Sentido de pertenencia II: Proteger

Protege a los tuyos (parte 2)

(Imagen entintada la subiré mañana en el grupo de facebook).

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El albino se limpiaba la sangre de los zapatos con un pañuelo desechable. Killer y Nikki entraban al lugar asqueados de ver a los sicarios heridos, maltratados, con severas lesiones y dificultades para respirar.

- ¿Qué les sacaste Neo? - preguntó el rubio.

- Lo necesario. Estos hijos de perra fueron enviados por Cáncer para lesionarte a ti y llevarse a Nikki. La iban a usar para obligarte a ir solo frente a ellos y tenderete una emboscada - respondió el albino.

La morena tragó saliva, era más que obvio que la información filtrada venía de fuentes cercanas a ellos ¿Quien más podría saber la extraña relación de Nikki y Killer?.

- ¿Qué hay de tí? Fuiste más sádico de lo normal... - murmuró el rubio poniendo una mano en el hombro del albino que seguía con el ceño fruncido.

- Nos tienen a todos vigilados, pero no hay orden de matar. Nos quieren vivos, algo esta tramando ese maldito bastardo algo grande... Debo ir por Eri. No puedo dejarla sola ni a sol ni a sombra, yo la metí en esto si algo le pasa... O al bebé -

- Zenshiro, serenate. Lo que necesita ella es paz. Además, entre todos nos protegeremos - exclamó la morena reconfortando al albino.

El agente blanco miró su reloj, las horas habían pasado casi volando, seguramente Eri ya estaría rumbo al restorán a encontrarse con su padre, se dijo a su mismo que iría con Amai y no debía preocuparse y fue rumbo al buro.

Al llegar, vió a la castaña por los pasillos y sintió pavor.

- ¡Amai! ¿Y Eri? ¿No estabas con Eri? -

- Buenas tardes Neo, se fue hace media hora. Dijo que tenía algo que hacer y que quería ir sola -

"No me gusta, no me gusta esto...".

El albino de ojos negros sintió un punzón en el pecho. Imaginó todas las barbaridades que usaba él para obligar al enemigo a decir todos sus secretos en Eri  y quiso vomitar. Sacó su celular y marcó el número de la chica rezando mentalmente para que le respondiera.

"Hola, Soy Eri ~♪ en estos momentos no puedo contestar. Puedes dejar tu mensaje~♪".

Nuevamente un montón de fatalidades volvían a su mente. Tomó sus cosas y corrió al auto, recordaba la dirección del restorán y emprendió rumbo al lugar.
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La pelirroja dejaba escapar un suspiro enorme antes de entrar al lugar. Un lujoso restorán en medio de la ciudad,  aún se debatía en entrar o no.
Hace años que no veía a su padre, en su mente solo tenía preguntas que iban y venían: ¿Me reconocerá? ¿Será cierto lo de la carta? ¿Y si es otra forma de inmiscuirse en mi vida y la de Eren? ¿Y si planea algo?.

Tomó aire, una vez más y entró al lugar. En la recepción un joven le preguntó si tenía reservación.

-  Good afternoon beautiful lady, do you have a reservation? -

- Good afternoon, Eri Redfield. My father is waiting for me, Mr. Redfield- respondió la pelirroja sabiendo que esa forma de recibir a quienes ingresan era una forma elitista de clasificar a los clientes por su nivel educacional y social, odiaba esas cosas. Preguntar en otro idioma o con palabras rimbombantes solo para subirse el ego o sentirse superiores a la pelirroja le asqueaba.

- Oh, por aquí Miss Redfield. Su padre la espera -

"Magia, ahora habla español ..." Pensó molesta la chica.