CAPITULO 28
Hoy se cumplieron tres meses del accidente. Fui al cementerio y llevé mi malvón. Tenía intención de plantarlo pero no me dejaron. Me volví con el malvón a casa. Medio que el malvón se convirtió en un símbolo de tu presencia en mi habitación.
Tiene una flor roja tan grande, y desde hace tanto que parece de plástico. Ya como que quiero que empiece a marchitarse y que nazca otra en otra parte.
Me pone un poco nerviosa.
No me crucé con nadie en el cementerio.
Mejor.
No tenía ganas de ver a nadie. Me imaginaba la conversación: Ya tres meses, qué barbaridad cómo pasa el tiempo, ¿no? Sí, no se puede creer. ¿Y vos cómo estás? Mejor, ¿y vos? Depende de los días, qué sé yo. Bueno chau, saludos a tu familia. Gracias, igualmente.
Mejor estar sola.
Tocando las hojas de mi malvón.
Mirando el ondular de un arbusto verde oscuro.
Escuchando pasos de desconocidos.
Oliendo a pasto recién cortado y respirando hondo.
Degustando mi propio y amargo silencio.
Siguen funcionando mis sentidos. Estoy viva, Zoe. Me cuesta soportarlo.
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Solo tres segundos [Paula Bombara]
Teen FictionSolo tres segundos en el espacio azul iluminado. Tres, para buscarse. Dos, para encontrarse. Uno, para apretar los párpados y, aún así, verse. Solo tres segundos antes del impacto. Luego, blanco y ruido, ruido ruido ruido en el espacio azul iluminad...