Capítulo 43

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La mañana está de locos. Hay mucha gente histérica al volante hoy ¿o será que solo es mi percepción de hoy? ¡En verdad que hay mucho pendejo suelto con licencia! Y muchos idiotas que no saben que los autos traen direccionales y que no gastas más batería si los utilizas, ¿qué voy a andar adivinando yo que se van a cambiar de carril?

—Otro pendejo...

—Como que hoy la gente anda manejando a lo tonto, ¿no?

—Sí. —Le contesto a mi hermana—. Es horrible manejar aquí, entre que te cuidas de que estos idiotas no te peguen y entre que hay que esquivar baches. Por eso te insisto tanto en salir temprano, porque aquí en la ciudad de México la línea temporal del tráfico es un misterio.

—Oye pero hoy si salí temprano.

Puse la direccional para girar hacia la derecha y entrar así a la calle en dónde se encontraba la escuela de mi hermana. Busqué un lugar cercano a la puerta para poder estacionarme y que así Frida se bajara, teníamos el tiempo medido para que pudiera llegar a la universidad sin ir corriendo. Sobre todo hoy que me interesaba llegar a terminar la presentación de PowerPoint que no hice porque me venció el sueño en la madrugada.

—Oye Anette, ¿crees que nos puedas llevar a Karen y a mí al cine en la tarde?

—¿A qué hora?

—Saliendo de clases, es que compramos boletos para la función de las cuatro porque era la única que tenía la peli subtitulada. Solo es que me lleves a la plaza, mi papá me recoge.

—¿Ah mi papá ya sabía?

—Sí obviamente, ¿qué no ves que después del castigo tengo que pedir permiso para absolutamente todo?

—Está bien, yo las llevo. —Le digo, apretando el botón del auto para que su puerta abriera—. Pero ya, choo que tengo que llegar a la universidad a hacer un par de cosas.

Frida tomó su mochila y abrió la puerta, no se bajó del auto sin antes decir:

—Va, te veo aquí a mi hora de salida normal.

—Sí sí, no se me olvida.

Mi hermana cerró la puerta de un azotón, ni siquiera me detuve más tiempo para hacer corajes. Puse en marcha el auto y tomé dirección hacia la universidad, maldiciendo que haya preferido hacer una llamada de FaceTime con mi ex novio en vez de ponerme a terminar las diapositivas. ¿Cómo se supone que debo exponer con mi presentación a medias? Por un momento pensé en que la solución podría ser pedirle al doctor que me preste el plumón y explicarlo todo con algún mapa o lluvia de ideas en el pizarrón pero entonces en verdad me voy a delatar que no me tomé el tiempo para preparar la exposición.

 ¿Cómo se supone que debo exponer con mi presentación a medias? Por un momento pensé en que la solución podría ser pedirle al doctor que me preste el plumón y explicarlo todo con algún mapa o lluvia de ideas en el pizarrón pero entonces en verdad ...

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Un desastre. No podía describir mejor mi exposición, de las peores que he dado. ¿Qué rayos me pasó? Alcancé a completar el PowerPoint, todavía repasé un poco el tema antes de que llegaran mis compañeros al salón y aún así fue todo un desastre. De solo acordarme me hacía sentir fatal, el cómo tartamudeé, el cómo olvidé cosas, todas las muletillas entre oraciones, esos «ehh» y «estemm...» que se escaparon de mi boca ahora me atormentaban mientras caminaba de regreso hacia el auto con mi computadora en brazos.

Solo te quiero para que juegues conmigo [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora