¿Han escuchado la historia de un equipo que se adentra en una misión sin nada de experiencia y termina cayendo en millones de trampas hasta que terminan justo donde el enemigo los quiere? ¿No? Bueno, bienvenidos a nuestra historia. ¿Cómo pudimos ser tan descuidados?
De repente comencé a notar por qué la nave me había parecido extraña desde un principio, no tenía ni una sola ventana, ni siquiera en la cabina. Había estado muy oscuro, pero no lo notamos hasta que unas leves luces se encendieron en el suelo. El piso se sacudió y Kumi y yo nos acercamos al panel donde todos los botones y palancas eran desconocidos para nosotros. Presionar todos los botones no era opción. Aunque intenté con uno, pero no sucedía nada, intenté con otro y con otro. Nada.
-Está bloqueado –dijo Kumi, ella también había intentado con algunos-
Me dirigí fuera de la cabina y no se veía ninguna manera para abrir la puerta. Habíamos caído en la trampa, los Eléctricos eran bastante inteligentes y ni siquiera valía la pena intentar abrir esa puerta. Maldita sea, quería golpear mi cabeza contra la pared por nuestra torpeza.
Se sintió una leve inclinación en el suelo y por cómo se sintió el siguiente movimiento, la nave parecía estar elevándose.
- Estamos perdidos- murmuró Forrest-
- Nos ejecutarán a todos –continuo Megan-
- Dentro de poco nos darán por desaparecidos. –concluyó Kumi-
Los miré sin poder creer lo que está sucediendo y por primera vez estaba de acuerdo con ellos.
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¿Cuánto tiempo había pasado ya? ¿Cuatro horas? ¿Cinco? ¿Ocho? No había nada interesante que hacer y la mayoría nos habíamos quedado dormidos, y con mayoría me refiero a todos, como si nos hubiera dado un golpe de sueño de repente. Había intentado no dormirme, incluso yo había seguido despierto cuando nadie más lo estaba, pero era como si no hubiera descansado hacía años y finalmente caí en un sueño y una vez más volví a escuchar esos gritos que tanto me atormentaban, y mi cuerpo volvió a sentirse como si estuviera en medio de un incendio.
Desperté por un extraño chasquido y al parecer los demás también lo escucharon porque parecían alertas, como si no hubieran estado dormidos hace unos cuantos segundos. Las luces se apagaron y la puerta comenzó a abrirse hacia arriba, dejando entrar unas luces parpadeantes del exterior. Fui yo el primero que se levantó, pero en menos de un segundo todos estábamos viendo que había del otro lado de la puerta. Mis ojos tardaron en acostumbrarse, pero después de parpadear varias veces vi que nos encontrábamos en un bosque que no era ni de cerca parecido al bosque bestial. Aquí no había nieve, sino césped y los troncos de los arboles eran más delgados y de un color más claro. El cielo, estaba cubierto de nubes y entre ellas aparecían miles de relámpagos. Jamás había escuchado sobre un planeta así, con un clima húmedo y un cielo tan nublado que apenas se veía nada. Sabía perfectamente que, si no salíamos de ese lugar, el clima comenzaría a afectarnos lenta y dolorosamente.
Bajamos cuidadosamente y en cuanto escuchamos un pequeño ruido sacamos nuestras armas. Activé mi armscomp y Kumi tomó un cuchillo largo y demasiado delgado, mientras Forrest sacaba su espada de la funda. Pero Megan no reaccionó de esa manera, simplemente parecía... ¿Confundida?
Cientos de Eléctricos comenzaron a salir de entre los arboles mientras nos apuntaban con sus armas ridículamente largas, todos tenían cabello y ojos de colores tan extraños que me enfermaba ver tanto color.
- Suelten las armas –gritó una voz grave pero femenina entre los cientos de Eléctricos-
No obedecimos, dimos unos cuantos pasos en frente y nos dispersamos, aunque estábamos rodeados.
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Perdido Entre Lágrimas
FantasyLibro #2 de Lágrimas Congeladas El planeta Seigue jamás había tenido que enfrentar sucesos tan extraños, y no hablo de guerras sino de algo que deja a todos totalmente confundidos, acontecimientos que solo llevan a una misma cosa: Eléctricos. El Su...