El Despertar de Audrey

Capítulo 07: El Amor De Mi Vida

Sus comentarios me animan a continuar, gracias por darle una oportunidad a esta historia.

Danni los adora <3

Capítulo 07: El Amor de mi vida.

Deseaba haber disfrutado mucho más de mi primer día como la esposa de Darío Williams. Sin embargo, al despertar era otro día, el día en que me tendría que enfrentar a la ira de mi padre y al rostro insatisfactorio del conde Drago. Pero estaba lista, y lo haría sola. Conocía de lo que mi padre era capaz, de su manera despiadada de ser por lo que mientras tanto Darío se mantuviera lo más lejos posible todo estaría bien.

Beso su mejilla y cubro su cuerpo desnudo con la sábana. A diferencia de los días coloridos en Transilvania está mañana es fría, con un poco de neblina acumulada en el espacio.

Regreso al castillo temprano, mi cama está tal cual como la dejé, no me molesto en volver a arreglarla, mis doncellas han preparado la vestimenta que usaré, es pomposa y extravagante como también hermosa y sensual. Por momentos me regocija la idea de ver la cara de Drago siendo rechazado, ese nosferatu es tan creído y arrogante que recibir un poco de su propia medicina no le caerá mal. Drago tiende a conseguir todo lo que quiera, con sólo un chasquido de dedos las mujeres caen a sus pies, por supuesto, yo era distinta aunque muy parecida a él que digamos. Estamos destinados a odiarnos y ser enemigos, no a ser esposos.

— Princesa la bañera está lista. — dice la muchacha sin verme a los ojos.

—Bien.

Entro al baño en donde tres mujeres se encargan de acicalarme, lavar mi cabello y limpiar mi cuerpo, a decir verdad, la fragancia de Darío aún se mantiene impregnada allí, y ni con todo el jabón del mundo desaparecerá. Estas mujeres me sirven completamente a mí, si a alguna se le ocurre cometer una indiscreción simplemente me deshago de ellas y luego lanzo su cuerpo con los perros.

Desde la tranquilidad y calma de mi pieza podía oír las caravanas que se formaban en el pueblo. Todos alegres porque un nuevo conde llegaba a visitarnos.

Ilusos.

Como si no supieran que simplemente serán el alimento de Drago, un vampiro tan antiguo como él necesita mucho más de donde beber, ellos no saben que solo servirán como un delicioso bocadillo y luego nos desharemos de todos. Los humanos son inútiles, si no los exterminamos por completo es porque luego no tendremos de donde alimentarnos. Es extraño que ya no me alimente de la misma manera en que lo hacía antes y que no lo extrañe.

Después de que una mis muchachas termina de fregar mi cuerpo y enjuagar mi cabello salgo desnuda de la bañera. Sonrío sintiendo el aroma de Darío aun sobre mi piel, intacto.

Me visto y luzco uno de mis mejores zapatos de tacón, con un hermoso bordado en la tela delantera. Flores preciosas, blancas y de colores pasteles. Mi vestido es de un rosa pálido, lleva flores blancas bordadas en el busto, parezco una cándida mujercita a la espera de su amado.

Río para mis adentros por lo ridícula que luzco, me sujeto un moño alto y me coloco un sombrero.

Al salir de mi habitación, tres mujeres van siguiendo mis pasos uno tras otro. Choco con mi hermana quien está vestida muy similar a mí a excepción que ella luce un vestido verde pálido, también tiene a sus doncellas consigo y por sus mejillas coloradas puedo notar lo nerviosa que se encuentra.

<¿Está segura?>

Me pregunta mentalmente.

<Digamos que he cambiado de planes.>