CAPITULO 21
Fue vernos, abrazarnos y largarnos a llorar.
Después de que se nos acabaron las ganas de llorar, pudimos separarnos del abrazo y sentarnos.
Pilu me dijo de encontrarnos en la placita, en el banco que está más cerca del monumento. Así estábamos lejos de todos y hablábamos tranquilos. Fue raro verlo sin gorro, con el pelo rapado y el brazo todavía enyesado...
Él también envejeció y adelgazó. Parece que se va a quebrar de tan flaquito que está.
No paraba de pedirme perdón. Se siente culpable porque él tuvo la idea de ir y volver con Mariano. Se siente culpable porque Pablo dijo que era peligroso ir tantos en el auto y él le contestó que era un exagerado. Yo le dije que él no decidió por nosotros. Que ya estábamos todos subidos al auto cuando él entró. Que todos escuchamos la discusión y que ya conocíamos a Mariano y que las demás veces que salimos con él había estado todo bien.
Pero para Pilu todo es su culpa.
Dice que no puede pensarlo de otra manera.
En la familia están tristes porque Mariano murió, pero felices porque él se salvó.
Fue a hablar con los padres de Nicolás. Y con los otros amigos que Nico tenía. Dice que necesitaba pedirles perdón a ellos también.
Dice que tendría que haber viajado él adelante...
También dice que él se tendría que haber muerto...
Yo lo entiendo. Le dije que a mí me pasa lo mismo.
Y también le dije que ya que estábamos vivos teníamos que hacer que esto valiera la pena.
No sé de dónde me salió eso, pero a él le cambió la mirada por un segundo y dijo sí, es verdad.
Después me invitó a tomar algo al bar de enfrente y la charla fue un poco menos triste. Nos contamos todo lo que vivimos en el hospital, nos reímos de algunas enfermeras y en la mitad de una sonrisa me agarró de la mano sobre la mesa.
Como que nos dio fuerza estar de la mano. No dije nada y él tampoco. Seguimos charlando como si nada. Hablamos de nuestra recuperación y de volver al colegio. De Salomé y de Ana, que siguen internadas. De los líos con el seguro del auto de Mariano: al parecer se olvidó de pagarlo el mes pasado y no dijo nada en su casa. De Pablo, que resultó ser el más inteligente de todos. Me dijo que el tarado también se siente culpable. ¡Ni siquiera estaba en el auto y se siente culpable! Dice que si él hubiera estado en el auto, Anita no se hubiera subido. Yo pienso que se hubiera subido igual, a upa de él, pero esa es una opinión mía. Se lo dije a Pilu. Está tan triste el pobre...
Te juro, Zoe, que veo a Pilu y no puedo creer que lo conozco desde los tres años. Es como mágico verlo cambiar tanto y tan poco al mismo tiempo. Lo adoro. Es como el hermano que siempre quise tener. Te lo dije mil veces y te lo repito ahora. Leopoldo es un tipo especial.
¡Ah! ¿Y sabés qué me dijo? Que está saliendo con una chica. Carla se llama... me puso re contenta. Me la va a presentar.
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Solo tres segundos [Paula Bombara]
Teen FictionSolo tres segundos en el espacio azul iluminado. Tres, para buscarse. Dos, para encontrarse. Uno, para apretar los párpados y, aún así, verse. Solo tres segundos antes del impacto. Luego, blanco y ruido, ruido ruido ruido en el espacio azul iluminad...