Sentido de pertenencia II: Proteger

47- Del Génesis; al Apocalipsis (Parte 1)

La pelirroja mecía con ternura a la pequeña bebé de cabello perlado mientras todos platicaban a gusto en la mesa del restorán de la familia de Sharon. De reojo Yumiko, madre de Nick miraba a la joven madre con su bebé en brazos, recordaba a sí misma cuando sostenía a su hijo varios años atrás.

- Debo reconocer, que te ves bellísima con ese aire maternal Yumiko - Nash tomaba asiento junto a su hermana cargando a un bebé con pocos días de nacido. Un pequeño varoncito de ojos grises y cabello perlado, dormido en el regazo de una "heroína naval", su madre.

- Te la paso porque es verdad - respondió orgullosa la joven madre mirando con ternura a su primogénito.

- Dame acá, quiero cargar a mi sobrinito - el hermano tomó a su sobrinito con cuidado, al tiempo que Nijiu el menor entraba también a la habitación de la reciente madre.

- Hola hermanos, hola sobrino este... ¿Cómo era? -

- ¡Nicolas! - reprocharon los mayores.

- Que serio, mejor Nick para que tenga estilo - se defendió el recién llegado hermano menor Zenshiro llevándose las manos a la nuca, incluyendo una carpeta. - ¡Ah! Casi lo olvido... Cobré varios favores por aquí y por allá, además de que con que Yumiko ahora es rostro de la campaña de igualdad de género en las tropas de la marina no fue tan difícil. Oficialmente el historial de tu última misión quedó borrada de todas partes, estás limpia de polvo y paja Yumi - exclamó el recién llegado dejando a sus pies la carpeta que confirmaba lo que acababa de decir. Los tres guardaron silencio unos momentos hasta que la mujer soltó un pesado suspiro.

- Ya dejen de hacerse los buenos y comprensivos. Agradezco que se mantuvieran bien callados y sin preguntar nada durante mi embarazo, de verdad que se los agradezco gusanos... Pero sé que están ahogados por saber quién es el padre de Nicolas -

- Que le digas Nick, tiene más estilo - insistió el menor recibiendo un golpe en la nuca cortesía de Nash.

- Te callas o te callo, pendejo - reprochó el varón mayor. - La verdad Yumiko, tengo mucha curiosidad por saber sobre el padre de Nicolas. Pero después de lo que pasó en tu última misión, y enterarnos de tu embarazo y sus complicaciones no quise presionarte...-

- Si Yumi, ya larga de una vez ¿Quién te hizo la bendición? - un nuevo golpe pero ahora más fuerte en la cabeza de Nijiu. - Oh vamos Nash, tú y yo estamos con el corazón en la garganta por el miedo de que sean verdad las sospechas que tenemos ... - un nuevo golpe acalló al menor.

Yumiko volvió a soltar otro suspiro pero esta vez con pesadez.

- Es hora de la verdad, supongo - murmuró Yumiko tomando una vez más en brazos a su pequeño bebito. Sus hermanos se sentaron uno a cada lado de ella dispuestos a escuchar "la verdad" de la joven marine. - La misión no era tan compleja, era aprender del sistema militar de entrenamiento ruso y colaborar con la armada rusa para capturar a tres barcazas robadas por piratas mercantes. Fue una misión de un par de meses, pero esa parte la saben... -

Los hermanos guardaron silencio, era difícil para la mujer contar su historia, más aún a sus hermanos.

- Conocí a un soldado por esos rumbos. No me di cuenta, pero en un abrir y cerrar de ojos estaba estúpida y enamorada... -

- No jodas, ay qué puerca Yumiko - Nash estuvo un par de minutos tratando de asfixiar a Nijiu con una almohada, y solo lo liberó cuando se comprometió a dejar sus bromas de mal gusto.

- Continúa Yumiko -

- La cosa es que, todo iba bien. Me prometió el cielo y las estrellas y yo pendeja y enamorada le creí... pero como el mismo mar que un día te da el sereno y al otro te traiciona. El soldado era corrupto, le vendía información a la mafia rusa... -