Lauren es una bella mujer de veinticinco años de edad, ella tiene una hija de cinco años... La cual llegó por una equivocación.
Selene Jauregui Morgado es la hija de Lauren, pero se podría decir que la niña está completamente malcriada.
___ Rose ti...
Vamos... no hagamos nada, dame un pedazo de las estrellas, ¿Qué tal si te amara hasta el final? Nunca volverías a estar sola, ¿Qué tal si...?
Narra Lauren:
- Ten Lauren.- Dijo Luis cuando entré a su oficina sin despegar la vista de la computadora en dónde estaba trabajando.
- ¿Qué es?.- Dije acercándome a donde él estaba.
- Si no te acercas no vas a saber.- Dijo sin verme.
- Bien.- Era una cajita de terciopelo azul.
- Ábrela.- La abrí. DIOS.
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- NO.- Dije viéndola impresionada.
- Así es Lauren 2,500 dólares en ti.- Dijo aún sin prestarle atención
- ¿Pero por qué?.- Pregunté viéndolo aún impactada.
- Nos vamos a casar, no es así.- Me miró.- Quieres limon kush, me trajo Ty una nueva porción hoy.
- Bien.- Me senté en el sillón de siempre y prendí un porro.
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Llamada telefónica.
- Sí mamá, voy a llevar a mi prometido.- Dije agotada del ajetreo del día de hoy.
- No quiero que me salgas con tus estupideces habituales Lauren, es una cena seria.- Rodé los ojos.
- Lo sé mamá, nos vemos mañana.- Colgué.
Fin de la llamada telefónica.
- Oye ___.- La llamé mientras estábamos acostadas en la cama, ella tenía puestos sus lentes para la computadora, mientras sostenía esta misma en una mesita adecuada para la cama.
- ¿Qué pasó cariño?.- Dijo mientras me volteaba a ver.
- Mamá quiere que vayamos mañana.- La miré dudosa.
- ¿Quiere?.- Pregunto con su ceja levantada.
- Sí, le conté que estaba comprometida, y me dijo que quería conocer a aquel... aquella afortunada.- Dije riendo pero nerviosa.
- Me parece bien Lauren, pero aun no tenemos el anillo formal de matrimonio, me hubiera gustado que esperaras un poco más de tiempo.- Dijo avergonzada.
- Lo sé.- Dije acercándome a ella en la cama y sentándome a sus pies.- Es sólo que la emoción es demasiada y no puedo esperar.
- Esta bien, vamos a ir.- Dijo, me acerqué para besarla, pasó su mano por detrás de mi nuca y profundizo el beso, me dio un escalofrió que recorrió toda mi espalda.
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- No quiero tocar la puerta.- Le dije a ___ quien tenía a Selene en sus brazos.- Mejor hay que regresar a la casa y hacemos una tarde de cine. ¿No Selene?