Miss [Lauren Jauregui y tú] G!P.

Capítulo 51: Mamá

Estoy viendo todas las señales desde allá arriba, yo voy a ser la única que vas a amar, fui hecha para amarte, a la moda de tu amor.

Narra ___:

Me moví de dónde estábamos, ¿qué hora era? El sol daba directamente a mis ojos y no lo podía tolerar más, los abrí seguíamos en la azotea, habíamos pasado la noche ahí, ambas estábamos tapadas por una leve frasada, voltee a mirar a Lauren y ella ya estaba despierta. 

- El amanecer y tú son lo mas hermoso que he visto en mi vida.- Me miró con los ojos enternecidos. Besé sus labios. La diosa Lauren Jauregui me estaba diciendo hermosa, no sabía cómo responder.

- Te quiero.- Dije besando la corona de su cabeza.- Hay que ir a desayunar. 

- Bien.- Levantamos las cosas que habíamos regado y bajamos, me metí a bañar rápidamente y elegí algo aún más rápido ya que al parecer era mas tarde de lo que había pensado. Revisé mi bolsa de mano y ahí había algo que tenía que darle a Lauren. 

- Cariño.- Dije mientras bajaba las escaleras, ella estaba en la cocina con una Selene desayunando como todas las mañanas. 

- ¿Qué pasó?.- Preguntó cuando me vio, solamente estaba en mi bata de dormir. 

- Oh buenos días a ti también.- Besé la mejilla de Selene.- Hice que te tramitaran esto.- Le mostré el permiso para que pudiera entrar a buscarme a la preparatoria cuando lo necesitara.- Y aquí esta mi horario para que cuando necesites buscarme sepas en dónde estoy, si no pues me marcas pero usualmente tengo el celular el vibración así que... 

Se lanzó a mis brazos y me besó, pero Selene estaba ahí por lo que la separe de golpe, ella me vio raro pero supongo que miró mi mirada espantada. 

- Ya se lo dije.- Me miró con sus manos aún en mi cuello mordiéndose el labio inferior. 

- ¿Está bien Selene? ¿Te parece bien que tu mamá sea mi novia?.- Me miró seria, más seria de lo usual. 

- Claro que esta bien ___.- Cambió su carita.- Tu nos cuidas y nos quieres y yo ya estaba esperando que fueras mi otra mamá y todo eso.- Mi cara fue la seria ahora. 

- Sel, no... no creo que a ___ le guste que le digas mamá, puedes seguir diciéndole sólo por su nombre.- Decía por lo bajo pero aun así podía escucharla y seguir sin reaccionar, "Mamá" era una palabra muy fuerte, que aún que estaba dispuesta a escuchar por Selene toda mi vida no  me sentía capaz de asimilarlo. 

- No, no,no, no te preocupes Selene, no es que no quiera que me digas mamá ni nada por el estilo, es sólo que no quiero que te sientas obligada a ello, sé que has esperado mucho por que tu mamá y yo seamos novias pero no quiero causares tanto daño si en algún momento llegamos a separarnos y tu... yo... no podría.- Agaché mí cabeza. 

- ¿Me prometes que no nos vas a dejar como lo hizo mi papá?.- Preguntó con sus ojos llorosos. 

- Yo puedo prometerte que no me voy a separar de ustedes mientras esté en mis posibilidades amor.- Besé su cabeza.- Pero hay cosas superiores a mi por las que no podré jurarlo. 

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Narra Lauren:

Fui a recojer a Selene a la escuela como todas las demás mamás, me formé y toda la cosa, llevaba puestos unos lentes de sol junto con mi cabello suelto, atrás de mi había dos padres y adelante una supongo que mamá, pero pues podía ver la variedad de gente con hijos pequeños.

Estaba concentrada en mis auriculares no por qué me quisiera ver como una adolescente o no hablarle a nadie pero no sabía cómo hacer esto de nuevo. Estaba concentrada en la perfecta voz de Lana cuando escuché el nombre de ___ ser dicho entre momentos de silencio.

- Pues sí, dicen que la mujer tiene pene.- Dijo uno de los señores que estaban detrás de mí.

- ¿Pero quién te contó eso?.- Dijo el otro cuchicheando.

- Mi mujer es amiga de una maestra del kinder de, el que esta por alla.- Señaló al norte.- y por lo que escuché en una de sus llamadas telefónicas se acostó con ella y tenía pene.- Dijo sonando intrigado.

- No creo, no, a parte la maestra esa está buenísima, y que te puedo decir la Miss ___ no tiene esos dotes.- Se comenzaron a reír.- A parte que pene de cinco centímetros debe de tener aquella mujer.

Entonces voltee a mirarlos con cara de impresión, ambos me vieron espantados, sabían que había escuchado.

- Disculpe señorita, lamentamos que haya escuchado lo que sea que haya escuchado.- Los miré de la peor manera que podía mirar a alguien. En ese momento llego Dinah.

- Lauren! ¿Y ese milagro? ¿No tenías trato preferencial por estar con la dueña y señora?.- Dijo riendo. Di la última mirada deplorable a aquellos hombres que al finde cuentas eran onvrez y miré a Dinah de nuevo

- No, no, bueno... No sé... Quería llegar de sorpresa.- Dije sonriendo levemente.- Pero podrías guardar silencio, es que no todos lo saben y no quiero que...

- ¿No quieres que empiecen a murmurar cosas sobre ella?.- Asentí.- Lauren está bien yo no lo voy a mencionar más pero quiero que sepas que "los perros siempre están ladrando".- Me quedé callada.- Pero bueno, cambiado de tema, ¿ya te mencionó ___ que quedamos de ir a cenar?.- La miré mal.- O sea todos, no sólo ella y yo, que posesiva mujer...

- ¿De verdad crees eso?.- Pregunté mirándola nerviosa.

- No, no, bueno no sé, espero que no seas así todo el tiempo.- Se rió.

- Oye disculpa que me meta pero ___ me comentó algo acerca de un hematoma que por cierto escondiste muy bien al parecer.- Ahora ella se puso incómoda.

- Sí, sí, me golpee contra la puerta el otro día.- Bajó la cabeza.

- Deberías de denunciar a la puerta entonces.- Dije calmada.

- Pero es que la puerta tiene armas con las cuales derribarme.- Dijo con la voz entre cortada.

- Pues entonces deberías de tomarte fotos cada que tengas accidentes con dicha puerta puesto que la violencia intrafamiliar.- Corregí.- La violencia de inmuebles también debería de ser penada, es penada Dinah, ¿si no te defiendes tú quien lo va a hacer?

Tomó mi brazo y lo sobó.- Creo que nos vamos a llevar muy bien.- Dijo feliz.- Pero ahora es momento de ver a aquellas mujeres.- Dijo poniendo una radiante sonrisa en su rostro.

Las mujeres a veces escondemos cosas que deberíamos de poder gritar sin miedo a que otras mujeres no nos apoyen y los hombres lo traten como si tuviera poca importancia.