- Están mintiendo –Kumi sacudió la cabeza- No es posible que aún no los hayan atrapado o que no hayan muerto por los efectos del clima en su sangre.
- Todo está sumamente calculado –respondió la chica que acababa de entrar, con una sonrisa- Mi padre es un increíble científico y con algunas sustancias robadas, ha diseñado algo para que sobrevivamos aquí. Además, los Eléctricos no entran a este bosque y mucho menos a este edificio por una antigua leyenda que tienen.
- ¿Y tú como sabes de sus leyendas si dicen que han estado escondidos durante estos diecinueve años? –interrogué-
Ella miró a su padre por unos segundos y cuando el asintió, su mirada volvió hacía mí con una sonrisa.
- La ventaja de tener cabello y ojos de colores extraños es que me confundo con los Eléctricos. –Hizo una pausa para continuar, aunque no necesitaba más información para que entendiéramos a que punto iba a llegar- Trabajo en el edificio central la mayor parte del día, he escuchado guardias, mecánicos, sirvientes, cocineros, de todo. Gracias a eso sé mucho sobre lo que pasa en la ciudad. Nadie sospecha de mí porque ningún Guerrero tendría ojos grises.
Nadie contestó pues lo que estaba diciendo parecía demasiado arriesgado para ser verdad.
- Con su ayuda, lograremos regresar a Seigue. Nosotros no entendemos mucho el mecanismo de una nave tan moderna como la que usan los Eléctricos, además borraron nuestras memorias. –explicó el hombre- Pensamos que tendrían una mejor idea que veintinueve adultos y una Guerrera de diecinueve años ¿Nos ayudarán? –Su tono estaba lleno de esperanza-
De nuevo ese silencio. Kumi, Megan, Forrest y yo cruzamos miradas sin saber exactamente que responder, pero a final de cuentas todos los ojos estaban posados en mí incluso si yo solo era el líder en Seigue y no de ahí. Al parecer yo siempre era el que decidía cuando les convenía.
- Trabajar en el edificio no nos asegura nada. –Miré a la peliblanca- Necesitamos que tengas más cercanía con Keyla, sino no servirá de nada.
Su sonrisa se volvió aún más amplia
- Estas hablando con la asistente personal de la general Keyla.
Una pizca de curiosidad comenzó a crecer en mi interior. Ella parecía ser una chica débil físicamente, pero para haber crecido ocultándose en un planeta que no era suyo, su mente debió haberse preparado psicológicamente para cualquier cosa. Pero había algo que no me cuadraba, su vida no era la mejor, tenía que fingir ser una Eléctrica, obedecer las órdenes de Keyla, nació débil y su madre había muerto, y aun así mostraba una dulce sonrisa.
- Entonces... -comenzó a decir el hombre con un brillo en sus ojos-
Me crucé de brazos
- ¿Cómo podemos confiar en ustedes?
- Estamos del mismo lado...
- Que seamos de la misma raza no significa que confiaremos en ustedes –interrumpí- Pruébenos que son de fiar y nos ayudaremos mutuamente, así de fácil.
Padre e hija cruzaron miradas sin saber exactamente qué hacer. Al final fue la chica de ojos grises la que habló.
- Si nos ayudan les diré todo sobre Keyla y lo que planea, después de todo supongo que quieren escapar de este planeta al igual que nosotros y esa información les será de ayuda.
En cuanto estuve a punto de contestar, Kumi me robó la palabra de la boca.
- En realidad, queremos salvar a todos los Guerreros y Soldados que fueron secuestrados. En total fueron doscientos, así que, si nosotros arriesgamos el pellejo por ustedes, ustedes lo harán por nosotros.
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Perdido Entre Lágrimas
FantasiaLibro #2 de Lágrimas Congeladas El planeta Seigue jamás había tenido que enfrentar sucesos tan extraños, y no hablo de guerras sino de algo que deja a todos totalmente confundidos, acontecimientos que solo llevan a una misma cosa: Eléctricos. El Su...