Lo miré a los ojos y noté que su brillo habitual no estaba ahí.
- ¿Cuándo? –pregunté-
- Hace dos días. –Sus manos temblaron levemente cuando levantó su camiseta para dejar al descubierto una larga cicatriz que iba a lo ancho de su abdomen- Me atacó cuando dormía. –Dejó caer la tela de nuevo y se sentó en la silla que estaba en seguida de la cama- Sus ojos estaban dorados.
- Entonces no fue su intención –solté de golpe-
- No, claro que no lo fue. –mordió su labio- Tyler se lanzó sobre Kumi y esa fue la razón por la cual la cortada fue recta y no en un mismo punto.
- ¿Tyler? –No podía creerlo- ¿Estamos hablando del mismo chico de dieciséis años?
Me miró de una manera extraña, como si estuviera molesto, aunque no le tomé mucha importancia. Asintió.
-Ese mismo. Después de eso, cuando unos guardias oyeron que algo iba mal, llegaron y tomaron a Kumi para llevarla a otra habitación hasta que volviera en sí, unos doctores me atendieron y cuando estuve casi del todo curado fui a verla y cuando entré... -Tragó saliva, como si así pudiera deshacerse del nudo que se estaba formando en su garganta- Estaba llorando y apuntaba un arma hacia su cabeza, nunca supimos de donde la sacó, probablemente la llevaba escondida... pero su dedo temblaba sobre el gatillo como si temiera presionarlo, pero tampoco es que pareciera tener intenciones de no hacerlo. Ni siquiera me escuchó entrar, corrí hacia ella y la empujé contra la pared, arrojé la pistola y comencé a gritarle que era una estúpida... -escondió su rostro entre sus manos- Creo que solo lo empeoré.
Digerí lo que acaba de contarme, en silencio y me imaginé que hubiera pasado si hubiera estado yo en lugar de Forrest.
- Hubiera hecho exactamente lo mismo. –concluí- ¿Dónde está ahora?
- No ha salido de su habitación y no quiere hablar con nadie. Apenas ha tocado la comida que Chrystal le lleva.
Después de casi un minuto entero se levantó de su lugar y se dirigió a la mesita de noche, abrió uno de los cajones y sacó varias prendas dobladas.
- Chrystal dijo que quería hablar contigo en cuanto despertaras. Pero quizá quieras darte una ducha antes –dejó la ropa a mi lado. Después volvió aquella sonrisa burlona-
- ¿Qué es tan gracioso? –lo miré molesto por milésima vez-
- ¿En serio no te has dado cuenta?
Lo miré totalmente inexpresivo para que terminara lo que estaba diciendo.
- Megan llevaba varios días durmiendo a tu lado, pero ahora que te levantaste y la manta cayó hasta tu cintura se dio cuenta que estabas en ropa interior. Por eso salió corriendo –Se notaba su esfuerzo por reprimir otra carcajada- Ya sabes, tuvieron que quitarte la ropa que estaba llena de tóxicos y Megan no estaba enterada. –Esta vez no reprimió la risa cuando comencé a sentir mi rostro caliente por segunda vez en el día- Si me disculpas iré a tranquilizar a mi hermana de su posible trauma.
Sin más, salió de la habitación aún riéndose. Maldición, Forrest, te mataré.
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Cuando salí de la habitación me tomó tiempo orientarme puesto que la habitación estaba en una zona en el segundo piso en la que no había estado. Mi cuerpo seguía adolorido y sentía que mi cabeza explotaría en cualquier momento. Caminé por el centro del edificio, ahí donde normalmente estaban todos los Guerreros reunidos, como siempre estaban peleando y casi todos estaban rodeando la escena. Más allá de ellos logré ver a Tyler y a Megan en una esquina apartados de todos. Megan lanzaba golpes tan veloces que apenas se podían percibir, sin embargo, Tyler los esquivaba con una facilidad sorprendente, incluso en un momento que Megan lo distrajo con un golpe directo al abdomen, casi al mismo tiempo arrastró una pierna por el suelo para derrumbarlo y Tyler eludió ambos ataques con tan solo dar un paso atrás y un salto de punto ochenta y cinco metros. Lo aceptaba, tenía buenos reflejos, pero al parecer no tenía habilidad para contraatacar.
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Perdido Entre Lágrimas
FantasyLibro #2 de Lágrimas Congeladas El planeta Seigue jamás había tenido que enfrentar sucesos tan extraños, y no hablo de guerras sino de algo que deja a todos totalmente confundidos, acontecimientos que solo llevan a una misma cosa: Eléctricos. El Su...