Capítulo 13

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Literalmente tuve que apartar cuidadosamente a Megan de mí antes de que se quedara ahí por siempre. Hace tanto tiempo que no estábamos tan juntos y no podía describir lo que sentía en ese momento, pero, aun así, la preocupación y la furia sobrepasaban las demás emociones. Algunos rasguños que Megan había tenido en la cara se estaban borrando al igual que los moretones de sus brazos, sin embargo, uno nuevo comenzaba a aparecer a un costado de su ojo izquierdo.

"¿Qué te hicieron?" pensé. Pero fueron otras palabras las que salieron de mis labios.

- Tenemos que irnos ahora.

Había perdido la noción del tiempo con lo sucedido y no sabía con exactitud cuánto tiempo nos quedaba.

- Esta es como la vigésima vez que intento escapar. –dijo tomándome del brazo antes de que siguiera avanzando por el pasillo- Siempre terminan atrapándome y torturándome. No quiero que te hagan lo mismo, yo distraeré a los guardias y...

- No te dejaré hacer eso.

- Christian, tienes el Prodigium en tus venas...-susurré -

- Lo sé –dije acercándome lo más posible a ella- y tú también lo tienes.

- ¿Qué?

- No hay tiempo, te lo explicaré después.

Sin dejar que diera respuesta alguna, la tomé por la muñeca y comencé a guiarla- Afortunadamente no se resistió por lo cual la solté varios pasos más adelante y dejé que me siguiera por su propia cuenta. Presté suma atención a las vueltas que dábamos. Derecha. Derecha. Izquierda. Izquierda. Megan y yo nos detuvimos exactamente en el mismo segundo. Se escucharon pasos, seguido de voces acercándose.

- Por aquí –señaló Megan entrando por una puerta gruesa, diría que era de hierro, pero parecía de un material más oscuro que no lograba reconocer. -

Las luces estaban apagadas, y por primera vez en mi vida, tardé en acostúmbrame a la oscuridad. Había pantallas colgadas en las paredes, las cuales se prendieron cinco segundos después de que entráramos, no hicieron ruido alguno y afortunadamente la luz era leve. En estas se mostraban fotografías e información sobre Guerreros, los cuales había visto antes pero no conocía del todo. Cada cierto tiempo, las imágenes cambiaban, hasta que una de las pantallas captó mi atención, en ella aparecía una Guerrera que conocía perfectamente. Kumi.

En la fotografía se mostraba su rostro demacrado, estaba lleno de moretones y gruesos rasguños, mientras que sus ojos parecían cansados e incluso en la fotografía pude notar como reprimía una mueca de dolor. Al pie de la foto se leía en el alfabeto Eléctrico: Resultado de la prueba de resistencia.

Apreté mi mandíbula con furia y leí más abajo.

El sujeto 201 fue sometido aleatoriamente a una de las pruebas de resistencia. Ha mostrado grandes habilidades para atacar al enemigo. (Animal genéticamente modificado numero 7) y aunque terminó gravemente herido, no estuvo tan cerca de la muerte como muchos otros Guerreros. También fue sometido a la prueba de tortura mental en la cual no soportó demasiado tiempo. Se ha llegado a la conclusión de que es necesario cambiar su mentalidad a una más agresiva para que sea más fuerte en ese ámbito.

Experimentos fallidos: 2

Los experimentos fallidos han provocado en ella...

Gruñí para mis adentros, la imagen cambió a la de otro Guerrero aun peor de lo que estaba Kumi, miré a Megan la cual me estaba viendo desde la puerta.

- Me hicieron pensar que todos ustedes estaban muertos... -murmuró- Entonces, ¿Zyad sigue con vida? –sus ojos reflejaban esperanza-

Sentí un pinchazo en el corazón, tenía que decirle la verdad, aunque ese momento no era el indicado. Separé mis labios para contestar, sin embargo, un sonido me hizo callarme. El seguro exterior de la puerta se estaba abriendo. Megan miró a todos lados hasta que su mirada se detuvo en un tubo a cierta distancia más delante de la puerta. Se dirigió hasta la pared opuesta de la sala y se colocó en posición para correr. Fruncí el ceño, pero no me atreví a hablar.

Perdido Entre LágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora