimos acercando poco a poco, nuestras narices se rozaban.

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Holiiiiis, ¡he vuelto!, estaré intentando actualizar lo más pronto posible pero no prometo nada porque me han estado dejando bastante tarea:').

Casada con él príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora