Capítulo 4

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Sherak no había regresado y no tenía manera de cómo encontrarlo, eso era una gran desventaja de no estar unidos, pero ¿Por qué habría atacado a Forrest? Necesitaba respuestas, pero en primer lugar tenía que asegurarme de qué había sucedido, no podía pasar por alto nada de esto, eran muchas cosas extrañas para ser una coincidencia. Si Sherak había atacado a Forrest era por una razón en específico, lo conocía desde que nací.

Presioné un botón en mi auricular y este empezó a zumbar de una manera a la que ya estaba acostumbrado que ya casi ni lo notaba.

- Contacta a Kumi.

El auricular hizo un sonido apenas audible al reconocer mi voz, seguido de un largo y eterno silencio.

- ¿Si? –su voz se escuchó del otro lado de la línea-

- Kumi... -no sabía que decir- Siento lo que acaba de pasar.

No respondió por varios segundos, incluso minutos, se escucharon varios pasos seguidos del sonido de una puerta al abrirse y luego cerrarse. Se aclaró la garganta.

- Yo siento haberte llevado con Megan, no sé que sucedió entre ustedes, pero se ve que es algo serio, deberías arreglarlo, se veía muy enfadada contigo, sé que Megan no es así.

- No le he hecho nada...

- No me digas nada, por favor, sé que es personal, entre ustedes dos y no me quiero entrometer.

-Pero...

- Christian, te pido que no le digas a nadie sobre lo que escuchaste, ni siquiera Forrest sabe sobre el juramento.

Lo sabía, Forrest no sería capaz de permitir que su mejor amiga lo defendiera todo el tiempo a tal punto de perder la vida por él.

- ¿Por qué lo haces?

- No quiero hablar de eso. –hizo una pausa- Por favor, Christian, sé que tu harías lo mismo por Megan.

En el pasado sí, pensé, ahora no estoy tan seguro.

- mucha gente quiere hacerle daño a Forrest por ser el hijo del superior. –continuo- Debo irme, debo seguir cuidándolo...

- ¿Cómo está? –ahora fui yo quien la interrumpió-

Suspiró

-Está dormido -su voz tembló- Maldición, Christian, deberías verlo, lo vi antes de que lo llevaran a cirugía y... -tomó aire- tiene mordidas muy profundas, una en la pierna derecha la cual fue la más grande y la que le arrancó más carne, tiene otra en el hombro izquierdo y varios arañazos en la cara y el pecho. Me han dicho que, si Canek no hubiera sentido el peligro y hubiera llegado con Forrest a tiempo, no hubiera salido con vida.  –Su voz se cortó- Lo vi retorcerse del dolor cuando le aplicaron Regennesis, estuve con él en todo momento hasta que al fin se calmó.

Incluso en ese momento no pude contener una mueca de dolor, el Regennesis era una sustancia hecha con ácidos lo cual empeoraba el dolor de la herida, era imposible no gritar cuando te lo aplicaban, sobretodo porque si te anestesiaban no hacía efecto. Aun así, ayudaba a que la carne y piel se regenerara en muy poco tiempo y el dolor disminuía, al menos al siguiente día. Era irónico porque estaba hecho de ácidos, pero estos no eran de los que corroían, estos actuaban diferente al entrar en contacto con la sangre.

Me imaginé a Sherak atacando a Forrest, incluso me imaginé sus dientes clavados en el cuello del castaño y poco a poco sus ojos comenzando a tornarse oscuros y sin vida. Los cazadores no atacaban a los Guerreros al menos que fuera realmente necesario.

- Lo siento –se disculpó antes de que yo pudiera decir palabra alguna- Debo de irme, tengo que estar a su lado por si despierta o por si alguien aprovecha que está lesionado.

Perdido Entre LágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora