33- Raíces

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La ex sicaria había hecho casi un habito contemplarse en el espejo unos minutos al despertar por las mañanas y antes de dormir.

"Ya no soy una soldado, soy una chica normal. Ya no soy nadie, soy Sadie..."

Con la asesoría de Sharon, se decidió a regular sus estudios. Ya no estaba en edad de ir a una escuela, pero se estaba preparando para rendir exámenes libres en una escuela comunitaria. Entabló una buena amistad con Hachiro y Rokuro, y a su vez estos le tomaron afecto a la chica quien realmente se estaba empeñando en tener una vida normal, un par de veces se vio confundida con algún libro y alguno de ellos le ayudó a aclarar dudas, pero aun había algo que necesitaba aclarar... ¿De donde viene?

Ella sabia a donde iba, pero una parte de su ser quería saber si alguna vez "pertenció a algo mas".

Ella estaba en el sofá, sentada con la vista perdida tratando de pensar en como pedirle un favor a Hachiro, quien era mas cercano que Rokuro, pero sentía que ya le estaban ayudando demasiado, y seria abusar.

- Sadie ¿Qué esta dando vueltas en esa cabecita tuya? - murmuró Hachiro ofreciendo una taza con leche chocolatada.

- ¿Cómo supiste...? -

- Detective - respondió divertido el varón de cabello liso guiñendo un ojo y haciendo la silueta de un corazón con la mano libre.

La chica rió por lo bajo, comenzaba a hacerle gracia cuando Hachiro o Rokuro hacían a modo de chiste de "galanes", al menos Hachiro, aun no sabia del todo si Rokuro lo hacia de broma o no... - La verdad, quería pedirte un favor -

- Claro ¿Qué necesitas? -

- Quiero saber quien soy, de donde vengo, mi edad quizás... yo se que ustedes tienen una base de datos, y tecnología. Con una gota de sangre ustedes podrían saber... crees que ¿Crees que podrías ayudarme con eso? -

Hachiro estaba sorprendido, aun le costaba creer que la joven amable y "casi tierna" que tenia al lado fue la misma sicaria peligrosa que secuestró y torturó a Ash, que estuvo a punto de matar a Neo, que es la misma mujer que podría hacerle frente a toda la SWAT sola y con 12 balas. Pero, ahora se veía tan diferente, incluso le molestaba un poco pensar que ya teniendo un trabajo estable lo mas probable es que se fuera.

- No es mi área, pero es el de Filo y no se negará. Pero quiero que tengas clara una cosa... -

- ¿Vas a ayudarme? gracias... claro, dime -

- Salga lo que salga, de donde vengas no tiene nada que ver con donde vas ahora. Ahora eres una chica de bien, así que, mantente en esa linea ¿si? -

- Lo sé... gracias, de verdad. Crees que ¿Quizás tuve un apellido? o pueda saber mi edad. Al menos quisiera saber que edad tengo realmente -

Hachiro dejo su propia taza en la mesita de centro, y tomó las manos de Sadie, ella no entendió por qué lo hizo pero no desconfiaba de él. - Tu edad la podemos saber ahora -

- ¿Es chiste? ¿Cómo? -

- Una técnica ancestral muy antigua... abracadabra - Hachiro miraba los nudillos de la joven y luego la palma de sus manos.

- ¿También son gitanos? - La pregunta hizo recorrer una gota de sudor por la nuca del varón.

- No, veras. En la antiguedad algunos usaban los nudillos para saber cuantos días tenia un mes, incluso para facilitar operaciones matemáticas. En las guerras antiguas no había tanta tecnología como ahora, y para identificar a los caídos algunos aprendieron a aproximar la edad de esta manera, lo mismo con los iris - respondió sereno el varón mientras seguía descifrando los relieves en las manos femeninas. Definitivamente esas manos sufrieron varias fracturas, en especial los nudillos, al tacto el podía notar leves relieves a causa de las soldaduras de sus huesos, sintió algo de lastima por ella, en especial cuando concluyó el calculo.

Sentido de pertenencia II: Proteger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora