Deseo.

Detesto dormir a tu lado.

Jeno.

Me había casado con el hijo de Nakamoto, mi familia había firmado un acuerdo, y ese acuerdo, tenía un matrimonio incluido.

Jaemin es un niño muy bonito, pero, no es una persona de la cuál yo me enamoraría, es tres años menor que yo. No se compara a mi Príncipe hermoso; mi RenJun.

Me siento tan sofocado, hoy que se lleva a cabo esta maldita celebración. Hoy debería estar en mi boda con RenJun, huyendo de todos, no debería estar aquí.

La celebración se llevó a cabo en el jardín de la casa de los Nakamoto, no estaba feliz.

- Jeno, que desearias en estos momentos?- me preguntaron Dejun y Mark.

- Deseo no estar aquí, deseo estar con la persona que amo, no aquí.

Se quedaron viendo entre sí, y sonrieron, incómodamente. Miré al esposo de Dejun, YangYang, lo tomé de la mano, y me lo llevé a un lugar donde no hubiera mucho ruido.

- Dime si hablaste con el?.

Sentí una bofetada de parte de YangYang, me lo merezco.

- No lo busques, Jeno, se irán del país, así que ya olvídate de él.

Me quedé sin aliento, mi corazón dolía, sentí un gran vacío en la boca del estómago, mi respiración se aceleró. No podía irse del país, el tiene que escucharme.

Mis lágrimas salieron sin permiso, me estaba derrumbando.

- Hijo, es hora de que te vayas, el chofer los espera para que vayan al aeropuerto.

No dije nada, mi garganta estaba cerrada. Asentí, y subí al auto, me senté y el auto se puso en marcha.

- Olvídate de ese chico, me tienes a mí para complacerte.

- Detesto dormir contigo, no quiero ni imaginarme contigo a mi lado; no eres mi novio, y no deseo compartir la cama contigo.

No dije más, al llegar al aeropuerto, todo estaba en completo silencio, incluso, cuando abordamos el avión, también la llegada al hotel.

Nuestra suite, estaba arreglada, para una noche de bodas. Me imaginé en esa cama con RenJun, acariciando su piel, besando cada parte de su terso cuerpo, amando la forma perfecta de encajar; sus deliciosos gemidos, me imaginé a Renjun acostado con las piernas abiertas, esperando por mi.

- Te gusta la idea?.

Salí de mis pensamientos, y volteé a mirar a Jaemin.

- Que? No te escuché.

Me miró serio, y sonrió tres segundos después- que si nos bañamos y disfrutamos de esto, me encantaría que fueras el primero.

- No voy a dormir contigo, ya te lo dije, este matrimonio, es un simple contrato, Jaemin, del que hay que establecer unas cuantas normas. Y una de esas, es no compartir la cama. Tu duerme en la cama, yo dormiré en el sofá.

Entré al baño, me eché agua en la cara, todo esto no me gusta, ahora mismo, debo estar a lado de RenJun, haciendole el amor, no debería estar aquí, a lado de un niño mimado y caprichoso.

Me bañé y me vestí, me sequé el cabello con una toalla; llamé a Renjun, pero, jamás respondió. Mi corazón dolió.