Capítulo 17: ¿Me recuerdas Audrey?
Viernes 01 de septiembre.
Audrey.— Señorita Romanov.
Los vampiros no soñamos, solo tenemos recuerdos de nuestras vidas pasadas, soñar es de humanos, que viven ilusos creyendo cosas. A mí me gusta recordar a Darío, me gusta pensar en nosotros.
— Señorita Romanov. — frunzo mis parpados oyendo una voz molesta, eso perturba el bonito recuerdo que se visualiza en mi cabeza. — Señorita Romanov. — abro los ojos y sostengo una mano antes de que si quiera me toque.
Inmediatamente recuerdo que estoy en clase, y que todo mundo me está mirando. El hombre frente a mi es el profesor Will y tiene los ojos muy abiertos por la forma en que lo he agarrado.
— Lo siento. — me aclaro la garganta.
— Si tiene tanto sueño se hubiese quedado en casa.
Quien le dio la potestad a este humano para que me hable de esa manera tan soez y altanera. En otras circunstancias ya lo hubiese golpeado o quizás quitado la cabeza, pero recuerdo que soy una débil y frágil humana y se me pasa.
— No volverá a pasar.
— Eso espero. — afirma y regresa a su escritorio. No pueden culparme por odiar la clase de química introductoria.
Se muchas más cosas de las que podrían enseñarme en este lugar llamado escuela y aunque sé que en 100 años puede haber muchos descubrimientos nuevos, prefiero no insultar mi inteligencia.
La campana nos salva de quince minutos más de aburrimiento. Recojo mis cosas y me apresuro a salir de allí, cruzo la puerta al mismo tiempo que alguien se abre paso y me golpea hombro a hombro. Aprieto los dientes, su cabellera oscura revolotea y sonríe maliciosamente.
— En tu país no te enseñaron que las personas importantes siempre van adelante. — enarca una ceja con sonrisa socarrona.
— Me enseñaron que al burro le gusta ir adelante.
— No te pases de listilla. — se acerca Danerys.
— Entonces no te acerques a mí. — avanzo ignorándola por completo.
—Tanto te duele que sea superior a ti. — cierro mis manos en puño.
Nunca he conocido a alguien que tenga tantas ganas de morir en mis manos.
— Si eso es lo que crees. — me encojo de hombros. Oigo los pasos de alguien corriendo hacia nosotras. Voltea a ver a una chica que llega prácticamente sin aire y sostiene su pecho.
— Dane... Se... Están llevando a Darién... Detenido. — suelta de manera entrecortada.
Siento que el cuerpo se me adormece. Danerys palidece y en un dos por tres sale de allí corriendo, golpeándome en el proceso.
Trago saliva y a mi velocidad, buco a Darién, todos murmuran cosas, hablan principalmente de la muerte de esa mujer y es que pensé que todo se había aclarado con el pasar de los días.
El corazón prácticamente se me sale del pecho al ver a Darién acompañado de dos hombres, no son los mismos policías de ese día. A él se le nota cabizbajo, segundos después aparece Danerys corriendo hacia él, su fingida preocupación me hace enfadar, porque debería ser yo quien estuviera a su lado, debería ser yo la que lo abrazara y le dice que todo estará bien.
No entiendo a Darién, desde el lunes a penas y nos hemos vuelto a ver. De vez en cuando nos cruzamos y lanzamos miradas de complicidad, pero más nada.
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El Despertar de Audrey
VampirosHan pasado ciento dieciocho años, más de un siglo en el que permanecí dormida, sin sentir aquel dolor que me embargo por mucho tiempo, dejando que el tiempo transcurriera, que los años pasaran por encima de mi hasta el día de mi despertar. Pero n...