3...2...1...

648 70 165
                                    


Nick había estado mucho tiempo lejos de la costa por estar en casa de Neo por seguridad de Sharon y Dean, su adorado hijo. Si bien tenía todos los permisos habidos y por haber, sumado a que la casa de su primo era lo suficientemente espaciosa para estar ámbar familias cómodas, comenzaba a extrañar la privacidad de una casa propia, por cual fue a casa con Sharon, Dean y llevo a Ashley para que conociera el mar, sumado a que la pequeña se había vuelto la mejor amiga de su hijo.

Por desgracia o bendición, ese mismo día en que la niña tanto disfrutaba en la playa, su papá, Ash se enfrentó frente a frente contra Cáncer. Ash agradecía que al menos la niña esta vez no estuvo en casa cuando fueron por Unice, el miedo que le tiene la niña al villano la hacía entrar en pánico, así que a sabiendas de ellos, Nick al enterarse de lo que ocurrió, se quedó un día mas en la costa para proteger la estabilidad emocional de la pequeña, y volvieron cuando las cosas se calmaron un poco. Claro que la pequeña no supo, Nick aseguró que fue un día más para llevarlos a pescar.

- ¡Papá! ¡Unice! ¡El mar es maravilloso! - la pequeña de coletas le enseñaba a los adultos en el jardín común de la casa de Neo y Ash las fotografías que tomó en su visita a la casa de su Tío.

- En verano iremos unos días juntos, veo que te gustó mucho - comentó sonriente Ash al ver lo emocionada que estaba la pequeña enseñando las fotografías en la tablet que le cedió Ash.

- ¡Tomamos muchas fotos! ¿Verdad Dean? -

- Fue divertido tener en casa a Ashley. Enséñales la fotografía en el barco - exclamó Dean a su prima llamando la atención de los presentes. El pequeño era algo introvertido, daba gusto verlo compartir  más con la familia, y en las fotografías se podía apreciar que también se divirtió mucho.

Era una mañana bastante agradable, todos miraban las fotografías que tomaron los niños. Demitri estaba junto con Lady pues Pilar quería jugar con Ashley, y todos compartían té y bocadillos.

Una agradable tarde de sábado.

- Eri, te veo algo... Incómoda - murmuró Neo en voz baja para ser escuchado solo por la pelirroja.

- Los niños están algo apretados, je. Últimamente se me pone la pancita algo dura más seguido, y me pesa un poco más en la parte de abajo, podría jurar que pareciera que se me está bajando un poco la pancita... A de ser el peso - respondió la pelirroja frotando su vientre para apaciguar un poco el malestar.

Pero claro, nada pasaba desapercibido a Demitri. - Quizás ya están pidiendo salir los pequeños, son dos, cuando son más de uno siempre llegan antes -

La joven pareja se miró atónita, con los acontecimientos que habían ocurrido, Eri tuvo que reprogramar las visitas al médico y justo el día que le tocaba pasó lo de Unice.

- ¿Antes? Pe-pero si falta como un mes completo... - dijo nerviosa la chica mientras Demitri daba un sorbo a su té con una sonrisa casi traviesa.

- ¿Ya tienen listo el bolso del hospital? Deberían, al parecer no les dijeron que una vez llegada la semana 36 en cualquier minuto tenemos bebés ~♪ - celebró el varón de camisa verde, por alguna razón, el color verde se había vuelto un ítem en el joven doctor.

- Eri... Esta semana cumple 36 semanas, creo ¡El bolso! ¡El auto! ¡La bitácora! - Neo había revelado la interrogante que muchos tenían ¿Un Zenshiro se puede poner más pálido?

Demitri se puso de pie y comenzó a calmar al futuro padre que parecía que se iba a desmayar en cualquier segundo. - Calma, calma... Aún falta, debe tener contracciones, y todo eso, no te apresures. Eri, linda ¿Por qué no vamos adentro para echarte un vistazo? - invitó el azabache.

Sentido de pertenencia II: Proteger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora