Sentido de pertenencia II: Proteger

42- Tradición familiar

- Papá, me agradaron los padres de Unice. En especial tía Urika ella también tiene el cabello de color fantasía como Unice ¡Es tan bonito! -
El ojigris arropaba a su retoña con cuidado, sonreía al ver como la pequeña niña que había adoptado cada día lo convencía más y más de que la mejor decisión que pudo tomar fue volverla su hija.

- Si, es bonito. Pero tus coletas son más bonitas... Pero no le digas a Unice que dije eso - bromeó Ash haciéndole cosquillas a la pequeña Ashley.

- Te quiero mucho, papá -

- Y yo más a tí - respondió como de costumbre el varón mientras daba una suave palmadita a modo de cariño en el cabello de su hija. Definitivamente la sonrisa y el cariño de esa pequeña era una medicina para el alma.

- No, en serio. Te quiero mucho, porque me diste hogar, comida, a Hachi, a mis tíos y primos, y me cuidas mucho. Eres la mejor persona que conozco Ash, soy feliz de no tener papás de antes, no creo que pudieran ser tan buenos como tú y Unice -

La sinceridad de la pequeña emocionaron hasta las lágrimas al varón. Era algo que necesitaba oír, en especial después de poner en duda su actuar, sus acciones, su propia salud mental. Abrazó a la niña con amor, con fuerza para demostrarle cuanto la adoraba también.

- No tengo idea que signifique "Ashley" pero para mí siempre será "la bendición más grande y hermosa en mi vida". Mi pequeña Coletas-chan, no sabes cuánto bien me haces -

- Je, je... Papá, me aplastas -

- ¡Ups! Lo siento -  acarició la cabeza de Hachi, el pequeño cachorrito a durmiendo junto a Ashley - Descansen los dos -

- Pensé que los padres de Unice se iban a quedar unos días -

- Yo también, pero mañana es día laboral y deben trabajar. Es divertido que viajaran hasta acá solo para matarme - respondió entre risas el varón haciendo reír a Ashley, y también a Unice junto con Urika que escuchaban todo del otro lado de la puerta.

- Te lo dije, Ash es excelente pareja y un padre maravilloso - presumía Unice a su hermana.

- Me doy cuenta, no es necesario restregarme en la cara que tienes un gran novio y yo no - respondió Urika pellizcando las mejillas de su hermana menor.

- ¿Y qué pasó con la chica con la que estabas saliendo? - preguntó Unice llevando a su hermana al primer piso para tener "pijamada de hermanas".

- Ah, no quiso salir del clóset. Y no estoy como para vivir en clandestinidad - respondió la mayor dejándose caer de espalda en el sofá.

- Hiciste bien en dejarla ir entonces. Mereces algo mejor cuñis - se sumó Ash apareciendo en la sala con su chaqueta. - De seguro llegará una chica que sí te merezca -

- Así me gusta, sigue sumando puntos cuñado. Ya me caes bien - respondió Urika haciendo reír a su hermana quiere de ponía de pie para acompañar a Ash a la puerta.

- Conejita, debo atender un asunto con Hachiro. Llegaré tarde -

- Cuídate Gatito, nos vemos -

- Te amo -

- Yo más a tí -

Ash se subió a su moto y partió rumbo a casa de Hachiro y Rokuro. Seguía dándole una infinidad de vueltas a eso de un sexto sentido, de un "gen", el secreto familiar que casi cómo sacado de una novela de terror psicológico. Además, había otro asunto que se había quedado en pausa ahora con la captura de Cáncer: El condicionamiento de Sadie.

Ash haba notado de que su primo más cercano, de sentimientos puros y una forma de actuar y pensar más noble que cualquiera había entablado una profunda y bella amistad con la ex sicaria. A ratos se cuestionaba si era bueno que esa relación siguiera fortaleciéndose, pero Ash no se sentía en posición de cuestionar lo que hacía Hachiro, sin embargo, al pensar que la joven podría tener un detonante que la volviera un soldado sin voluntad propia, y ahora también que "poseían la capacidad de detonar Limerencia" sentía pavor al imaginar que pudiera tener que perderla o enfrentarla si algo la activase . A veces el ojigris más joven se lamentaba de que 8 de 10 presentimientos que tenía se concretaban, algo le decía que la relación de su primo con la ex sicaria podría ser un arma de doble filo.