Capítulo 2

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Realmente no sabía cómo tuve fuerza de voluntad para levantarme por la mañana, pero no fui capaz de decirle que no a Julieta. Hace tiempo que me ha pedido que vayamos al Palacio de la Escuela de Medicina, así que ya tenía hecho ese compromiso con ella a pesar de que me sentía realmente agotada. No sabía si me sentía así por lo que bebí ayer o por el agotamiento emocional por el que he pasado últimamente, pero saqué fuerzas y mi mejor sonrisa para verla, para recorrer con ella las salas del museo.

—Me encanta la cirugía reconstructiva. —Decía Julieta al abandonar la sala—. Si no hubiese elegido química farmacéutica, definitivamente hubiera estudiado medicina.

—¿Y por qué no elegiste medicina?

—Me da cosa el servicio social, he escuchado horribles historias de las chicas que se van a las comunidades. Y luego las cosas así como están...

Me llevé la mano a la boca en el momento en el que bostecé una vez más, dejando de escuchar por unos segundos.

—¿No dormiste mucho?

—No realmente. No sabes lo que me pasó ayer, ¿recuerdas que Oliver fue por mí?

—Ajam, ¿qué pasó?

—Me llevó a la fiesta del chico con el que sale y resulta que es amigo de Daniel, él estaba ahí obviamente. Fue inevitable que termináramos hablando, pero creo que confundió las cosas y luego me intentó besar, no me dejé y luego me acompañó a mi casa pero todo el camino estuvo en silencio. Ni una sola palabra más que un «gracias por acompañarme» de mi parte y un «ten una linda noche» por la suya. Apenas si pude dormir Juls, sentí tan... Feo, al romper su corazón cuando le dije que salgo con alguien.

Julieta intentaba procesar todo lo que acababa de contarle, creo que hablé demasiado rápido y le dije mucho en muy poco tiempo.

—¿Le dijiste que sales con Matías?

—Le dije que salgo con alguien, no le dije el nombre.

—Okey pero, ¿qué sentiste cuando lo viste otra vez? ¿Te movió algo?

—No realmente. Por un momento sentí que estaba en el 2017 otra vez, pero cuando me intentó besar me regresó a la realidad. Por supuesto que le tengo un cariño especial guardado en mi corazón, él fue un ángel conmigo el año pasado, pero yo al que quiero es a Matías.

—Y Matías lleva dos semanas sin hablarte. Ironías de la vida.

Julieta estaba siendo directa conmigo, siendo demasiado cruda con sus palabras, recordándome algo que tenía más que claro. ¿Qué no ve que sigo pegada al celular todo el tiempo?

—¿Por qué te sigues aferrando a él?

—Por la misma razón por la que tú te sigues aferrando a Eric. —Respondo, mirándola a los ojos.

Sé que no le gustó que le haya dicho eso, no fue necesario que lo verbalizara, su rostro lo dijo todo. Caminamos unos cuantos metros más en silencio, yo iba detrás de ella, siguiendo su paso. Hemos terminando el recorrido y yo me siento más cansada que nunca, cómo quisiera estar en casa en este momento, en mi cama, en pijama y tapada hasta el cuello. En verdad que he hecho mi mejor esfuerzo para levantarme y venir hasta acá para estar con ella, lo que menos quería era que Julieta me estuviera sermoneando.

—Sé que no te gusta que te diga esto. —Dice, rompiendo el hielo, como si hubiera leído mi mente—. Pero me preocupas. Es increíble cómo perdiste la noción del tiempo, pasaron unas semanas y para ti parece que han pasado meses, incluso has descuidado la escuela y tu aspecto físico.

—Lo que él y yo tuvimos en el verano es alguien que nadie entendería. Fue único.

—Solo espero que esta vez no te haga lo mismo de siempre, tú lo amas demasiado pero, ¿él te ama igual a ti?

Solo te quiero para que juegues conmigo [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora