Capítulo 35: No Te Confundas.

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Capítulo 35: No te confundas.

Miércoles 11 de octubre, 2017.
Audrey

— Espera. —susurra Darien, muerdo mi labio inferior y cierro los ojos conteniéndose. —espera Audrey.

Mi cuerpo entra en una especie de ensoñación, se petrifica cada músculo de mi minúsculo ser y el órgano vital que yace en mi pecho se detiene como si una estaca de madera me hubiese atravesado. Parpadeo y trago saliva, con el frío surcando mi frente, el sudor nunca fue parte de un vampiro, pero sí que siento que está pasando en estos momentos. Mi cuello hace un lento movimiento hasta que mis ojos y los suyos por fin se cruzan.

—¿Perdón? — él parpadea y suelta su agarre en mí.

— ¿Qué estás haciendo? — sus ojos me analizan, como si tratase de buscar las similitudes.

—No entiendo lo que dices. — respondo sin mostrar una pizca de afecto en mis palabras.

—Audrey yo...

—Creo que estás confundiéndote. — sacudo la cabeza. —Mi nombre es Anna, Anna D'vali. — y extiendo la mano. —Mucho gusto. —sonrío forzosamente.

Él sacude su cabeza y retrocede unos pasos, luego pasa las manos por su cabello y regresa su atención a mí. — Yo... — pasa saliva y suelta un jadeo cuando su cabeza parece retumbar en el golpe que le di.

—¿Estás bien? —me acerco a su lado, es inevitable no preocuparme.

—Si, si lo siento. Tú tienes un parecido con alguien que yo... Conozco, te confundí.

—Pues no lo hagas. —contesto más dura de lo que esperaba. —Digo, de preferencia no te confundas, llámame por mi nombre por favor. —Él asiente y sigo adelante.

Fui demasiado tonta al creer que Darien no me reconocería, solo por unos lentes y tener el cabello más oscuro. Cuando llego hasta la habitación mi corazón golpetea errático, mierda estoy que no paro del susto y de toda la conmoción. ¿Habré sido lo suficientemente creíble? ¿Seguirá teniendo sus dudas? Me carcomo la cabeza con pensamientos de todo tipo, pero le prometí a Marshall que no fallaría, que haría el intento, si fallo tendré que desaparecer por completo de la vida de Darien y no quiero... Aún no.

Paso las manos por mi cabello y me observo en el espejo, cabello oscuro, pecas más pronunciadas, ojos color miel con un toquecillo verdoso en ellos. Ni siquiera yo reconozco a la mujer parada en frente, es imposible que él lo haya hecho.

—Anna. — me exalto cuando escucho la puerta.

—¿Sí? —entrecierro los ojos.

—Junto a Marse queremos ir a dar un paseo. ¿Quieres venir?

—Eh yo...

—Darien también vendrá, les hará bien despejarse un poco. —suspiro y me dejo caer sobre la cama.

—Vale.

Tardo unos minutos en tiempo humano para bajar. Es extraño, desde mi despertar lo único que he hecho es fingir, fingir que soy humana, fingir que no quiero lastimar a alguien, y ahora finjo ser otra persona.

Mi vida gira alrededor de una farsa, algo a lo que los vampiros debemos estar acostumbrados. Salgo de la casa, y puedo sentir cuando traspaso el campo de poder, estamos desprotegidos quizá por eso es que veo a Marshall tan angustiado y nervioso, sabe que fuera de casa estamos indefensos, y me pregunto que lo habrá llevado a dejarnos salir.

— Vamos. —me indican y subo al auto. Darien está aquí, con el rostro hacia un lado, mirando por la ventana. Ni siquiera volteó a verme, o, a saludar, él permanece callado y yo solo lo observo.

El Despertar de AudreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora