Solo tres segundos [Paula Bombara]

Segunda parte: Felicitas

CAPITULO 11

Pienso millones de cosas. ¡Millones! Cosas de las vacaciones, cosas del colegio, cosas que me contaste de tu familia. No paro de pensar.

Pienso en tus hermanos, en tu mamá, en tu papá.

Pienso mucho en Lila. En cómo será para una hermana mayor que se haya muerto su hermana menor. No sabés las ojeras que tiene. La vi el otro día, en el cementerio. Como no estuve en el entierro, quise ir al cementerio. Llamé a Lila y le dije que iba a ir. Fui con mamá y papá. La abuela también fue, viste que te re quería.

Tu hermana estaba sentadita en un banco de madera cuando llegamos. Mirando el pasto o sus uñas, no sé. Tenía puesto tu pantalón negro, tu polera negra y tu campera de jean. Reconocí tu ropa enseguida. Yo también me puse ropa tuya, la que dejaste en casa cuando salimos para la fiesta, y las medias que te olvidaste el sábado pasado, esas con estrellas que compramos juntas en la calle. No sé por qué será que alivia ponerse tu ropa.

No sabía que decirle a Lila. Nos dimos un beso y un abrazo que no se terminaba nunca.

Creo que ella me entiende mejor que nadie. Porque vos y yo éramos más hermanas que muchas hermanas que conozco. Y ella lo sabe.