Capítulo 47

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Todavía seguía molesta por lo que vi ayer y por lo cínico que se comportó Matías conmigo anoche cuando me trajo a mi casa, incluso se atrevió a prometerme que esta vez todo iba a salir bien con la nueva relación que estábamos «construyendo», porque «la confianza iba a ser el pilar más importante en nuestra relación y que ya no iba a haber más mentiras entre nosotros». Me dio aún más coraje cuando le propuse que nos viéramos mañana y me dijo que tenía un compromiso «muy importante» con su familia, pero que podíamos vernos el domingo.

Me negué con la cabeza y continué redactado mi carta de motivos para la universidad receptora en Madrid. «Los motivos para presentar mi solicitud de intercambio tienen origen en dos puntos, el estudiantil y el cultural...» y el emocional, porque por alguna razón sentía que emocionalmente me iba a sentir mejor si ponía un océano entre mi vida aquí y lo que sea que pueda encontrar en España, pero claro que eso no lo iba a incluir en mi carta.

Miré la hora, llevaba ya más de dos horas intentando escribir pero nada terminaba por gustarme. Solo estaba pensando en la cita de Fátima en la terraza, quizás podía estar equivocada y que lo del compromiso familiar de Matías solo sea una gran coincidencia. O no. Puede que de nuevo esté inmiscuida en este triángulo, del cual quiero dejar de ser la punta. Me mordí el labio y volví a mirar la imagen que guardé anoche en mi galería, anoche que me la pasé indagando y buscando en WhatsApp entre miles de imágenes compartidas con Tristán, descubrí aquel screenshot en dónde se veía la ubicación de la famosa terraza en Instagram.

Oliver Ramirez: Ya estoy afuera y ready pa' jugar al detective.

Bajé la tapa de mi computadora y le di dos palmaditas a mi pasaporte, al cual tenía que sacarle dos copias. Lo haría mañana, o tal vez hoy si llegaba temprano, para el lunes poder llevar todos los documentos antes de que se cierre la convocatoria. Agarré mi bolsa y me miré por última vez al espejo, hoy me veía particularmente bonita y es que hasta la ropa la elegí meticulosamente. Incluso mi maquillaje, creo que nunca me había puesto un color tan intenso en los labios, me hacía rara tenerlos así de rojos pero creo que va con la ocasión. Sonreí antes de dejar mi habitación, me sentía como Taylor Swift en Look what you made me do, lo único que pensaba es en darle una ayudadita al karma.

—¿Sabes? Ya ni siquiera me sorprende que Matías quiera jugar con las dos, es lo que ha hecho últimamente, hacerte formar parte de relaciones de tres. —Me dice Oliver, poniendo en marcha su auto—. Siempre son tú, Matías y la chica en turno de Matías. Y pues no, diría mi reina Shakira, el tango no es de tres.

—A mí lo que verdaderamente me sorprende es que ella lo siga queriendo ver a pesar de que nos escuchó coger ayer.

—¿Realmente lo sigues queriendo? ¿O solo se trata de ganarle a Fátima?

Me negué con la cabeza, mirando a mi mejor amigo conducir con la vista hacia el frente.

—Se trata de que él no gane. Es increíble que siempre se salga con la suya, es muy injusto, quiere tenerme pero también quiere tenerla a ella. Si algo ya me ha quedado claro es que Matías solo se ama así mismo. —Le digo, en verdad me tenía enojada—. Ayer el sexo entre nosotros se sintió muy vacío, ¿sabes? Mi cabeza estaba en otro lado, llegó cierto momento en que ni siquiera estaba sintiendo algo por lo concentrada que estaba en pensar en todo este enredo con Fátima y... Cuando llegué a mi casa, no pude evitar pensar en Dan.

—¿Dan?

—Sí. Nos arruiné, y no sé si algún día voy a poder repararlo. —Intenté aguantarme las lágrimas, no quería llorar ahora—. Él realmente me quería y me lo demostró con hechos, y yo no hice nada más que alejarlo. Dan es una persona maravillosa y yo me encargué de destruir nuestra relación y lo herí bastante, cargar con eso es algo que me pone realmente triste. Si lo ponemos en otra perspectiva, yo también he contribuido a que mis relaciones terminen siendo triángulos. Matías, Dan y yo. Matías, Fátima y yo. Y eso no va a acabar hasta que alguien decida salirse del juego.

Solo te quiero para que juegues conmigo [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora