Cuando todos estuvieron del todo despiertos volvimos a retomar el camino. Todos habían preguntado por "Ethan" o "el chico extraño de la capucha" y yo les había contado la verdad, que en realidad era una chica cuyo objetivo principal era llevarnos con su grupo. Pero no conté más, ni siquiera yo tenía claro lo que estaba pasando y no quería que los demás dudaran de ella, aunque yo ya lo hacía, Pero ¿qué otra opción quedaba? Porque quedarnos en ese bosque, caminando sin rumbo fijo, no sería opción. Seguiría recto como ella había dicho y estaría preparado para cualquier cosa.Llevábamos caminando por lo menos veinte minutos, y era de cierta forma desesperante, ahí no reinaba el silencio como en el bosque bestial, sino que las pisadas eran más ruidosas, había mosquitos e insectos que yo desconocía, pero que creaban zumbidos irritantes que me hacían querer arrancarme los oídos. Megan estaba a mi lado, pero lo suficientemente lejos como para que la charla que mantenía con el peliblanco no fuera altamente perceptible para mi oído, de igual manera ni intenté escuchar, fuera lo que fuera de lo que hablaran no me interesaba en lo más mínimo... o al menos me trataba de convencer de ello.
Forrest y Kumi se encontraban un poco más atrás, ellos estaban más serios de lo normal. Era de esperarse, pues hasta ahora nadie podía sentir una emoción más grande que la confusión. Primero; Keyla, nos hace caer en su trampa para luego revelarnos que es gemela de Megan. Después, nos encierra y descubrimos que experimenta con Guerreros. Finalmente logramos escapar, pero ¿Todo esto para qué? Para encontrar a una chica que se hacía pasar por un hombre y así salvarnos y llevarnos con su grupo del cual no nos había dado ni una pizca de información.
Miré una vez más la pulsera que ahora se encontraba en mi muñeca derecha. No me había vuelto a poner el armscomp y lo dejé tirado. Todo el tiempo y esfuerzo que gasté en crearlo se había perdido en tan solo unos segundos gracias a la gemela de la chica que amo. Lo que estaba sucediendo no era extraño, era extremadamente sobrenatural. Keyla ¿Qué historia se escondería detrás de ella? Debía de ser algo grande para ser tan inhumana, a tal punto de hacer sufrir a su hermana, la cual no tenía nada que ver en esta situación, aunque ¿Quién sí tiene que ver?
La pulsera era muy simple, no parecía algo que un Eléctrico haría, pero un Guerrero joven tampoco. Todo lo que Tyra había dicho sobre que no pertenecía al planeta Seigue comenzaba a ser cada vez más confuso, pero si eso fuera real, eso significaría que su grupo tampoco lo era, puesto que para haber encontrado un escondite perfectamente oculto y tener un lema, ya debía de haber pasado un buen de tiempo desde que escaparon del edificio. De repente parecía como si hubiéramos pasado mucho más tiempo dentro de la celda de lo que pensábamos, pero era imposible, yo nunca fallaba en medir el tiempo y según mis cálculos no llevábamos tanto, como para que un grupo de Guerreros haya logrado escapar y luego ideado un plan para rescatar a otros. Aunque, también había que tomar en cuenta que Tyra no nos dijo que tan grande era su grupo, bien podrían ser solo unos cuatro.
Se escuchó un golpe sordo a mis espaldas y me giré inconscientemente al mismo tiempo que activaba mi armscomp, solo para recordar que no lo traía. Lo que vi me dejó anonadado, tanto a mí como a Megan que se había girado con la misma velocidad que yo.
- Kumi ¿Qué estás haciendo? –hablé cuidadosamente-
Los ojos de Forrest estaban abiertos de par en par y miraba a Kumi con sorpresa. Está ultima lo tenía contra un árbol, con ambas manos apretando su cuello levemente, pero parecía que poco a poco iba apretando con más intensidad. Di un paso en frente y en el preciso instante en el que Kumi escuchó las hojas y ramas crujir bajó mi peso, giró bruscamente su cabeza y su mirada se detuvo en mí. Me quedé plantado en mi lugar, pensando que lo que estaba viendo en ese momento no era más que el producto de mi imaginación. Los ojos de Kumi se había vuelto en su totalidad dorados y no quedaba ni un rastro del color azul que había estado anteriormente. Di otro paso. Kumi parpadeó. Sus ojos volvieron a ser normales y fue en ese momento cuando advirtió que todas las miradas estaban puestas en un punto en específico, no solo en ella. Lentamente miró sus manos aferradas al cuello de su mejor amigo, al instante retrocedió, dejando a Forrest respirar una vez más y este casi se desploma de no ser que se sujetó del tronco del árbol. Kumi miró sus manos con horror y luego a su mejor amigo para finalmente volver a dirigir su mirada a sus intactas palmas, como si no pudiera creer que eran suyas. Parecía estar a punto de desmayarse y sabía que no estaba exagerando cuando se derrumbó de rodillas en el suelo y se cubrió la cara con las manos.
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Perdido Entre Lágrimas
FantasyLibro #2 de Lágrimas Congeladas El planeta Seigue jamás había tenido que enfrentar sucesos tan extraños, y no hablo de guerras sino de algo que deja a todos totalmente confundidos, acontecimientos que solo llevan a una misma cosa: Eléctricos. El Su...