Capítulo 36: Estoy volviéndome loco.

186 23 8
                                    

Capítulo 36: Estoy volviéndome loco.

Sábado 14 de Octubre, 2017
Darien

Lanzo la pelota de goma contra la pared y esta rebota hacia mí una vez más, esta es la repetición número 85 sin haberla dejado caer ni una sola por lo que me ha tomado de mi máxima concentración para no perder de vista el objeto redondo.

—¡Darien! — rechisto con los labios en cuanto escucho a lo lejos la voz de mi madre. Significa que viene hacia acá y arruinaría mi marcación perfecta de llegar a 100 —Darien ven aquí un momento.

—Estoy... Algo... ocupado, mamá. — grito desde la habitación sin perder el conteo en mi cabeza. — Noventa y tres... Noventa y cuatro...

—¡Darien!

—Noventa y cinco... Noventa y seis... Noventa y sie...

—¡Pues me importa muy poco que estés ocupado! — mamá abre la puerta y la pelota cae sobre mi rostro sin poder cogerla a tiempo.

¡Mierda!

— Ahh lo arruinaste. —gruño y el ojo de mi madre parece temblarle.

—Pues me importa un rábano haber arruinado tu juego. Baja a desayunar con nosotros.

—Te dije que ya comí unas frutas ¿no lo ves? — señalo el pequeño bowl vacío de frutas.

Mi madre aprieta los labios se inclina de cuclillas para recoger unos shorts que tenía tirados en el suelo y me los lanza directamente a la cara.

—¡Mamá!

—Pero mira esta habitación. ¡Es un completo desastre! La ropa y los zapatos tirados por todos lados.

— Mierda. — balbuceo y ella me fulmina con la mirada.

—¿Qué dijiste?

—Qué recogeré la ropa tirada. —revoleo los ojos, soltando el aliento y me levanto de la cama. —Sabes, no tendría este problema si la sobrina de Marselo no me hubiese quitado mi habitación que, por cierto, muchas gracias mamá.

Ella se cruza de brazos y parece exasperada por mi actitud. —No te entiendo, realmente te estas comportando como un niño haciendo un berrinche. —espera. —No quieres acompañarnos a la mesa, no quieres cenar, a penas sales de tu habitación para ir al baño y tienes esa maldita manía de irte solo al bosque aun después lo ocurrido.

— Basta sí.

— No, quiero saber que pasa contigo, pensé que te llevabas bien con Anna. Es una muchacha muy bonita y agradable además...

—Anna... Anna, ¿qué tienes esa chica eh? Parece que los tiene engatusados. — respondo con molestia y vuelve a entrecerrar los ojos.

—¿Estas celoso de ella? Sientes que está robando nuestra atención.

— Mamá, no soy un niño. Es solo que me parece una chica... Engreída, no me agrada. —giro mi rostro hacia la ventana desde aquí tengo una vista perfecta hacia el bosque verdoso. —Además intuí tu plan desde el principio, querías que me acercara a ella y sabes mamá, no tengo ni la más mínima gana o gusto por salir con ella o si quiera conocerla.

Ella niega con la cabeza y camina de un lado a otro. —Vale, está bien lo entiendo. No debo presionarte, es solo que cuando fui a verte te vi tan triste pensé que una chica sería una buena...

—¿Distracción? —enarco una ceja por lo absurdo que resulta.

—Sé que estás así por la tal Danerys, pero debes...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 05, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Despertar de AudreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora