Perdido Entre Lágrimas

Capítulo 31

Cuando entré a una de las salas del primer piso, donde Chrystal, Tyler, Megan y Forrest se encontraban sentados en el suelo, Forrest fue el primero en advertir mi presencia.

- ¿Hablaste con ella?

Asentí

- Unas cuantas palabras y me gritó que me largara. –contesté- No hablará con nadie.

Habían pasado dos días y Kumi no hablaba con nadie. Creí que ese día, en el que más la necesitábamos, tomaría consciencia, pero simplemente se negaba a salir de esas cuatro paredes.

- La misión se llevará a cabo sin Kumi. –concluí-

Nadie comentó nada, de todas maneras, ya todos sospechábamos que no participaría después del incidente. Nos encontrábamos esperando a Megan que en ese momento estaba alistándose del otro lado de una puerta en aquella sala. Tyler ya lo estaba; llevaba un traje totalmente negro que hacia resaltar su cabello, además su corbata era dorada al igual que el reloj que llevaba en la muñeca izquierda lo que le daba un toque aún más formal. Por primera vez no parecía un Soldado debilucho, pues de hecho el traje remarcaba sus anchos hombros por el entrenamiento. Aparté la mirada sin saber exactamente que pensar.

Chrystal se levantó del suelo y se encaminó a la puerta que se encontraba en el fondo. Tocó la madera suavemente con sus nudillos.

- Vamos, Megan, llevas horas ahí dentro ¿Necesitas ayuda?

Escuché un leve suspiro del otro lado.

- No creo que sea buena idea que me vean con esto. –Admitió finalmente-

- ¿No te gusto? –la voz de Chrystal mostraba tristeza, ya que ella misma había hecho los diseños de los ropajes-

- No, no, no. Está increíble, pero usar vestidos no es lo mío.

- ¡Ay, por favor! Sal de una vez que Christian muere por verte. –me guiñó un ojo y yo fruncí el entrecejo- Y tu pareja de baile te espera. –agregó viendo a Tyler, el cual estaba sumido en sus propios pensamientos y nunca se percató que hablaban de él-

Después de unos cuantos segundos sin hablar, la puerta se abrió y Megan salió tímidamente, con las manos enganchadas en frente suyo. Hice un esfuerzo por ocultar mi sorpresa. Megan me miró y sonrió de medio lado antes de bajar la cabeza.

Se veía más alta por lo zapatos que traía puestos, aun así, no se distinguían debajo del vestido que llegaba hasta sus pies, apenas rozando el suelo. La parte superior del vestido llegaba hasta la clavícula y la tela caía un poco más debajo de los hombros de una forma elegante. La parte del abdomen no estaba al descubierto, sin embargo, la mayor parte de la espalda sí, de ahí a abajo la falda era algo esponjada pero no tanto para ser un estorbo. Combinaba perfectamente con el traje de Tyler pues la parte superior era dorada y se iba contrastando con el negro de la falda. Se notaba que el vestido estaba hecho a la medida, marcaba a la perfección el delgado cuerpo de Megan.

Chrystal aplaudió con alegría al mismo tiempo que daba un pequeño salto.

- Te ves increíble. –comenzó a colocarle un par de pendientes magnéticos a Megan en cada oreja que iban desde la parte superior hasta la inferior- Lo luces incluso mejor de lo que lo haría Keyla.

La sonrisa de Megan se esfumó al recordar a que iba todo esto. Chrystal continuó agregando los detalles finales, una pulsera sencilla en la muñeca izquierda y una pequeña joya debajo del ojo de Megan. Todo de un brillante color dorado.

- Los aretes son los auriculares, la pulsera el micrófono y la joya la cámara. No pierdas ninguno de ellos. –Chrystal mostró una sonrisa orgullosa por su trabajo, a pesar que ella solo había diseñado todo en papel. Alguien más se había encargado de hacer la vestimenta en físico- Christian y Forrest estarán atentos por si algo sucede, así que no estés nerviosa ¿Si? Yo me encargaré de que Keyla no asista a la gala.